[MEN] Abraham Al Malek se folla el culo de Paddy O’Brian en la segunda parte de «Men In Ibiza»
Paddy O’Brian no deja que cualquiera explore su precioso culo hincándole el rabo, un apetitoso manjar que muchos están deseando penetrar hasta el fondo para comprobar de qué está hecho el culazo de este macho hetero, que aunque de momento no le hemos visto chupar un rabo (recientemente se enfrentó con humor a esta pregunta en un vídeo especial de Men.com), al tio le mola que le metan bien de caña. Si es que más tios hetero deberían explorar su cuerpo un poco más, anda que no los hay en la intimidad que piden a su novia una buena comida de culo.
La travesía por las playas de la inigualable Ibiza continúa de la mano del estudio español Alter Sin con este segundo episodio de la serie «Men In Ibiza» con una escena especial con el capitán del yate, Abraham Al Malek, que tendrá el honor de ser el siguiente en meter su preciosa polla y agujerear a placer a Paddy O’Brian hasta hacer que se corra.
El calorcito del verano con una suave brisa rozando el cuerpo, el sonido de las olas del mar cuando la proa surca el agua, el suave bamboleo que invita a soñar, se echa el ancla y dos machos perfectos empiezan a explorarse los músculos del cuerpo con la vista y las manos. Las manos dejan paso a los labios que repasan hombros, pectorales y pezones, boca con boca, un morreo jugoso y muy húmedo chocando lenguas y sintiendo el aliento amigo del placer, rabos que empiezan a encontrarse aprisionados dentro de unos slips negros apretados y que están rabiando por salir fuera como pollitos recién nacidos buscando una boca que los alimente.
Abraham Al Malek coge el timón y prepara a su presa calentándola con besos por todas partes, se acurruca entre sus abdominales y un Paddy O’Brian encantador le agarra de la cabecita cerrando los ojos y dejándose llevar. Abraham posa su cara olisqueando sobre la tela la polla a punto de reventar y le va bajando el bañador. Tiene el rabo hacia abajo y según se lo baja le va pegando unos buenos besazos al contorno del rabo, succionándole la base del pene y dejando que escape y se ponga tieso hacia arriba para recorrerle el tronco con la punta de la lengua y recogérsela con la boca. Todavía la tiene algo blandita, perfecta para chupar y sentir cómo crece.
Aprovecha ahora que puede, antes de que esa cosa despierte del todo, y se la mete hasta chocar los labios con la bolsa de los cojones. Allí se queda un rato, sintiendo todo el polón dentro de la boca calentito, revolviendo la cabeza y exprimiéndole el rabo. Ha bastado un intento para que ese palo se ponga tan duro que ya es imposible tragárselo entero, ahora se tiene que conformar con mamársela hasta casi la mitad, sintiendo cómo el capullo por sí solo ya le rellena la boca.
Como un pasajero caído del mismísimo cielo, Abraham se lo come entero. La radio suena, pero el deseo puede más y no hay tiempo de contestar a los mensajes cuando hay tanto mundo por explorar. Quiere más de él. Como con un sobre, le retira hacia un lado la tela del bañador para dejarle al descubierto la raja del culo, un buen par de globos peludos entre los que perder la boca. Tiene los puntos vitales de ese cabrón a su disposición y va a hacer que su viaje sea inolvidable. Paddy se da la vuelta y le planta todo el jodido culo en la cara, enorme y grandote todo para él. Necesita de las dos manos para agarrar y desplegar todo ese monumento y meterle la lengua repasándole toda la raja. Tiene que estar de puta madre porque mete toda la jeta hasta el fondo perdiéndose dentro de esos dos globazos.
Sin cambiarle de posición, Abraham se levanta con el rabo enfundado en el condón, se la encaja dentro del culo y empieza a follárselo. Abraham le embiste despacito pero sin pausa y Paddy le toca el cuerpo por detrás mientras empieza a sentir ese cosquilleo glorioso que sólo se siente cuando te meten un buen rabo por el agujero. Con cada empotrada, el pollón de Paddy se mueve como un péndulo gigante, sobresaliéndole parte del rabo por debajo de los muslos, inevitable cuando la tienes tan grande.
