El Aleman mete una follada a pelo a Will Schokolade detrás de los arbustos y se corre en su cara | Latin Leche
After Fucking His Gay Friend, Straight Dude Plows a Black Stud at the Beach
La idea de llevar a un amigo por el sendero del mal era algo que a El Aleman le ponía cachondo. Ante todo quería que Dragon Rojo se lo pasara bien y de alguna forma también quería que otros chicos descubrieran el sexo con su colega, que además de tener una cara de la que era difícil apartar la vista, estaba cachas y buenorro. Próxima parada, la playa.
El lugar donde ligar y encontrar lo que buscas es más fácil. A diferencia de los locales, donde primero pescabas y luego cocinabas la pesca llevándote al tio al baño descubriendo todas sus bondades, en ese espacio abierto todo quedaba a la vista, donde los chicos iban sin camiseta y donde los bañadores, sobre todo tipo slip, no dejaban lugar a dudas del tamaño de un buen rabo, amén de las bermudas que esas sí que lo marcaban todo al salir del agua, con la tela pegándose al rabo y los huevos.
Y si en una playa normal sucedía eso, en una nudista era como estar en unos grandes almacenes llenos de lucecitas de Navidad, las miradas follándose los cuerpos y los rabos colgando de los bañistas. Dragon, todavía algo tímido, pidió a su compi que fuera de caza para luego comer los dos. El Aleman se quitó el bañador y la camiseta y se quedó esperando sobre la toalla, completamente en bolas a primera hora de la mañana.
El primero que pasó, un negrazo musculoso y con una buena pija, mordió el anzuelo. El tio no se andó con remilgos. se puso de rodillas en la toalla de El Aleman, alargó el brazo sosteniendo su rabo y le dijo que podían pasar un buen rato. El Aleman le dijo que venía con un amigo. A Will Schokolade no pareció importarle. Le dijo que le llamara y que sabía de un lugar donde hacerlo, detrás de unos arbustos, aunque si lo prefería, podían probar ese lugar juntos antes de hacer un trío.
El Aleman esperó que Will le pusiera a comer rabo, pero el chaval resultó ser un pasivazo de mucho cuidado. En cuanto se agachó, a El Aleman se le puso la trompeta bien dura. Cómo comía rabo ese cabrón, además atragantándose con él, con las pelotas en la barbilla mientras por ahí abajo se cascaba una señora paja. Nada más levantarse, El Aleman le dio la vuelta para que se apoyara contra el tronco del árbol que tenía enfrente y se la metió por ese culo negro sin condón.
Sentir cómo la arena se le clavaba en las nalgas cuando se sentó en el suelo, no fue problema para El Aleman, sobre todo en cuanto Will se sentó sobre sus piernas y ajustó la polla dentro de su agujero. Su pene grande y robusto penetrando ese agujerazo fue la puta hostia. Puto cerdo. En cuanto se le hincharon las pelotas, se levantó, le empujó de un hombro para que se agachara y descargó el semen sobre su cara, ahí, dejándole un buen lefote en la nariz, dibujándole el bigotito. La mañana había empezado mejor imposible y ahora Will quería conocer a su amigo.