Ryan Bones perfora el tierno culito de Daniel Hausser sin condón con su gorda pollaza | BROMO
Tough On Twinks
Cómo no iba a tener sueños húmedos Daniel Hausser si sus padres se habían ido fuera y le habían impedido meter a extraños en casa, sexo, fiestas con los amigos, esa música que ellos creían que venía del mismísimo infierno. Me cago en la puta, si hasta le habían prohibido salir de casa y rezar siempre antes de dormir. No habían pasado ni unas horas y se había levantado de un sueño en el que convivía con un compi de piso buenorro y tatuado que tenía la polla gigante, donde él se ponía ropa de lencería y el tio se la metía hasta las trancas. Le había parecido tan real…
Suspiró hondo frente a la puerta de la nevera, donde con cariño papá y mamá le habían redactado todas esas cosas. Por supuesto que se iba a poner a rezar, comenzando por hacerlo en la ducha, pero rezando con la polla, machacándosela a pajas hasta quedarse ciego y después como un niño bueno se pondría de rodillas frente a la cama y pediría al señor que le trajera a un tiarrón masculino, buenorro, con barbita, musculoso y muy machote, con la tranca bien gorda y grande.
La hostia puta, que se cumplió su sueño!! Desde que había despertado, fue ajeno a un ladrón que había entrado en casa, pero cuando el tio apareció por detrás, tapándole la boca y susurrándole al oído que dejara de rezar, que el señor ya le había traído a ese chulazo con una buena polla, supo que sus plegarias habían sido escuchadas.
Se quedó con la boca abierta al girar la cabeza y ver a ese Dios. Sin duda el señor tenía buen gusto y estaba atento a sus necesidades. Ryan Bones le cogió de los pelos y le acercó a su paquete para que lo oliera, antes de bajarse la cremallera y sacarse toda la chorra. Le salió rebotando, durísima, larga, un pedazo nabo bien grueso que a Daniel le hizo abrir la boca de puro placer.
Qué fuerza tenía el cabrón, tanto para darle hostiazos en la lengua con la minga dura como para cogerle como a una puta y lanzarle contra la cama, mancillando con esa enorme y gigantesca pija su tierno y virginal culito joven. Daniel creyó ver la luz, un mundo nuevo, cuando el chulo le clavó la verga sin condón. Ninguno de los juguetes que tenía en el cajón podían compararse a esa experiencia, una polla dura y caliente perforándole el agujero del culo.
Ese macho le cogió en volandas, se tumbó en su cama y le enchufó el rabo. Daniel se quedó sobre el cuerpazo musculoso y fornido de ese secuestrador de culos, saltando arriba y abajo cada vez que el cabrón le metía la polla. Ryan remató la jugada follándoselo bocarriba, tapando su boca para que no gritase mientras le partía el culo en dos. Daniel estaba más que encantado con la respuesta a sus oraciones, olisqueando la palma de esa manaza grande que lo amordazaba, una mano que olía a sexo.
Ni en sus sueños habría tenido cabida esa cerdada, un tiarrón que era tres veces más grande en complexión que la suya usándolo como su juguete particular para darse placer. En cuanto le liberó el cuello con la mano que le tenía aprisionado por la garganta, Dani se corrió encima. El tio le dio la vuelta y siguió destrozándole el culo a pollazos hasta que se corrió entre sus nalgas. Sintiendo su semen caliente resbalándole por los muslos, sólo se le ocurrió dar gracias al señor.