Con la imagen en la mente del saltador de altura francés en los JJOO de París 2024, pensando en ese paquete enorme rozando contra la cinta, en ese zambombazo con el rabo y los huevos subiendo y arriba como si fuera una masa enorme de gelatina, Jolian se viste con su traje de lucha para asistir al evento por la medalla de oro. Pasa los tirantes por sus fuertes hombros, cubriendo sus masculinos pectorales fuertes y peludos.
Frente al espejo, su oponente Alex Ink se recrea en su cuerpo musculado, joven y atractivo, cubierto por numerosos tatuajes. Es el chico más deseado por ellas y por ellos en estos juegos. Está tan bueno que por el simple hecho de mirar su reflejo se le pone morcillona y tiene que ajustársela bajo el traje de lucha. No sabe si le dará tiempo suficiente a que se le rebaje antes de que empiece el combate porque cuando empieza a ponerse cachondo, nadie le puede parar.
Que sea un deporte de contacto no ayuda mucho a la causa. Jolian va todo el rato a meter la mano por su entrepierna para desestabilizarle y en una de esas le toca los huevos, literal y anímicamente. Si quiere jugar sucio, vamos a jugar sucio. Alex le planta la mano en el culo en cuanto tiene posibilidad y como quien no quiere la cosa, aprieta a fondo con un dedo para internarlo entre su raja, provocando que el adversario lance un gemido en plena pista.
El árbitro se ve obligado a parar el combate, pidiendo juego limpio a los dos, pero Alex ya ha descubierto el punto débil de ese mamón y no piensa parar. Al siguiente movimiento se lo situa delante y deja que sienta en su trasero todo el paquete, lo abraza y se lo restriega. El árbitro no puede más. Por mucho que haga sonar el silbato, esos dos no ceden ni hacen caso, así que se marcha para que resuelvan sus diferencias sexuales antes de continuar.
Para cuado lo hace, ambos se han bajado los tirantes por la cintura y retozan desnudos en la pista, Alex encima de Jolian, frotando todo su cuerpo por encima, dejando que note la dureza de su larga polla. Los dos de rodillas. Alex no puede esconder su alegría. Su varita mágica ya tira hacia arriba. Jolian se la coge todavía por encima del traje, se la saca, pone cara de tener delante un buen pollón, se relame los labios para dejarlos suaves y se inclina para mamársela.
A Alex le encanta esa boca tragona que se atraganta con su rabo, pero está deseando probar ese culo redondo y blanco que ya asoma bajo el traje. Lo expande con ambas manos, despliega su ojete maleable, lo frota y lo relame. Lo deja preparado para penetrarlo, pero tiene sus serias dudas cuando ve a Jolian levantarse, desnudar su parte frontal y ver la pedazo de anaconda que tiene entre las piernas, porque no tiene otra forma de llamar a esa pedazo de polla larga y gorda, ligramente curvada hacia arriba, que nace de una buena selva de pelazos negros.
Por un momento, sólo por un momento le entra la duda. Sin duda se abriría de piernas si así lo quisiera Jolian, pero el tio parece decidido a querer probar tranca española. Se pone a cuatro y enseguida recibe polla, larga, a pelo, a fondo, hasta taladrarle el pandero. Alex le coge por las caderas y se trinca ese culito amable. Cuando se tumba en la pista para dejar que Jolian se le monte encima, vuelve a fijar la vista en esa increíble cola larga y gruesa colgando, encapuchadita, rozando su abdomen cuando Jolian se clava la pija por el culo.
Qué rico sentir ese culo apretando su rabo mientras toda esa dote caliente y suave se restriega por su vientre, la polla y los cojones de ese mamón desdibujando sus tatuajes. Jolian se la saca de dentro y se cuela entre las piernas de Alex, endereza su larga pija y se la chupa. Al sentir sus labios arropando su pene, Alex se estremece de puro placer, coloca las piernas sobre sus hombros y arropa su cabeza entre los muslos para no dejarle escapar.
Jolian se levanta y hace una sentadilla dándole la espalda, mete una mano entre sus piernas, coge el pirulón de Alex y lo vuelve a enderezar esta vez en dirección a su agujero oscuro. Alex pierde la cabeza cuando ese culazo se sienta sobre su polla y se la traga entera, cuando empieza a subir y a bajar constante masturbando su rabo. Una puta locura.
Quizá para ver el pollón de Jolian menearse entre sus piernas, Alex le invita a practicar aquello a lo que han venido, la lucha. Su propuesta tiene premio. Con tanto roce y tanta follada, a Jolian se le ha puesto tremenda y eso que le cuelga es descomunal. Por mucho que se resista, Alex comprende que acabará con la cabeza entre las piernas de ese tio.
Necesita tener ese rabo en la boca y más pronto que tarde termina haciéndolo. Gorda la tiene un rato, le llena toda la boca, pero todavía es maleable y está blandita. Por qué no hacer un sesenta y nueve. Se gira sobre le suelo y le da de comer rabo. Los dos luchadores comiéndose las mingas. Una tregua que acaba de nuevo en follada. Jolian vuelve a montar sobre Alex, le cabalga y se masturba mientras su culo no deja de atosigar el pollón del benjamín.
Se da cuenta de lo mucho que le gusta a Alex su rabo, así que llegado el momento se echa hacia atrás y se lo suelta para que Alex lo vea danzar hacia un lado, hacia otro, plameando su barriga. Jolian termina por dejarse vencer, aprieta los muslos y con el apretón suelta un chorrazo de leche caliente que pone tinta blanca de por medio sobre los tatuajes que Alex lleva en el vientre.
Alex le da a la paja con una mano, la otra sobre la cabeza de Jolian que ha decidido bajar a comerle los huevos. Un gemido, arquea la espalda y la leche sale de su polla inundando su dedo pulgar, su puño. Jolian se mete la pirula en la boca y se la rebaña. Saca la lengua y relame el charco de esperma que se ha dejado Alex como un bigote frondoso sobre la base de la polla. El árbitro regresa, esperando que esos dos ya estén preparados para seguir con el combate por el oro olímpico.