Johnny Eilish deja que Sasha Hamilton se lo folle sin condón en mitad del bosque y le deja una buena corrida en todos los morros | Bel Ami Online
Hacerlo en plena naturaleza era la puta hostia, nada que ver con intimidad de una habitación. Puede que a su favor la cama fuera más mullidita y confortable, pero hacerlo en mitad del bosque, entre los árboles, los dos, Johnny Eilish y Sasha Hamilton en pelota picada, con la brisa refrescando el cuerpo sudado y el sonido de los pajarillos y las hojas meciéndose en las copas, era tremendamente morboso y excitante.
Se habían desnudado junto a la carretera, dejando la ropa en el maletero. Habían dejado el coche fuera del arcén para evitar problemas y Sasha se había encargado de llevar una manta para estar algo más cómodos entre la hierba. Eligió el lugar, la plantó en el suelo y se tumbó encima. Ya la tenía empalmada. Johnny dio buena cuenta de su erección inclinándose hacia él de rodillas y chupándosela. Sasha miró hacia abajo y le gustó lo que vio. Johnny le encantaba, era guapo, estaba cachas y le encataba ver por ahí al fondo que se alegraba de comer rabo, porque él lo tenía también a tono.
De vez en cuando Johnny miraba hacia los lados, por si venía algún invitado inesperado. Se la siguió chupando y luego se inclinó frente al tocón de un árbol, dando la espalda a Sasha y también su culo. Antes de penetrarlo sin condón, Sasha le comió el ojete, los huevos y la polla pasándosela entre los muslos. Cómo le viciaba ver a un tio desnudo por detrás, pasar la manita y coger su tranca y las pelotas, sobarlas bien.
Qué culo tan bonito y qué bien entraba. Sasha regresó a la comodidad de la manta y dejó que Johnny lo cabalgara. Tenía un cuerpazo tremendo y se le hacía complicado tener a ese tio saltando encima de él, palméandole con la polla en el vientre y no encularlo con todas sus fuerzas. Sacó la polla justo a tiempo para lefarle el agujerito, luego Johnny lo acorraló contra el tronco del árbol, se pajeó sobre su bonita cara y le dejó una buena lefada en los morros, de esas que a poco que Sasha abriera un pelín la boca, se lo tragaba todo.









