Este hotel va a acabar conmigo. A menudo veo a tios paseándose medio en bolas por los pasillos, a otros cruzando de habitación en habitación en mitad de la noche y cuando llamo al ascensor sorprendo a dos tios dándose el lote. Hasta ahora yo había sido un mero espectador de tanta lujuria, pero ahora Ruben Martinez me ha cortado el paso y sé que antes de llegar a mi habitación habré de pasar por la suya y hacer cosas de chicos.
Es guapísimo, tiene unos ojazos azules que no puedo parar de mirar y una carita de lo más sensual. Al ir semi desnudo no puedo evitar fijarme en su cuerpo. Me gusta que no sea una rata de gym y que tenga pelo en pecho. Lleva la toalla blanca anudada alrededor de la cintura y estoy deseando ver esa pelambrera que aguarda más abajo. Eso y su polla.
Con su media sonrisa, la forma en la que se toca dejando claro que su zona erógena está en las tetillas de sus pectorales y el agarrón de paquete, me tiene ganado. No espera ni a que lleguemos a la habitación. Sin importarle que otros puedan verle allí, en mitad del pasillo, se quita la toalla y me muestra su erección. Tiene un pito formidable y sanote. A ojo de buen cubero calculo que entra en el club de los veinte y esa cantidad me flipa.
Se masturba delante de mí. Me mira fijamente mientras comete la guarrada de apretarse la raja del cipote con el dedo índice, apartarlo y llevarse una hilera de precum. Me relamo. Aunque no la tenga en mi boca, lo hace de tal forma que casi puedo saborearlo. Se acaba de sentar en el sofá de invitados de la sala de espera y se ha abierto de piernas enseñándome su generoso culazo.
Llevaba unos juguetitos a mano y no ha dudado en metérselos por el agujero del culo. Después de joderse bien el culo con rabos de goma, se ha agarrado la pija y no ha parado de meneársela hasta lanzar unos escupitajos de lefa que le han dejado un reguero desde la barba hasta los pelos del torso. Vuelve a mirarme y me guiña un ojo invitándome a pasar a su habitación. No sé cuánto aguantaré dentro de él, pero el tiempo que sea lo disfrutaré. Este puto hotel me ha atrapado com a tantos otros.