[Tim Tales] Tim Kruger revienta a Fernando Torres con su pollón
Ajustándose bien unas bermudas de adidas negras y dejando al descubierto unos calzoncilos rojos, Fernando Torres, que se puso un tiempo muy de moda (y sigue) eso de coger nombre y apellido de futbolista y mola mucho, está perfecto se ponga lo que se ponga y desnudo está para rabiar el tio, con una musculatura de gimnasio y encima el tio es uno de estos chulazos morenos a los que uno se quedaría mirando y diciendo «joder» al verlo pasar por la calle, vamos, que está buenísimo el cabrón.
Pensar en un tiarrón así comiéndose, no sé si el rabo de su vida, pero sí uno de los más grandes que existen ahora mismo en el porno gay, es para que a cualquiera se le ponga dura sólo de imaginarlo ahí de rodillas rellenándose la boca con hambre. Tim Kruger se lo piensa reventar bien y lo primero que hace es irrumpir en el gimnasio y plantarse detrás frotándole toda la polla enorme por la espalda. Lo que se puede hacer con un pollón así es increíble. La tiene tan grande y es tan alto que no puede evitar rozarle con el rabo por todas partes y Fernando termina cogiéndola y meneándosela con la mano extendiendo la paja por todo el tronco.
Irresistible ver a Fernando Torres mirar a los ojos de Tim Kruger y a su polla y de nuevo a sus ojos como pidiendo permiso para chupársela, ver cómo se agacha y se mete el capullo que le inunda toda la boca y el tio se lo merienda como un calipo gigante, incluso jugueteando embadurnándole el cipote con saliva para rellenarse la boca y sacarla mojadita con las hileras de saliva colgando, este tio tiene un vicio increíble. Fernando quiere que le trabaje ya el culito para sentirla dentro y ver hasta dónde llega su límite. Desnudo y por delante es un chulazo acojonante, pero por detrás sigue sumando puntos, espaldas grandes y musculadas, piernas fuertes y un culo redondito y tan comestible que Tim mete la cabeza entre los cachetes perdiéndose dentro.
Tim le devora el culo a bocados mientras con una mano lo tiene bien cogido por la polla y los huevos que le cuelgan entre las piernas. Después de la comida de culo, Fernando retoma la mamada, con la cámara enfocando muy cerquita dejándonos escuchar cada chupeteo. Es una mamada para disfrutar poco a poco, deleitándose con cada pajote que le mete con la mano y la boca, intentando metérsela hasta el fondo casi hasta tocar los labios con los huevos, aunque no lo consigue, es demasiado grande.
Ya de pie, Fernando pone a Tim detrás de él, le coge de la polla y se la va metiendo a su ritmo hasta que la tiene dentro. Basta un movimiento de culo de Tim para que Fernando pierda el sentido, notando cómo ese pedazo trabuco se restriega por lugares desconocidos de su cuerpo que le dan mucho placer. Al tio se le va la mirada y no sabe cómo ponerse, termina levantando una pierna y abriendo más el culo para que esa pollaza entre y salga como le dé la gana. Tim se lo folla frente al espejo y de repente vemos cómo Fernando tiene tiempo de acicalarse y observarse a sí mismo, bien guapo, follado por un rabo enorme y poniendo unas caras de machote reventado, bufando como un toro, incorporándose y dejando a la vista un pollón guapísimo y sin descapullar cayendo por su peso hacia abajo, que está para comérselo.
Aunque Tim ya lo tiene dominado y acostumbrado a su polla, de vez en cuando Fernando hace ese gesto de no poder aguantar más y tienen que parar un segundo. Alucinante el momento en que Tim está sentado y Fernando se le monta encima, los dos con los cuerpos pegados y Fernando haciéndole una paja con el culo subiendo un poco arriba y bajando mientras no paran de tocarse y besarse, pocas veces Tim se pone así de burro y descontrolado y es genial verlo. Con este tio tan guapo encima, musculado, potente y entregado, quién no se pondría burro.
Con toda la polla reventándole boca arriba, Fernando termina metiéndose un pajote a velocidad ultra rápida hasta correrse encima. Tim se la casca justo encima de su boca con Fernando a la espera hasta que empieza a escupir brotes de leche que caen en la lengua de Fernando. Tanta leche termina rebosándole por la boca y Fernando empieza a guarretear dejando que le caiga por la barbilla y con el resto usándola para hacerle una mamada y cubrirle de lefa todo el rabo. Tim le retira el pollón bien brillante con lefa y saliva mezcladas y Fernando termina regalando una sonrisa a la cámara para correrse, guapísimo y con la boca, la barbilla y el cuello recubiertos de lefotes. Qué rico está el cabronazo.