Alexandro Cabrera domina el culazo de Mika Ayden con su gran puro cubano | Tim Tales
Boca bien abierta, mirada fija hacia arriba y un tragoncete que se animara a dejar pasar por las profundidades de su garganta su formidable puro cubano de veinte centímetros. Así es como le gustaban los chicos a Alexandro Cabrera, valientes como Mika Ayden, que supieran amar con su boca y sus labios una buena verga hasta dejarla bien suavecita y mojada, perfecta para no tener que ponerse un condón lubricado y así poder meterla desnuda dentro de los agujeros de sus culos hambrientos.
Todo bondades cuando Mika se le puso a cuatro, cuando vio sus pelitos rubios desordenados en su cabeza a causa de habérselos cogido con la mano para obligarle a mamársela a fondo. Le separó las piernas con las rodillas, se hizo un hueco entre ellas y se la metió a ese cabrón toda entera por detrás, dándole por culo sin remordimientos.
Entre pollazo y pollazo, la calma, para observar su pene dentro de ese portentoso culazo, para acariciarlo a dos manos y sentirlo, antes de subirse a la cama con él y apalearlo una vez más con su rabo y sus jodidos grandes huevazos estampándoselos en el pandero. Le hizo un ovillo tumbándolo bocarriba, rodillas al pecho, y le folló el culito bien rico.
Un poquito de amor pero también mucho guarreo, porque Mika se prestaba a ello. Le gustaba que le utilizaran, que los chicos se propasaran con él de todas las maneras posibles. Alex le folló el culete de lado, metiéndole toda la barra grande, dura y gorda por el ojal, pisándole la cara, el cuello. Le sacó la polla del orificio y se corrió de forma abundante sobre sus pelotas, sobre su pija y sobre su culo, admirando el pedazo de agujero que le había hecho.