
[Lucio Saints] Ronnie Bonanova se folla a Lucio Saints en su primera escena porno gay «Men Games»
Seguro que no he sido el único que lo hizo, cuando no tenía otros medios por los que ver porno, me quedaba a ver un rato la peli porno del plus de los viernes codificada y terminaba cascándome un pajote. También la veía con algunos amigos y terminábamos con paja en grupo de vez en cuando (cada uno con su rabo en la mano, eso sí). Ahora que echo la vista atrás me entra la risa, pero es lo que había, cuando llegábamos de calentón de salir por ahí y no teníamos a mano otra cosa. Entre las rayas se apreciaban los pollones gigantes de los tios alimentando boquitas de chicas hambrientas y penetrando por todas partes, en el resto había que echarle un poco de imaginación, pero lo básico, la materia prima, estaba ahí.
Siempre una de mis fantasías era imaginar a esos tios follándose a otros tios. Por suerte, ahora mismo tenemos la oportunidad de ver a un montón de actores porno hetero haciendo porno gay. Sé que a muchos esta «intromisión» no les gusta, pero pensad un poco, si al final todos tenemos un lado bisexual para el sexo en sí muy atractivo. ¿Qué tio gay o hetero no se ha quedado mirando un buen cuerpo en el gimnasio queriendo tenerlo así o mirando nuestro propio cuerpo en el espejo y diciendo «qué bueno estás»? ¿No se nos pone dura cuando nos la miramos y pajeamos y follamos con más fuerza? El atractivo del cuerpo masculino es innegable y aunque muchos no lo digan, a todos nos gusta y sabemos apreciar esa belleza. Otra cosa es que esa intensidad del sentido de la belleza masculina sea mayor en unos que en otros y ya se nos ponga dura.
Antes siquiera de saber que Ronnie Bonanova haría un pajote a duo junto a Emilio Ardana para LucioSaints.com, le pedí poder publicar una entrada especial con sus fotos. Dentro de los nuevos chicos del porno, era uno de los que más me gustaba. Me flipan los chavales con un buen rabo entre las piernas, con el que poder llenarse la mano y meter un buen pajeo abundante, de esos que te obligan a desplazar más de la cuenta la manita y apetece posar los dedos sobre el capullo para pegarle un reventón echando marcha atrás hasta cascarle los huevos, así una y otra vez sin parar, si se tercia hasta que empiece a rezumar leche por la punta la polla. Hetero o gay me da igual y si encima acompaña a un chaval que está de puta madre, mejor que mejor. Ronnie está de puta madre y la tiene enorme.
Le pregunté en su momento si tenía las puertas abiertas al porno gay y me contestó que dependía de lo que le propusieran. Pues aquí está, un sueño hecho realidad. Después de haber visto montones de escenas suyas follándose a tias con su enorme tranca, por fin vamos a poder verle en acción con otro tio, dejándose pelar y mamar el pollón y reventando un culazo por primera vez. Y ese tio no es otro que el mismísimo Lucio Saints, el maestro de ceremonias que no deja escapar la tremenda oportunidad de desvirgar esa polla con su boca y su culo para delicia de todos nosotros.
Cuando uno invita a su amigo a jugar al basket en la pista del parque cerca de su casa, hay que ser hospitalario y qué menos que no mandarle a su casa sudando por el camino, mejor que se vaya duchadito desde tu casa que está más cerca y si además es la hora de la comida, pues ya de paso invítale a comer. Cuando Ronnie y Lucio llegan a la casa de este último, Ronnie está sudado y empieza a quitarse la ropa con total confianza para ir directo a la ducha, total, están entre hombres. El chaval se quita la camiseta primero y después los pantalones. No lleva calzoncillos el tio y según los va bajando empieza a descubrirse una polla interminable que parece que no tiene fin, un poco más y le llega por las rodillas al cabrón, un buen cilindro larguísimo y gordo para dar de hostias, encapuchado con todo el pellejo recubriendo el capullo.
Lucio ni había echado cuentas porque seguro que esperaba lo de siempre, pero cuando desvía la mirada se le abren los ojos como platos al ver ese rabaco tan de cerca. Y no sólo se queda mirando, sino que le echa mano a la pija dándole un apretón de manos como quien saluda a otro tio por la calle y le suelta un «joder tio, qué grande, menuda tranca». No es la primera vez que se lo dicen a Ronnie. A Lucio le gusta de la polla y le vuelve a echar mano en vistas a que el chaval tampoco es que le retire la mano, forma un hueco con la palma y se la pajea un ratito tomando el primer contacto, notando la consistencia y el tacto suave al acariciarla. Sin cortarse un pelo le pregunta si alguna vez se la ha chupado un tio. Contesta que no y echándole un par de huevos, Lucio le pregunta si le importa que se la chupe. Como el chaval dice que no, acerca la boca y así según la tiene aún en estado normal y colgando, la coge y empieza a comer.
