El juez Denis Vega se deja seducir por el atractivo mecánico Oskar Ivan y acaba follándoselo sin condón a oscuras en el taller | Men At Play
Diary of an Attorney: Mistrial
¿Qué necesita un juez para dejar de seguir las reglas que le comprometen con su propio oficio? Ética, integridad, imparcialidad y otra serie de valores se pierden cuando a Denis Vega le tientan con una cara guapa, un culo bonito o una buena mamada. Y cuando las tres cosas se juntan y un chico como Oskar Ivan, guapo, atractivo, con buen porte y una boquita deliciosa, le cita en la penumbra de un taller mecánico, el lugar ideal para desatar las más oscuras fantasías de cualquier hombre, la testosterona del letrado alcaza su grado máximo.
Ese chico le pone el corazón a mil, a punto de salírsele por la garganta. Le desea como no ha deseado a ninguno antes. Se acerca por detrás respirándole a la oreja, le arranca la camisa con fuerza, le come el cuello, le soba los pectorales peluditos y va deslizando las manos cada vez más cerca de sus caderas, hasta internarlas por debajo de sus pantalones.
Le coge la polla que tiene ya casi durita y, manteniéndose en su retaguardia, le hace un pajote por debajo, atento a cada detalle, a cada gesto de su cara gimiendo y retorciéndose del gusto que le está dando con la mano. Le gira la cara y busca su boca. Desea respirar el aliento que sale por ella. Los dos se ponen cachondísimos. Denis le mete el pulgar por la boca, notando la dulzura de sus labios, la calidez y humedad de su lengua.
Sin despegarse de él por detrás, le baja los pantalones de vestir y sigue meneándosela bien rico, hasta que no puede aguantarse las ganas y baja a chupársela. Le da la vuelta y lo pone mirando contra una viga. Por suerte se ha traído el mazo en la toga, le da la vuelta por la parte del palo y deja que sea su herramienta la primera en abrir la causa, penetrando con ella el culo del chaval. Se levanta y dicta sentencia dándole por detrás. Culpable por ponerle la polla tan jodidamente dura, culpable por estar tan bueno, culpable por tener esa carita y ese culazo capaces de mandar a tomar por culo sus principios.
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