
[Tim Tales] Flex, Diego Lauzen y Wagner Vittoria se comen los rabos y follan en los tejados de Barcelona (doble penetración)
La llegada de Flex al mundo del porno gay sólo podía traer cosas buenas, pero que muy buenas! Fue una delicia poder disfrutar de él en su debut nada menos que penetrado por un pedazo pollón como el de Tim Kruger, rompiendo con el órden lógico que muchos actores siguen, primero dando, después recibiendo, aquí qué cojones, Flex llegó directamente poniendo el culazo para gozar de lo que más le mola, un buen rabo dentro del culo. Su estancia en Barcelona la ha aprovechado magnificamente porque tras esa escena, ya podemos ver no sólo esta, que os traigo ya mismo porque me pone burro, sino otras dos, una rodada para Men At Play con Dato Foland y otra para Stag Homme junto a Goran, escenas que por supuesto no tardaré en traer aquí comentadas.
Brasil y Argentina se comen los rabos en una escena épica, de esas que todo aficionado al porno gay debe ver, porque al macho argentino Flex se une la parejita de Diego Lauzen y Wagner Vittoria, que además de por separado, les encanta agujerear culos y disfrutar de su vida sexual calzándose a otros tios. Hay que aplaudir a Tim Kruger por esta sabia decisión de juntar a los tres para darse el lote porque el resultado ya sólo de pensarlo es alucinante, tres chavales guapísimos, fuertes, cuerpos bronceados, muchos músculos juntos que a mí eso me la pone tiesa, culazos y muy pollones lamiéndose los palos y abriendo el culo para disfrutar del sexo entre machos.
Joder, se podrán quejar los extranjeros de nuestro clima, una ligera brisa, solecito, una azotea donde pasarlo bien escuchando de fondo el ruido de algún que otro coche y las risas y voces de la gente de la ciudad, un par de amiguetes, algo de bebida, camisetas y pantalones fuera y empiezas a empalmar como un campeón con tus colegas. Barcelona y sus tejados, no es extraño que los tres tengan las pollas a punto de explotar y eso que acaban de comenzar, viendo tanta cara guapa y tocando musculitos a cualquiera no se le pone dura. Cómo no, Diego y Wagner dejan a Flex en medio, para que el chaval, mire donde mire pueda sentirse arropado y a gusto, siempre con un buen pollón en la mano o dentro de la boca. Además no hace falta que diga que le gusta, ya lo dice su rabo por él, que se le pone tan tieso que se le queda en paralelo a los abdominales.
Los jueguecitos que se traen en la piscina superan a la imaginación. Menudo sandwich le meten entre la parejita, con los cuerpos pegados y frotándose los rabos mientras no dejan de devorarse con las miradas de animales cachondos y se repasan la lengua por las bocas como salvajes. Diego se agacha y deja su cabeza guapísima entre medias de las dos mangueras, todo un glotón comiendo, saborea primero la de su novio y después Wagner le ayuda a encajarse en la boca la del nuevo amiguete. A Wagner le excita mucho ver a su chico mamar otros rabos y se queda fijo y atento mirando cómo se come ese hasta tragárselo enterito. Le ve que se lo chupa tan bien que hasta él se agacha para probarlo. Dos boquitas brasileñas en una polla argentina, un puto sueño.
Como el puto amo, Wagner se sube al borde de la piscina con la polla tiesa y en un momento tiene las dos bocas adorándole la minga. Flex y Diego se ponen cachondos, sacan las lenguas y empiezan a rebozarlas por el tronco dejándolo limpio. Wagner se arquea un poco para poder ver su rabo entre las dos cabezas y les acaricia las caras mientras ellos siguen dándole, pasándose de uno a otro el ciruelo, invitándose a probarla como si fuese un lapicero gordo. Flex no está dispuesto a dejar de disfrutar de más rabo dentro de su boca, así que, con Diego y Wagner sobre el bordillo sentados, va pasando de rabo a rabo metiendo un buen pajeo de mano y boca de estos que no te dejan centímetro sin contacto.
El tio cada vez se pone más cariñoso y se las traga hasta los cojones, se acerca más a sus cuerpos y se reboza. No para de mamar pollas pero se entera de todo lo que sucede por arriba, cuando Diego y Wagner se besan y él se mete en medio para disdfrutar también de las bocas de esos dos tios y del roce de sus narices y lenguas. Wagner le coge la cabeza y le devuelve a la posición de mamada, dándole un ligero toque hacia abajo para que se la trague y echando un vistazo a Diego con la mirada perdida, como diciéndole «joder cómo me la está comiendo el cabrón».
Otra vez en medio de los dos, Flex no para de deleitarse con el contacto de sus manos repasando el cuerpazo de Diego mientras le besa, le lleva la mano por sus músculos, por las pelotas, le acaricia la polla y por detrás ya tiene atacando a Wagner, que le ha colocado la polla justo en la ranura de su precioso culo y se la está frotando con él. Una gracieta de Tim Kruger da paso a uno de los desfiles más bonitos del mundo, ni la pasarela de Cibeles ni la de Milán, nada hay comparable a ver a tres tios buenos salir de un jacuzzi con los rabos duros hacia arriba y rebotando, desfilando uno detrás de otro.
