
[Cocky Boys] Allen King y Angel Cruz follan juntos como pareja en «Love Always»
Una de las características que define al estudio de Cocky Boys es la de querer reflejar en cada plano el aspecto romántico en el acto sexual entre tios, ya sea un beso, una caricia, miradas cómplices o incluso convirtiendo algo que nos enciende tanto como el movimiento cercano de una mano pajeando una polla en un momento íntimo y único. Aunque no es la primera vez que vemos a Angel Cruz y Allen King follando, sí es la primera vez que vamos a poder echar un ojo por la mirilla siendo los dos pareja. El director Jake Jaxson ha titulado esta escena con dos palabras que a él le encanta poner en sus despedidas en las cartas, «Love Always», dos palabras con mucha fuerza que resumen la conexión entre dos personas.
Esta supone la primera escena de Allen King para Cocky Boys y no podía comenzar de mejor forma. Mientras vemos el comienzo, los dos hablan de fondo en completo español acerca de cómo se conocieron, de una forma muy habitual, follando, jeje, de la relación que se retomó cuando Angel Cruz terminó con la persona que ya sabemos y que entonces nos sorprendió y de lo que les gusta del uno en el otro tanto en la cama como fuera de ella. Después de escucharles, es imposible no haberse quedado ya enganchado a la escena irremediablemente, logran que te hagas sentir como un invitado especial al que han dejado sentarse en la misma cama que ellos, donde poder disfrutar cómo se lo hacen estos dos chavales cuando despiertan, cuando Allen corre las cortinas, se queda mirando a su chaval durmiendo como amanecemos todos, con la tienda de campaña montada y cuando despierta va hacia él con todo el pollón duro meneándose de lado a lado para darle los buenos días. Buenos días mi pequeño príncipe!!
A Allen le encanta ponerse a cuatro patas sobre la cama como un perrito saludando a su dueño, coger la sábana y empezar a descubrir la trempera mañanera de Angel. No lo neguemos, a todos nos encanta. Los que hayais compartido habitación o echado una siesta en casa ajena tras una fiesta con un montón de tios alrededor, lo que mola despertarse antes que los demás y mirarles el paquete, no tiene precio. Allen tira de la manta y enseguida vemos una polla grande haciendo palanca contra la tela hasta que se desprende de ella y sale disparada y tiesa hacia su dueño, todavía no del todo dura, con suficiente margen para que una boquita se la trabaje y la ponga más grande aún.
Le encanta ver subir y bajar esa cabecita sintiendo a la vez el gusto de la lengua chupándole y los labios tragándose su rabo, subirle de vez en cuando para darle un besito y probar el sabor de su polla recién levantado, pero también prefiere eso y tener a Allen sobre él dándole su culo para poder darle todo el placer que siente. Perfectamente acoplados en un 69 de lujo, Allen le devora toda la polla lentamente y Angel comienza a ponerse cachondo con los cojones de su pareja dándole calorcito en el cuello y todos los morros sumergidos en su ojete.
En la habitación hay un elemento fetiche que no esperaban que les gustase tanto, un espejo enorme para sentirse a la vez protagonistas y espectadores. Allí cerquita le lleva Allen para que le coma el nabo. Angel Cruz es de los que se deja penetrar la garganta cuando te la maman si la tienes lo suficientemente larga como para llegarle hasta los topes. Es una locura ver entrar un buen rabo por su boca, los labios gruesos comiendo cada centímetro y finalmente posándose en la base del pene, desplazando ligeramente hacia atrás la bolsa de las pelotas y quedándose ahí un ratito para volver loquito al chaval que consigue meterse ahí dentro. Cuidado no os pongais muy contentos pajeándoos mientras veis la mamada, porque esta escena tiene sorpresa y es que a diferencia de otras del estudio, hay corridas entre medias, entre ellas un facial desde arriba con un rabo grandote y una carita que está deseando recibir leche.
