Una mega polla con dos cojones persiguiendo a los chicos por la calle, ¿te lo imaginas? Esta vez William Seed ha echado los restos, se ha fabricado un traje en forma de falo con dos pelotas y se ha lanzado a la calle para asustar y perseguir a sus víctimas. ¿La reacción? De lo más curiosa. Todos los hombres huyen despavoridos al ver a esta super polla deseosa de follarles los culetes. Bueno, con ese tamaño, digamos que deseosa de destrozárselos directamente.
La reacción de Jake Porter enamora tanto a Will que no puede dejar de perseguirlo. Corre como una nenaza, pero no deja de ir detrás de él, entre otras razones, porque además que el chaval está buenísimo, le encantan las vistas que tiene por detrás, con esas piernazas y el culazo bien marcados bajo unos vaqueros super slim. Lo que no sabe es que Jake no corre por correr, sino que lo está llevando hacia su terreno de caza.
Se pone de espaldas contra el grueso tronco de un gran árbol y se baja los pantalones justo para dejar al descubierto su redondito y suave culazo, esperando a que aparezca el hombre polla. Entre que uno ya tenía ganas aprovechando la bromita y el otro quería llevárselo al huerto, al final lo que acaba en el culete de Jake es el pollón gordo de William, el de verdad, el de la piel calentita, duro como una piedra.
«Vamos cabrón, entra por aquí como un hombre de verdad«, le incita Jake mientras se da cachetes en el culo y se abre las nalgas con las manos esperando rabo. Will se rasga las vestiduras y saca su lado más travieso y demencial follándole el ojete a lo bestia, zumbándoselo como si no hubiera un mañana. Ya se le había puesto morcillona al verle con los vaqueros y había podido ocultar la empalmada gracias al traje, pero ahora sin traje y viendo al chaval de espaldas, desnudito esperando su llegada, no había traje que ocultara lo dura que la tenía, ni falta que hacía. Dio buena cuenta del chaval hasta dejarlo bien satisfecho.