Dragon Rojo le hace tris tras a Will Schokolade sin condón en el bosque cerca de la playa | Latin Leche
Fuck Me on the Beach
Ni era dragón ni su piel era de color rojo, pero Dragon Rojo tenía un cuerpazo que era la hostia, atlético y musculadito. Allí estaba esperando en la orilla de la playa, completamente en bolas, con un culazo que entraban ganas de ponerse enfrente de él, cogerle por las nalgas a dos manos y atraerlo hacia tu cuerpo para viciarse con su presencia.
Un rato antes, nada más descargar, El Aleman metió la mano en el bolsillo de los pantalones para mandar un mensaje a su colega comentándole la jugada. Will Schokolade era todo un chocolatito, un caramelo inigualable. Se lo había dejado preparado en el bosque cerca de la playa. Por si había más chicos de color, le dio indicaciones. Lo encontraría probablemente meneándosela encima de una toalla azul. Y otra indicación más: era insaciable.
Sabiendo que probablemente, por las hora que eran, él no fuera el último chico en follarle el culo y la boca, Dragon se internó entre los árboles y allí lo encontró, totalmente receptivo. Le dijo que era amigo de El Aleman y enseguida el chico empezó a chuparle la polla. Dragon se inclinó para darle unos cuantos besos, imaginando que esos labios momentos antes habían estado posados sobre la verga de su amigo, puede incluso que mojaditos con su semen.
De vuelta a la mamada, se le empezó a poner morcillona y luego super dura y empinada hacia arriba, con el pellejo a tope hacia atrás, descubriendo su gran cipote. Al ver el pedazo falo que tenía enfrente, Will intensificó la mamada, succionando fuerte y rápido. Dragon le cogió la cabeza por detrás a dos manos, la apretó hacia adentro, hacia su entrepierna y le folló la boquita a placer.
A empotrador no le ganaba nadie. La pintaca que tenía con esos biceps, buenos hombros y pectorales, hacían que fuera una delicia verle machacar agujeros. Desconocía si su amigo se habría pimplado el rabo de aquel chaval, pero él pensaba hacerlo. Lo vio ahí colgando, largo y morenito y tuvo que hacerlo. Hincó las rodillas en la arena y se la llevó a la boca.
Le puso mirando contra el árbol y se la encajó a pelo por detrás. Las ramas dibujaban sombras sobre sus cuerpos desnudos follando como animales. Will estaba encantado con la dureza y el tamaño de esa polla jodiéndole el culo. Tuvo que agarrarse a una de las ramas para no caerse de gusto y de vez en cuando miraba hacia atrás para ver a Dragon dándolo todo, con esa carita tan atractiva y todos esos músculos destacando entre sol y sombra.
Lo hicieron todo el rato por detrás, hasta el final. Dragon se levó a Will a una zona más abierta a la entrada del bosque, lo puso a cuatro patas y arremetió contra su culo una última vez. Cuando notó que sus huevos estaban sobrecargados, preguntó a Will si quería leche. Will asintió con la cabeza, Dragon aumentó de ritmo la follada y aguantó hasta el último momento. Nada más sacar la pija, se corrió sin manos sobre la espalda del chaval.
El instinto le llevó a agarrarse el rabo y seguir meneándoselo para sacarse toda la leche. Para entonces Will tenía la parte baja de la espalda con un buen charco de lefa. Con la boca entreabierta, exhalando el gusto de la corrida, Dragon disfrutó de los momentos de placer tras la eyaculación. Will se volvió para mirarlo, de rodillas en la arena, sentado sobre sus talones. Le jaló la polla corrida y la mantuvo entre sus labios para hacerse su propia paja.