Gio Velasco penetra a Brock Matthews sin condón después de calentarse con besos y mamadas en el jacuzzi | Bentley Race
Se lo estaban pasando como enanos en la bañera, eso sí, en un jueguecito para mayores de dieciocho. Con las primeras fotos, el francés Brock Matthews se puso cachondo al acercarse al atractivo colombiano Gio Velasco. Saber que tienes al lado a un tio tan atractivo que en unos minutos estará dándote por el culo a pelo con su gran dote, ponía tierno a cualquiera.
Posó una mano sobre sus muslo, tocando su cuerpo ligeramente con el brazo y dejando caer el codo sobre su paquete. Se derritió por completo. Se pegaron un morreo y aprovechó el velo de la espuma para meterle un agarrón a las pelotas que hizo gemir al colombiano. Gio se puso de pie. La espuma resbalaba por su musuloso cuerpazo firme y tatuado. Brock le bajó la parte delantera de los speedo y empezó a mamarle la polla gorda y morenota.
Podía notar cómo crecía dentro de su boquita, que empezaba a quedarse pequeña para tanto mango. Se la sacó de entre los labios, chupadita y brillante y admiró su forma, curvada hacia adelante, hermosa, grande. Brock se puso a cuatro patas en el jacuzzi, sacando por encima de la espuma su agraciado culazo blanquito y redondo. Le encantaba poner cachondos a los tios enseñándoselo, meneándolo, dejando que descubrieran todos sus encantos.
Las manos grandes y fuertes de Gio fueron resbalando desde su espalda hasta sus nalgas. El tio le metió los morros en la raja y le empezó a follar el ojete con la lengua. Y qué lengua tenía. Se lo demostró con besos, comiéndole la rajita y también comiéndole la polla. Ver a un tiarrón así con esa pinta de malote atractivo entre sus piernas comiendo minga, fue espectacular.
Fueron hasta la cama comiéndose a besos. Gio se tumbó y dejó que Brock le engrasara la polla de saliva, porque ese iba a ser el único lubricante para meterle toda la mazorca por el culo. Tumbó a Brock sobre la cama, le recogió las piernas, se puso encima de él, acercó la cabeza a la suya, quedando pegados frente con frente, mirándole íntimamente a los ojos, respirando su aliento y le calzó todo el pollón duro por el ojal haciendo que se estremeciese y le dejase una lluvia blanca de esperma chorreando sobre los abdominales.