Malik Delgaty taladra a pelo el apretado culito de Troye Dean en la bañera con su enorme polla | MEN
How I Fucked Your Brother
Del último que esperaría Malik Delgaty que le tirara los tejos, era del hermano de su chica. Le conoció de una forma un poco inusual de como se suelen dar a conocer normalmente los hermanos de tus novias. Fue al llegar a casa, su chica salió a recibirle y, aprovechando que su hermana estaba de espaldas a él, al otro lado de la puerta Troye Dean sedujo a su futuro cuñado dándose la vuelta y bajándose la parte trasera de los vaqueros para enseñarle su culito redondito y apetecible.
Quien le hubiera dado información íntima de que le gustaban los culitos apretados, había acertado de pleno. Aunque Malik tenía clara su vida sentimental, la sexual era harina de otro costal. Hacía tiempo que se había convertido en un batiburrill de emosiones dispersas y diversas con las que ni él mismo se aclaraba, por lo que había tomado la determinación de follar cuándo, cómo y con quien quisiera según le apetecía. Una decisión de lo más noble consigo mismo.
Por eso, cuando Troye se acercó a saludarle y lo primero que le dijo al oído era que le esperaba en el baño para que se lo follara, a Malik se le hinchó la polla e hizo todo lo posible para no tardar en llegar a su cita con ese chaval que se veía que estaba necesitado de rabo. Y por suerte él tenía de sobra para darle. Se ensució el mono de trabajo con tierra de abono de las plantas del salón y convenció a su chica de que necesitaba una ducha.
Al llegar al cuarto, se encontró a Troye dentro de la bañera, cascándose una paja, mirándole como si lo deseara. Más bien no cómo si lo deseara, sin que estaba comiéndoselo con los ojos, casi venerando la imagen de Malik delante de él presenciando su masturbación. Malik le respondió como mejor sabía. Se echó mano al paquete y se marcó el contorno de su voluminosa pollaza. Troye flipó en colores al ver ese tamaño y se quedó con la boca abierta.
Mientras Malik se desnudaba enseñando a Troye su torso desnudo, que estaba cañón, todo musculoso e imponente, pensó que a lo mejor el chaval no le llegaba ni al primer asalto, porque casi se le salió la leche de la polla al ver sus pectorales. Le entendía perfectamente. No todos los días se encontraba uno con un tiarrón tan cachas y atractivo como él.
Las palabras que salieron literalmente por la boca de ese granuja al ver salir la polla de Malik rebotando toda dura y enorme en su entrepierna, fueron «la hostia puta«. Dejó de hacerse la paja y se arrodilló en la bañera metiéndose esa enorme polla dentro y mamando como un puto famélico, atragantándose de las ganas que tenía de pirula el cacho cabrón.
Qué boquita tenía para chupar pollas. A Malik no le gustaba comparar pero diría que incluso mejor que la de su hermana y además este tenía mejores tragaderas y más hambre. Le agarró la cabecita con las dos manos y la hico rebotar como un balón tragándose su rabo. Qué hambre tenía el colega. Malik le puso una mano en la frente para verle la cara. Su boca abierta, la lengua por fuera. Le arreó unos buenos pollazos en todos los morros haciéndole desear su tranca y le folló esa boquita de lado para ver cómo su polla entraba y le inflaba esos mofletes.
Había otra cosa que Troye tenía mejor que su hermana, un hueco por el que ella nunca le dejaba entrar. Mira que él lo intentaba siempre cuando se la follaba por detrás, haciendo el intento de meterla, pero ella siempre acababa por darle un cachete en el muslo para que se olvidara de la idea. Ahora no, ahora sería real. El culito de Troye estaba delante de él, contoneándose. Le abrió la rajita y descubrió ese ojete apretadísimo por el que siempre había deseado meterla.
Su novia apareció en el baño. Por suerte Malik estaba dentro de la bañera y escondió a su hermano tras las cortinas. Eso precipitó las cosas. O le follaba el culo ahora o nunca. Se levantó, le puso mirando hacia los azulejos de la pared y le empotró metiéndole sin condón todo el rabo por el culo sacando de su boca un gemido intenso cargado de dolor y placer al mismo tiempo.
Así que así se sentía al meterla por el ojete apretado de un culito. Malik estaba en su salsa. Ese día más que nunca comprendió que su sexualidad sería libre para siempre. Troye intentó evitar el cruce de miradas con Malik. A pesar de que le encantaba la guarrada que estaba sucediendo en ese momento, casi no podía creer que el chulazo del novio de su hermana se la estuviera metiendo en el baño, porque era como ver un sueño cara a cara hecho realidad.
La de pajas que se había hecho a solas en su cama pensando en él en su cuerpo, en su verga. Y ahora le tenía empotrándole por detrás, con todo su pene enorme y erecto dentro de su culo. La culeada que le metió desde abajo sentado en el borde de la bañera fue de aúpa. Ese tio no tenía sólo una polla, tenía una maza perforadora. Menuda polla tan bien formada y cilíndrica, perfecta.
Necesitó ver su cuerpo, su rabo, su cara de follador. Se tumbó bocarriba en el estrecho hueco que había entre el retrete y la bañera, elevando la espalda, colocando su culete justo en el borde, bien abierto. Malik colocó ese culazo entre sus piernas, con la mano inclinó su durísima polla y lo taladró a pelo. Ahora que Troye miraba a su sueño frente a frente, se dio cuenta de que era incluso mejor de lo que había soñado.
Ese tio era la hostia, estaba buenísimo, su hermana tenía muy buen gusto y él estaba disfrutando de su grandísima polla perforando el agujero de su culito. Le ayudó a levantarse. Malik se puso de rodillas en la bañera, con la polla larga y recta mirando al frente. Era una puta delicia. Aunque Troye no sabía muy bien qué esperaba de él, lo imaginó. se subió a la bañera colocando manos y pies en los bordes y fue bajando el culete hasta sentir la erección de Malik acariciando la raja de su trasero, entonces él le metió un caderado y empezó a follárselo.
Ahora sí que le tenía bien cerca y casi ni podía mirarle a la cara por miedo a sentir que le amaba. Pero Malik le agarró del cuello y le obligó a hacerlo. Cuando Malik le miraba él cerraba los ojos sintiendo todo ese placer dentro de su cuerpo. Cuando Troye miraba la cara guapa de Malik, se lo encontraba mirando hacia abajo, concentrado en follarle. De vez en cuando sus miradas se cruzaban, la mantenían un par de segundos y se hacía magia.
Fue el mayor placer de su vida para Troye plantarse de rodillas fuera de la bañera y sentir cómo la leche de Malik empezaba a decorar su carita empezando por la frente, colgando viscosa por la punta de su nariz, resbalando por el labio superior para introducírsele por la boca con un buen colgajo entre el labio y la lengua para darle ese regusto amargo al cerrarla y saborear todo su semen.
Miró hacia arriba. La cara de Malik reflejaba el sumo placer en un hombre. Al mirar hacia el frente vio su enorme polla, una gota de lefa que salía de la raja de su capullo. Se la relamió de un lengüetazo y con la cara llena de leche se cascó una paja. La novia de Malik entró por la puerta del baño y se contró una escenita que a ninguna hermana le hubiera gustado ver. A su hermano de rodillas y a su novio entregándole toda su leche. Ella le llamó hijo de la chingada, pero su hermanito más bien prefería que a partir de ahora le llamara hermano de la chingada, porque su novio ya se había prendado de su culito y tendrían que compartir su amor.