El sexy latino Gio Velasco se bate la polla con un fleshjack | Bentley Race
Cuando miras a un tio por primera vez, sabes perfectamente el tipo de cosas que te gustaría hacer con él en la cama y Gio Velasco tiene el poder de robarte el culo. El atractivo de un chico latino, esa mirada de ojos profundos, la forma en la que rellena tan bien los pantalones, cómo se ajustan las mangas de la camiseta a sus fuertes biceps.
Está tan bueno que no tiene miedo a desprenderse de su ropa. Primero enseña el culo, ese que no catarás, pero que sí podrás coger a gusto con la palma abierta cuando te dé por detrás, después se para el mundo cuando se levanta la camiseta y muestra ese torso de hierro. Se pone en cuclillas, la polla le cuelga entre las piernas, te sonrié, una sonrisa amplia y cargada de intenciones.
Parece dispuesto a volverte loco enseñándo el torso. De haber sido un striptease, hubieras sido la más perra que sube al escenario a sobarlo con tus manos, a chuparlo como un cerdo. Se tapa la verga con la mano para no distraer tu atención de ese muro casi perfecto, pero no se puede tapar el sol con un dedo y la polla empieza a crecer como una estrella gigante, gorda, larga, encapuchada.
Cuando miras a un tio por primera vez, sabes perfectamente el tipo de cosas que te gustaría hacer con él en la cama y con Gio sabes que te sentarías encima de sus piernas, enchufándote el pollón por el culo, sintiendo cómo se desliza esa piel suave del tronco entre tus nalgas. Quieres que ese culazo se mueva, que te penetre hasta preñarte, que cuando su polla salga por el hueco de tu culo, lo haga triunfal, con un buen chorrete de semen colgando por la piel que recubre su capullo, completamente mojada.