Con su diosa y gorda polla totalmente empinada hacia arriba, se saca el rabo de Abraham y se pone de pie para experimentar otra postura que le encanta, sentando a su follador en el banco, subiendo las piernas y abriéndose entero para él. Se le coloca justo encima con su agujero del culo apuntando a su cipote y va bajando lentamente hasta ensartarse él solito y pegarle una cabalgada. De vez en cuando para y deja que Abraham eleve las caderas y le meta caña. Un auténtico macho de frente a la cámara, con el pollón colgando y meneándose, con los músculos fuertes como una roca.
Merece la pena el esfuerzo de saltar sobre un buen rabo si con ello consigues el premio de sentir cómo te inunda por dentro. Paddy O’Brian se vuelve loquito de gusto y empieza a saltar sobre la polla a gran velocidad, momento en que su rabo y sus huevos se convierten en una masa que se mueve hacia todos lados dejándose llevar por la inercia del momento. Los dos se ponen en pie y empiezan un juego solo apto para machos, a golpe de beso para ponerse a prueba, Paddy con el rabo colgando y Abraham guapísimo con la polla tiesa y el condón puesto. Paddy termina rindiéndose, se tumba boca arriba y le abre las piernas para que se introduzca otra vez dentro de él. Abraham entiende el mensaje no verbal y universal de un tio que quiere ser follado y se la mete con mucho gusto.
Los dos están sudando como pollos y Abraham continúa follándoselo a pesar de estar en una posición un tanto incómoda, pero el que quiere culo algo le cuesta. Durante unos segundos se la mete y la deja dentro, Paddy le agarrapor detrás y le empuja hacia dentro. El tio quiere más. Abraham coge la inclinación perfecta para no rendirse y se queda frente a frente, cara a cara. Mientras la polla y el culo disfrutan de lo suyo ahí abajo, ellos se quedan mirando, folándose también con la vista sin quitarse ojo, como intentando adivinar el gusto que están sintiendo. Esa es la maravilla de hacer sexo con un tio, que cuando le tocas, te lo follas, le haces una paja y le miras, sabes perfectamente lo que siente.
Abraham Al Malek está ultimando todas sus fuerzas para hacerse una acabada, despliega todas sus dotes dándole unos últimos empujones y le saca el rabo rápidamente, se quita el condón y Paddy se revuelve enseguida quedándose a tiro para ese campeón. Le mete unos buenos lefazos en los abdominales, las ingles e incluso la mano que en ese momento Paddy tiene agarrándose su propia polla. Es otra de las cosas buenas que tiene Paddy O’Brian, quele encanta sentir el semen de otro tio calentito cayendo por su cuerpo.
Con los lefotes pringando los pelos del cuerpazo de Paddy, Abraham se agacha y le devora la polla. Disfrutar de Paddy O’Brian tumbado cubierto de lefa y con un tio comiéndole el rabo es auténtico. Cuando ya se la ha pajeado suficiente, Paddy se levanta y hace que Abraham le coja los cojones gordos con la mano y se los acaricie mientras él se hace un pajote encima de su boca. Como un cabronazo que está reventando, empieza a escupir leche a borbotones y le repasa todo el rabo por la cara dejándole toda la leche encima y exprimiéndosela hasta la última gota.
Paddy es como una cajita de regalos que no deja de sorprender. Abraham se queda olisqueando y sintiendo cómo le resbala ese pedazo rabo por la cara y Paddy, sin manos, eleva y baja su pollón con los músculos haciendo que le golpee toda la cara una y otra vez. Abraham se envalentona, se levanta y con toda la cara y la boca llena de lefa, le mete un morreo. Paddy casi le hace la cobra pero termina cediendo y probando el saborcito de su propia leche por encima. Como premio a la valentía, Abraham le regala la gorra de capitán de barco.