Allen King se camela a Giuspel y acaba probando a pelo su enorme y masculino rabaco con toda su leche | MASQULIN & The Bro Network
The Open House
Cuando en el vecindario había carne nueva y fresca, Allen King estaba ojo avizor para ser el primero en probar la mercancía. Tan inteligente como caliente, el chico tenía sus contactos. El comercial que enseñaba las casas le pasaba unas fotitos si el comprador era hombre y estaba bueno y si a Allen le molaba, en un periquete estaba allí plantado haciéndose notar, con sus pantaloncitos de pinzas marcando culazo y su camisa blanca arropando su incipiente musculatura de jovencito que dedica su rato de ocio a cultivarse en el gym.
La apariencia de Giuspel de padre de familia, un apuesto daddy joven y varonil, le puso dura la polla y le abrió el ojete del culo como una cerradura. Al verlo en persona subió la temperatura. Tuvo que pasearse por delante de él varias vaces hasta que Giuspel captó la indirecta. El sexto sentido de Allen le decía que esr tio tenía una buena chorra y una vez más no se quivocó.
Cuando el comercial se largó, Giuspel se bajó la cremallera de la bragueta, metió la mano bien a fondo y con ella sacó una despampanante pollaza larga y gruesa en estado morcillón que daba gusto. Para colmo, el cabrón se la meneó y la zarandeó. Todo se precipitó en las mismísimas escaleras. No pudieron aguantar ni a llegar a la planta de abajo. Giuspel quería culo y lo tuvo, Allen quería rabo y lo devoró.
La jalada fue hasta las bolas, tan a fondo que Giuspel se asustó y tuvo que replegar su fusil por miedo a que se atragantara de verdad. Al ver las babas colgando de la boca de ese guaperas mamón y vicioso, le agarró fuerte, le puso de espaldas mirando hacia la barandilla y le encajó la polla a pelo por el culo. Acabaron en pelotas follando por todas partes, dando su merecido estreno a la nueva casa. Al acabar, Giuspel agarró a Allen por la frente y le obligó a ponerse de rodillas. El cerdaco le estaba esperando con la boca abierta y la lengua por fuera. Se lo entregó todo.