
Ben no puede resistirse a mamar rabo y follarse el culito de Brad Hunter | Bentley Race
En clase siempre hay y habrá dos bandos opuestos, el de los que van a estudiar y el de los que van a pasar el rato, antiguamente conocidos como el grupo de los empollones y el de los chicos malos. Y aunque ninguno de esos bandos quiera reconocerlo ni se guarden mutuo respeto, en el fondo no pueden evitar pensar el uno en el otro. Los empollones sueñan con las folladas salvajes de los chicos malos y los chicos malos no pueden evitar hacerse pajas pensando en lo bien que quedaría su lefa en las lentes de los empollones.
No sé si Ben es de los chicos malotes ni si Brad Hunter es de los que dedican su vida a estudiar, pero lo cierto es que Ben se va poniendo más y más cachondo a medida que Brad se va desnudando y no puede evitar pasar de la cámara para reventar ese culazo estrecho y virgen que se abre ante su cara.
La mayor sorpresa se la lleva con la entrepierna de Brad, cuando su pene va engordando y creciendo como un cabronazo hasta el punto de casi superar en tamaño al suyo. Claro está, una mamada había que pegar a ese trabuco, aunque fuese del todo imposible llegar a besarle las pelotas de lo larga que era. Brad es todo un Clark Kent y Ben le mete toda la kriptonita por el culo para debilitar sus poderes.