Sir Peter da de comer pollón a Skyy Knox y se lo folla a pelo en el baño de chicos de la oficina | The Bro Network
Working Late
Trabajar hasta tarde, cuando ya casi todos se habían ido de la oficina, podía ser un auténtico desastre. Sir Peter escuchó cómo su compañero Skyy Knox le pedía ayuda desde la sala de la impresora. Cómo no, se le había quedado el papel atascado. Al entrar se lo encontró intentando ver por dónde echar mano a la máquina y Peter se fijó en él por primera vez de esa forma, no como un compi de trabajo, sino como algo más.
Esa camisa que llevaba puesta, con el botón de arriba abierto, de ese color que le sentaba tan bien y enfundado en unos vaqueros que le dibujaban perfectamenten la forma de su trasero. Se acercó para prestarle ayuda y aprovechó que estaban solos y que se le había puesto durita mirándole para frotarle con el paquete por detrás. Skyy se dio cuenta. Vaya que si se dio cuenta, como para no hacerlo. Intuyó que la tenía enorme.
Al estar de espaldas a Peter, este no pudo ver su reacción, ni si había pillado la indirecta. Skyy intentó hacer como si nada hubiera ocurrido y siguió a lo suyo, pero Peter no paró de buscarlo desde ese momento. Si no lo había comprendido, se lo dejaría más claro todavía. Invadió el espacio personal de su compi, le agarró la mano y la condujo hacia su miembro. Ahora parecía que sí lo tenía claro.
Por desgracia, había cámaras en cada rincón, pero Peter se conocía un punto muerto, ese donde solía a hacer sus descansos cuando estaba necesitado de un buen pajote, el baño de chicos. Allí Peter se bajó un poco los pantalones y dejó el resto a Skyy. Le encantaba ver la expresión en el rostro de los chicos encargándose de hacerle la bajadita de calzones, cuando su grande y gordísimo pollón salía despedido hacia adelante y bien empinado hacia arriba y ellos se quedaban con la boca abierta, deseando rabo como perros.
Skyy se la introdujo en la boca. Dios, qué gorda. Al sacarla, le dio una palmada presionando desde arriba y se quedó embelesado observando cómo subía y bajaba hasta volver a enderezarse ante sus ojos. Se la relamió de abajo a arriba mirando a Peter, se la llenó de babas practicándole una buena mamada hasta atragantarse y le ofreció su culo para que se lo follara a pelo. Menuda barra. Skyy no recordaba haber tenido algo igual dentro del ojete, algo que le hacía estar contentillo todo el rato, gimiendo y con los ojos abiertos como platos, siempre una continua sorpresa.
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