FantomasXXL ayuda a hacer la digestión a Oscar Marin metiéndole sus 30 centímetros de vergón grueso y gigante por el culo sin condón | Tim Tales
Oscar Marin sólo tiene ojitos para esa polla que es algo más que gigantesca. Con la cabeza apoyada en el abdómen de FantomasXXL, mira de arriba a abajo ese enorme pollote que es como el de un caballo, 30 centímetros de tranca y encima bien gruesa. Se la come con los ojos. No sabe bien por dónde empezar a comérsela, así que mientras se decide, desliza su mano lubricada por ella, apretándola bien, sintiendo toda la fuerza del vergón más grande que ha visto en su vida.
Entiende que haya chavales que no se sientan preparados para algo tan grande, pero a él le puede el hambre y lo intenta con las ganas y el apetito que le abre el tamaño de ese cilindro. Se mete el cipotón dentro de la boca y chupa dejándose los restos. Parece que llegar a los pelillos negros que decoran la base de su pene será una meta imposible de alcanzar.
Mientras se la chupa hasta donde su boca y su garganta se lo permiten, mira al chaval encapuchado y no deja de pensar en las sorpresas que esconden algunos hombres entre las piernas. Algunos chulazos fuertotes que parece que van a partir la pana y cuando se sacan la minga la tienen enana y otros como este que aparentan poca cosa, delgaditos y se sacan de los gayumbos un pollón que es como una tercera pierna.
Oscar se pone a cuatro patas sobre la cama y abre bien el culo por la cuenta que le trae. Espera que no le duela, al menos no demasiado. Mira de reojo y ve como Fanto se agarra la polla por la base poniéndosela firme y dirigiéndola hacia su ojete. No debe ser fácil para él empalmar tanto rabo, pero la tiene durísima.
Nota el cipote enorme abriendo camino dentro de su agujero. Le asesina el ojete con un pollazo metiéndosela directa hasta el fondo. Oscar siente cómo ese tio se hace dueño hasta de su estómago y por un momento tiene la sensación de que la punta del rabo se le va a salir por la boca de un momento a otro. Duele, grita, pero a medida que el agujero de su culazo se va acostumbrando al tamaño, cada vez duele menos y da más gusto.
Acaba como una puta, tirado boca abajo en el sofá, gimiendo, con la mirada perdida, inmerso en el mar de sensaciones que le produce sentir ese rabo tan grande perforando sus entrañas, invadiendo el interior de su cuerpo. Fanto le saca esa animalada de vergón del culo y se corre sobre sus nalgas dejándolas completamente mojadas. Hace resbalar la gigantesca polla caliente por el semen que acaba de expulsar de sus pelotas y, otra vez engrasadita, se la vuelve a meter por el culo.