Buzz Hardy entrega su culazo a Dylan Anderson para que se lo folle a pelo y lo reviente de placer | Bentley Race
Iba a ser sólo una sesión de fotos sin más, hasta que Ben propuso a Dylan Anderson bajarse las bermudas. La situación no podía ser más morbosa. Buzz Hardy tenía que estar con su carita cerca del rabo para la toma, entonces a Dylan empezó a empinársele al tener a un tio tan guapo delante de su nabo. No ayudaba que Buzz tuviera los pantaloncitos un poco bajados enseñando la hucha.
La cosa podía haber quedado ahí, en una mera anécdota y fotos eróticas, de no ser porque de repente Buzz abrió la boca, sacó la lengua y le relamió todo el pene de abajo a arriba, tumbó a Dylan en la cama y se la empezó a chupar. El disparador de la cámara de fotos de Ben echaba humo, el dedo le iba como un gatillo, dando una y otra vez, porque esos dos se habían olvidado de su presencia y estaban dándose el lote.
Buzz se puso de pie y encuanto se bajó los pantalones Dylan se puso de rodillas y le devolvió el favor con una buena mamada. Puso a Buzz de rodillas mirando hacia la cama y Ben comprendió que era imposible que se resistiera a ese culazo tan redondito. Se la metió sin condón y se quedaron un ratito cruzando pajas sentados en el suelo al borde de la cama antes de subirse a ella y demostrar las ganas que se tenían.
Se reflejaba en sus miradas, en sus actos, quitándose el resto de la ropa con brusquedad. Ya desnuditos sobre la cama, zorrearon a gusto. Se comieron las pollas, los huevos, Dyñan abrió de piernas a Buzz y se la metió bien adentro haciéndole gozar, le dejó montar sobre su firme pene, disfrutando de la larga verga de Buzz rozando su vientre. Le dio por culo hasta que Buzz no pudo aguantar más y juró ante su cara que se iba a correr encima. Y Dylan lo vio, esas virutas de leche saliendo de su polla haciendo florituras en el viento, depositándose en su torso.