David Torres triunfa follándose a pelo a Uriel Simon, Little Demon y Tomy Darko | Latin Leche

Esa mañana Uriel Simon y Little Demon se levantaron de lo más caliente. Habían probado muchas cosas en el terreno sexual. Ya sabían que se lo pasaban bien ellos dos a solas, que un tercero en la cama hacía las cosas más interesantes, pero esta vez tenían un hambre desmesurada y en un impulso, cada uno de ellos eligió a un tio que le gustaba por la aplicación para darles las coordenadas y que fueran al piso a hacerlo con ellos.

Decidieron empezar solos. Estaban besándose y magreándose los paquetes, a punto de sacársela e iniciar un camino de no retorno, cuando el primero de los chavales a los que habían invitado a follar apareció por la puerta. Joder, David Torres estaba tremendo, mejor incluso que en las fotos de la app. Tez morenita, atractivo, cachas, con unos buenos brazos y lo demás por descubrir, con muy buena pinta.

El tio miró hacia abajo y vio que los dos estaban empalmados. No sabía si es que se alegraban de verle o si ya habían empezado. Cualquiera de las dos respuestas habría sido completamente válida dado el aspecto de David, que se se hizo a un lado pidiendo que no se cortaran, que siguieran a su rollo mientras él se tocaba y se ponía a tono.

Tener espectadores era algo que motivaba aún más a Uriel. Se bajó los pantalones mirando a David, esperando que le gustara lo que iba a ver en ese momento, su enorme pollón saliendo disparado hacia su vientre, una pedazo de polla enorme que cuanto más chupaba Demon entre sus labios, más tocha se ponía, durísima, con el cipote grande y deslumbrante.

Mientras Demon seguía chupándosela como él sabía, cada vez imprimiendo un ritmo mayor, Uriel pidió permiso a David para tocársela. Le plantó la mano justo donde vio el bulto que se le había marcado bajo los pantalones y se puso contento al sentir que ahí debajo había un buen pollote. David se bajó los pantalones y le mostró su pirula tiesa y morenota. Uriel la cogió con la mano y la dirigió a su boca. La miró de cerca y se le metió dentro.

A Uriel todavía le costaba asimilar la imagen de su compañero mamando otra polla que no fuera la suya. Le encantaba mirar cómo se la tragaba y, lejos de acrecentar sus celos, le excitaba. Siempre había mamado mejor que él, que en cuanto el cipote de un tio le rozaba un poco el fondo de la boca, le entraba arcada por mucho que le gustara comer pollas. Demon no, Demon se las tragaba si podía hasta las pelotas.

Acabaron los dos comiéndole la polla a la vez, comiéndose las babas el uno del otro. Ese tiarrón tenía flow, algo que hacía que no pudieras parara de comérsela y encima había llegado con las axilas sudadas. Si ya era extraño para Uriel ver a su compa chupar otra verga, más raro se le hacía todavía verle entregarse a otro tio. Demon se dio la vuelta delante de David y se inclinó dándole culo.

Tenía un culito maravilla, respingón, blanquito y pequeño, perfecto para cometer locuras. Los tios más pollones lo veían como un reto. David se dio cuenta al instante de meterla de lo apretado que estaba. Con tiento y cariño, se la metió sin condón y caderazo a caderazo fue metiéndole cada vez más trozo de polla, hasta que la hundió dentro y pudo empezar a follárselo a pelo.

A Uriel le encantó ver en primea fila la escena. No paraba de mirar a ese tio guapo follando, dándolo todo. Estaba buenísimo. Para cuando llegó Tomy Darko, todo iba rodado. Lo primero que hizo fue comerle la polla a Uriel, mientras sus oídos se llenaban con el placa placa de las caderas de David chocando contra las nalgas de Demon, un sonido glorioso.

Abandonó la pija de Uriel por la de David. Se la comió bien comida, retando a Demon a ver quién tragaba mejor y luego dio culo, el segundo para David, encantado con poder follarse al chico nuevo. Justo al lado, encima de la cama, Uriel dio por culo a su compa. Fue un poco raro que después de buscar a esos dos para pasar un buen rato, acabaran en parejas. En cuanto Uriel se dio cuenta, cambió la situación.

A David sólo le faltaba un culo por follarse, el suyo. Aprovechó que el chulazo estaba en la cama sentado para cogerle el rabo y hacer una sentadilla encima. Se la clavó entera, dejando que Demon y Tomy vieran cómo esa pedazo de polla dura y morena entraba por su culo blanquito. Uriel era más de dar, pero joder, qué gustazo cuando dejaba que se la metieran, feliz de la vida.

Pensó en lo diferente que era follar a ser follado. Teniendo el control se volvía un animal rabioso, empoderado y sin embargo cuando se la metían se convertía en una putilla, en un conejillo indefenso ante la mordida del lobo.

Tumbados sobre la cama, los cuatro se abandonaron a unas pajas. Cada uno con su rabo en la mano, Uriel fue el primero en soltar la peladilla. Los otros tres estaban a punto de caramelo. Tomy estaba cachondísimo, a punto de soltarlo todo, girando la cabeza a un lado y a otro, echando el aliento y mirando fijamente a David y a Demon. Fue le siguiente en soltar un buen flujo de leche disparando contra su cadera.

Demon le siguió los pasos. Elevó la cabeza para mirar su polla. De ella emanaba un montón de leche que cayó por los laterales del rabo, mojándole todo el puño. Cuando David gimió, todos fijaron la vista en su polla, mirado cómo se corría encima. Alguno todavía temblando de gusto, otros congraciándose con el maravilloso momento que sucedía tras soltar paja. Los cuatro desnudos y saciados sobre la cama. Sin duda, pensó Uriel, cuatro pollas eran mejor que una.

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