Al principio lo tiene fácil, blandita entra de lujo y la sostiene dentro de la boca toda notando cómo empieza a crecer, pero cuando lo tiene sentado y con toda la tranca empinada, la cosa cambia. Con todo ese pollón duro Lucio despliega todas sus armas y le abre la boca y la garganta. A pesar de la longitud de ese pene, no le intimida y lo prueba hasta tocarle los cojones con los labios, aunque llore. Es la primera vez que un tio se la está comiendo y experimenta esa extraña sensación. Ronnie le coge de la cabecita por atrás apoyando la mano y nota cómo la cabeza sube y baja sin parar mientras él no para de sentir el cosquilleo de los labios devorando su enorme polla.
Lucio le demuestra cómo la chupa un tio, mucho más fuerte y también dedicándole un rato a absorverle todos los huevotes. Como si esa boca fuese ya el agujero de un buen culo, Ronnie lo coge con las dos manos y le mete un bombeo elevando las caderas. Con el impacto del cipote en toda la entrada de la garganta de Lucio, consigue taponarle hasta hacerle garguear. Tiene ya el cabrón los ojos rojos de tanto esfuerzo por tragársela, es gigante, ahí está dando una y otra vez a cuatro patas, rindiendo homenaje a ese pollón de otro planeta mientras por detrás tiene el culo abierto, las piernas separadas y todo el rabo entre los muslos, con la polla morenita apretada hacia afuera por la presión del pie de Ronnie que se la está acariciando con los dedos.
Di que sí, merece la pena llorar por cosas así de grandes. Lucio Saints tiene doble divertimento, el de la boca es obvio, pero el que está sucediendo entre sus piernas no tiene nombre, Ronnie con los piezacos que gasta le deja un hueco entre el dedo gordo y otro, insertando dentro todo el pollón enorme y pegándose un pajote como si estuviera follando. Una follada de pie que me pone burro. Así juegan los tios con los rabos.
Lucio Saints consigue hacer magia con el rabo de Ronnie. Como si se fuese a tragar una hambuguesa, abre la boca, atrapa la tranca con los labios y se la inserta hasta hacerla desaparecer. Aunque con los ojos rojos, ya no llora, la tiene tan hecha a su mano y suave con toda su saliva encima que entra como la seda. La paja con los pies por detrás continúa y Lucio la tiene tan dura que le llega el cipote hasta el suelo y se le está saliendo la leche, dejando la hilera pegajosa que se estira y encoge con el ritmo del pajote. Como si fuese un pedazo de chicle enorme y duro rebotando, Lucio se saca la polla de Ronnie de la boca, se la estampa contra los abdominales y le pide que se lo folle.
¿Sabrá Ronnie follarse el culito de un macho? De momento lo tiene más fácil, conduce la tranca dura directa, no hay posibilidad de equivocación, un solo agujero esperando que lo machaque. Comienza tímido pero pronto va cogiendo ritmo culeando con fuerza a pesar de los gritos que pega Lucio. El tio no para y se empieza a emocionar con una sola cosa en la cabeza, darse gusto a toda la polla que entra y sale ajustadita como un guante. No es consciente el cabronazo del pedazo rabo que tiene.
Ronnie está a punto de vivir otra experiencia alucinante. Lucio le dice que se siente en el suelo con toda la picha brava tiesa, empieza a tomar asiento y se la empala una y otra vez. Debe estar el chaval flipando, se está follando un culazo pero como extra sobre sus abdominales descansa un pollón enorme y gordo con todos los cojones acariciándole. Parece que le está molando el jueguecito de sentir la penetración ajustadita y la porra caliente de otro tio encima de él, pierde un poco más la timidez y le pone un dedo dentro de la boca a Lucio, le acaricia la barba y le mete un reventón elevando las caderas y enculándole.
Lucio sabe aprovechar la polla de un tio bien aprovechada, menudos saltos pega y cómo estampa todo el culo en las caderas del chavalote, le van a salir moratones y todo. Sobre el sofá boca arriba y abierto de piernas, Ronnie le agujerea el hocico del culete. Así, frente a frente, con ese macho fuerte dándole, Lucio se le queda mirando a los ojos y después con la mirada perdida cuando se empieza a soltar un montón de leche encima, un montón de lefazos blancos como la nieve embadurnándole toda la parte baja del cuerpo.
Primera vez que un tio se la chupa, primera vez que se folla a otro macho y primera vez que suelta toda su leche encima de otro tio. Lucio siente cómo el chaval se pajea mientras le come todas las pelotas y entonces ocurre lo inevitable, Ronnie está a puntito de correrse, le prepara la carita y empieza a expulsar lefa de la polla como un puto aspersor, primero disparando contra la boca y obligando a Lucio a escupir hacia arriba, después otro lefazo que le cruza la cara y el tio aún tiene carga en los cojones para seguir esparciendo las semillas, regándole el cuello de otro lefazo, el pecho con otro y el resto del cuerpo con más y más leche, no para el cabrón. Lucio Saints termina empapado en semen y con una preciosa polla gigante colgando recién descargada cerca de su cara. Si esto fuese un concierto, algunos pediríamos un bis… o dos.
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