Igor Silva y Tim Kruger disfrutan sin condones de la boca y el culazo tragón de Rex Lima con sus 25 cm de rabo cada uno | Tim Tales
Igor's Barcelona 3some
En la azotea, bajo el calor del sol, Igor Silva y Tim Kruger se quitan los calzones. Tienen a Rex Lima justo en medio. El chaval entra en modo cachondo al ver esas descomunales pollazas colgando y meneándose a cada lado. Son enormes. Ha visto tantas que sabe apreciarlas y si su ojo no le falla, entre las dos deben sumar medio metro de pija.
Cuando se pone de rodillas y empieza a chuparlas, se siente como en un juego de ilusionismo. La de Igor le parece descomunal, algo fuera de este mundo y no sólo goza de buena salud en la polla, sino que los huevazos los tiene enormes y le cuelgan una barbaridad. Pero cuando acude a la de Tim, le parece que el tamaño es parecido si no igual. Puede que por la complexión más bajita y delgada de Igor, el hecho de tenerla tan grande destaque más.
Sí, sí, delgadito es, pero menuda fuerza empotradora tiene ese cabrón. Cuando Tim y él se lo reparten para ver quién entra primero, el tio la mete con fuerza y le desgarra el ano. Joder. Rex mira hacia atrás, le apetece insultarle, pero entonces admira ese bigotito fino al estilo italiano encima de sus labios, esa carita atractiva y guapa, sus abdominales bien marcados en el torso envuelto en sudor, casi en los huesos pero con una fuerza increíble, vuelve a mirar hacia adelante y deja que ese gañán se la meta como quiera.
Son salvajes. Se turnan con rapidez para calentar sus rabos dentro del agujero. Juegan con él como quieren, a rellenarle el culito de polla, a metérsela por la boca y follársela, a ponerle el trasero hacia arriba y agujereárselo metiendo el rabo uno primero y el otro después. Rex no puede parar de sonreir de felicidad al verles hacer eso. Está impresionado por el tamaño de sus enormes pollas y más todavía porque le quepan enteras por el ojete.
Cuando Igor le penetra desde arriba y sin querer empuja con su muslo el pene de Tim haciendo que rebote una y otra vez, Rex se pone cachondo. Le encantan esos «sin querer«, esos roces entre dos hombres que no están destinados a tocarse pero que están tan cerca que terminan rozándose. Igor es el primero en correrse en su cara, dejándole los morros llenos de leche. Tim se la pela y cuando estalla de placer se la suelta. Su pene se corre sin manos, una ingente y generosa cantidad de lefa acumulándose en la raja de su enorme cipote. Rex abre la boca y le arropa el capullo con la lengua, deseando que caiga, deseando tragársela y relamerse.