La escena no viene sino a retratar lo que nos pasa a los tios cuando lo hacemos por la mañana. Nos comen un poco la polla, que lleva toda la puta noche de fiesta ahí levantada y dura y ya que de por sí venimos cachondos sin comerlo ni beberlo, debido a nuestra propia naturaleza, basta bien poco para que estemos deseando echar fuera toda la carga de los huevos. Además lo bueno de descargar así por las mañanas es que como ha sido tan rápido, da para una segunda vuelta más tranquilita.
Un paso juntos por los monumentos, calles y parques de Londres y más entrevista en español dan paso a la segunda parte de la escena en la que se quedan uno enfrente del otro mirándose, con los vaqueros puestos y la bragueta abierta, pajeándose lentamente, comiéndose con los ojos en la distancia. Terminan acercándose, se abrazan y se comen a besos. Después de ver tanto cariño, sabe a gloria ver a Allen ir bajando poco a poco por el torso de Angel, con el rabo de fondo abajo apuntando hacia arriba y la boca de Allen acoplándose al contorno de la polla, empezando a saborearlo. Esa combinación de romanticismo con el comienzo de mamada me hace sentir casi como si esa boca fuera la mía y el gustazo es enorme.
Angel se la devuelve cambiándose las posiciones y durante un breve instante, al ver la pollaza enorme de su chico, hace un gesto como de querer agarrarla con las dos manos, aunque finalmente no las usa y decide acercar la cabeza y olerle el capullo antes de merendársela. Lo que hace Angel mamando con la boquita es arte. Otra vez se la mete entera y hace que Allen pegue unos gemidos, retraiga un poco el culo hacia atrás y repliegue el rabo justo al notar el gustito de ese momentazo en que su capullo empieza a meterse por un camino demasiado estrecho. Es casi como una señal instintiva que nos dice «para tio, que como te metas aquí no sales sin meterle toda la leche dentro». Y nos encanta, porque somos unos cabronazos y volvemos a dejar que nos lo hagan para volver a hacer lo mismo. Lo que nos gusta ponernos al límite.
Convierten la comida de rabos en una vendetta particular y es Allen el que echa a Angel sobre el sofá y empieza a comerle el rabo de nuevo. Pero esta vez va un poco más allá y tiene la rajita de su chaval y el culito perfecto tan a mano que le alza un poco y le pega un morreo en condiciones en el ojete. El culete sobresaliendo del sofá, las piernas abiertas y sobre sus hombros. No puede evitarlo, un masajito rebozando su polla por la raja para dejarle abierto el agujero y se la embucha hacta el fondo bombeándole.
Con toda la rabia dentro del cuerpo, Angel se saca la polla del culo y pone a su chaval encorvado mirando hacia el sofá mientras él se agacha y le hace una comida de ojete también. El tio le da a la lengua que flipas, prefiere abrirlos así, con rápidos lengüetazos y cosquillas, haciendo un trabajo a conciencia y soltando unos buenos salivazos, empapando bien el agujero para colarse dentro con facilidad. Allen tiene un culazo muy tragón y Angel tiene una pollaza auténtica para completárselo. Es un vicio ver penetrarle el agujero, toda la polla morenota y gorda encajando en el culete blanquito y delicioso. Los dos la tienen tan larga que follan con total comodidad, pegando buenos meneos de culo hacia adelante y atrás sin salirse, dando el gusto completo a sus rabos y al que lo goza dentro.
El romanticismo acaba con un folladón a lo bestia, con Allen boca arriba, pajeándose y deslechándose la polla encima mientras aún tiene a su chico dándole por el culo, Angel acercándose a saborear la lefa, comiéndole el culo, poniéndose perraco hasta ponerse de pie y pegarse otro pajote que termina con la leche saliendo de su rabo y cayendo sobre Allen, pintándole de blanco el torso como un pintor de brocha gorda pintaría sobre una pared sin compasión.