Estaba con el rabo en la mano, haciéndose una buena paja, viendo porno en el móvil, cuando sonó el puto timbre de la puerta. No había nada que molestara más a Luciano que estar en mitad de una partida y que le interrumpieran, sobre todo porque a ver cómo hostias se la colocaba ahora en los pantalones para que no se le notara el empalme que llevaba encima, que además la tenía bien larga.
A ver si colaba con el truquito de hacer coincidir la punta con la cintura de los vaqueros que era más gruesa y echar el culete un poco para atrás. Lo malo es que quien venía no era un repartidor o el vecino pidiendo azúcar, era el profe de inglés Magnus Loki, del que ya no se acordaba que iba a venir por primera vez a casa y al que habían contratado sus padres para que estudiara un poquito y la menos aprobara alguna asignatura ese año.
Nada más verle supo que le conocía de algo, que su cara le era muy familiar. Tras unos momentos de incertidumbre, cogió el móvil, entró en la web de menatplay.com y le puso la escena donde Gustavo Cruz se lo estaba follando con su gran tranca. Magnus iba a largarse por patas cuando Luciano le chantajeó agarrándolo por la corbata y amenazándolo con que ese vídeo podría publicarse accidentalmente en su currículum de internet si no se quedaba y le dejaba hacer lo que le hizo Gustavo en aquella escena.
Si hubiera sido otro cualquier a a lo mejor Magnus hasta se habría arriesgado, pero Luciano era demasiado guapo como para resistirse a sus encantos, con esa carita, esos ojazos y esa polla dura y larga que se sacó por la bragueta, preciosa. Se la chupó con ganas y Luciano se la devolvió antes de que le diera la vuelta y se apoderase de su culazo, pasando la mano entre sus muslos, cogiéndole la polla, masturbándosela y haciendo chocar el puño contra sus huevos cada vez que la subía.
Vio cómo Luciano se ponía de pie completamente desnudo, con su cuerpo musculadito, se escupía en la mano, se rociaba el pene con saliva y luego sintió la potencia de su rabo penetrándole por dentro y sin condón. Se había propuesto seguir los pasos de Gustavo Cruz y lo estaba haciendo. El chaval le abrió de piernas en el sofá y le reventó a pollazos disfrutando de su gran sueño de follarse a una estrella del porno.