Olivier Robert cubre todas las necesidades de Manuel Skye en el baño para hombres, le come la polla y se deja follar a pelo | Men At Play
Bathroom Attendant
Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Manuel Skye había escuchado esto tantas veces, que quiso saber el por qué se decía y no logró descubrir el motivo hasta bien entrada la noche, minutos antes de marcharse del casino, cuando entró en el baño y sorprendió al chulazo Olivier Robert mirándole cómo meaba. Que le miraran en los baños no era una novedad para Manuel. Tenía que lidiar con ello porque la naturaleza le había dotado con un rabo bien grande que no escapaba a la vista de otros varones, pero que el propio personal del casino fuera tan poco profesional sí le llamó la atención.
Y ahora que caía en la cuenta. ¿Por qué tenían en el casino a un tio atendiendo en los baños? Manuel se llegó a preguntar si sería uno de esos locales donde quieren tener bien atendidos a sus clientes en todos los aspectos, no sólo en el del juego. ¿Estarían allí sólo para ofrecer la toallita para secarse las manos o para algo más? Entrada la noche, las ganas de follar perseguían siempre a Manuel como una capa invisible, así que se dispuso a comprobar si podría hacer con ese chulazo algo más que pedirle la toalla.
Apuntó con el rabo hacia los zapatos y se meó encima. Instó a Olivier a limpiárselos y lo hizo. Todavía tenía la polla colgando por fuera de la bragueta. Siguió meando justo al lado de su cara. Se puso cachondísimo. Olivier miró hacia arriba para preguntar si podía hacer algo más por él. Ay, qué ojazos y qué santo varón. Claro que sí que podía hacer algo más.
Comerle toda la polla, hasta los huevos, tumbarse encima del lavabo y ofrecerle su culo con las piernas bien abiertas para descerrajarle unos buenos pollazos, saltar sobre su polla, los dos como un par de cerdos desatados encima del retrete. Y para terminar, ponerse de rodillas, abrir la boca, sacar la lengua y permitir que se le corriera encima de la cara. Para eso le tenían ahí currando, para servir a todos los machos y saciar todas sus necesidades.