Flex sigue estando en medio cuando Tim les seca con la toalla y les deja seguir en el salón, el objeto de deseo de la parejita. Diego y él se intercambian mamadas y por detrás Wagner no para de retozarle la polla, aprovechando la apertura de los muslos y después la raja de su culo mientras va rompiendo el plástico que envuelve el condón, se lo coloca y empieza a partirle el culo. Justo en ese momento en que le empieza a entrar el rabo por detrás, baja el ritmo de mamada a Diego y se aferra a él con mucho cariño, chupando más lento pero con más fuerza, como reflejando lo que está sintiendo por el agujero.
Cualquiera de nosotros los haríamos si estuviésemos entre dos machos que no nos dejan salir de allí, Flex arquea la espalda dejándose follar como nunca y no para de tocar con las manos y besar a Diego por delante. Con dos tios así es normal volverse loco. Flex hace honor a su nombre artístico, el tio es flexible a tope, lo demuestra cuando va persiguiendo hasta la cama el rabo de Diego, andando con todo el pollón de Wagner dentro de su culo y con Wagner detrás muy cerquita para que su rabo no salga de ahí. Vamos, como las parejas cuando van por la calle uno detrás y otro delante abrazados, pues igual.
Y si creíais que Flex sólo ponía el culo, toma sorpresa, esta es la escena en la que por primera vez penetra a otro tio y ese chaval no es otro que Diego Lauzen, además en un apasionante trenecito a tres de los que me encantan, donde el tio que está en medio se lleva la mejor parte, recibiendo y dando, que para hacer esto hay que tener aguante. Bestial cómo se lo monta el argentino, demostrando que es un top genial, dando pollazos rápidos y certeros que ponen a los dos contra las cuerdas, haciendo gemir a Diego y casi haciendo correrse de gusto a Wagner, que se ve obligado a sacarle la polla y calmarse para no echar toda la leche.
Por si parecía que habíamos visto de todo, el folleteo sigue y lo hace de una manera apoteósica, una escena digna de convertirse en una de nuestras preferidas del año. Flex se tumba sobre Wagner que se lo está follando y Diego ya está preparado con el condón puesto. Con el panorama está claro lo que va a suceder, entre los dos le van a hacer una doble penetración a Flex. Antes de atacar, Diego disfruta viendo cómo se mueve ese culazo pajeando el rabo de su novio hasta que tiene suficiente y empieza a inundarle de rabo. Ahí está el tio, gozando de los dos rabos de una de las parejas más calientes en su interior.
Los tres unidos por un mismo culo, Diego como un Dios griego poderoso, guapo y atractivo a más no poder, haciendo resbalar su polla sobre la de su pareja real para adentrarse hasta el mismísimo fondo de ese agujero. De vez en cuando se miran a uno de los espejos recreándose con sus propios cuerpos. Tras un pequeño relax ejercitando las bocas sobre las pollas, Wagner le da de comer rabo a Flex mientras Diego se lo folla y toma su lugar. Se lo turnan como les sale de la polla y a Flex le da igual, porque sólo hace que ver cuerpazos, tios buenos y rabos y sabe que está siendo bien alimentado. Impresionante ver a Wagner follándoselo, los dos en horizontal cara a cara y el pollón enorme de Diego en medio de sus bocas mientras se miran a los ojos, y como retándole y diciéndole «mira cabrón cómo me meriendo la polla de tu novio» va Flex y se la merienda con la mano y la boca frente a sus narices.
Armas desenfundadas, Flex sobre la cama y los tres pajeándose a punto de repartir leche. Diego sorprende el primero desde el hombro de Flex, pegándose una corrida que va cayendo sobre el cuerpo del argentino. Aunque el gustazo del momento te incita a parar el pajeo mientras te corres, Diego decide seguir y se la machaca una y otra vez con naturalidad como si nada mientras el tio no para de soltar lefa. Wagner tiene toda la pinta de haber sido malote y haberse corrido antes mientras grababan alguna parte de la escena, tiene toda la pinta a juzgar por cómo se corre. Con el rabo dentro de ese culazo como para no dejarse llevar. Con cada polla en un pectoral, Flex pone los ojos en blanco y deja escapar por su cipote unos buenos lefazos que le escupen hasta los pectorales y van bajando en cascada.
Da gusto ver a los tres machos con los rabos descargaditos y, siento decirlo, ya sé que es una enorme putada, pero es que la cosa siguió en el jacuzzi un rato después y no solo con ellos tres, sino que se unió Tim Kruger, por si había poco rabo. Pero no temáis, que Tim les pidió permiso para sacar lo que ocurrió después y todos dijeron que sí… así que si esto ha sido grande, lo que vino después no tiene nombre!!