
[Fucker Mate] Viktor Rom se folla a pelo el acogedor e impresionante culazo de Fabian
Sincérate conmigo, qué es eso que te pone to cerdo y te provoca que la polla luche por abrirse hueco tirando de la tela de los calzones obligándote a llevar la mano al paquete y ladearla para que se estire a su antojo. ¿Quizá el ver a dos machos fuertes, desnudos, musculosos y guapos morreándose en la intimidad sabiendo que tienen por delante la noche entera para dejar volar la imaginación? Pues que se te ponga dura una y mil veces con estos dos machotes que parecen sacados del olimpo de los dioses.
Los gestos de Viktor Rom ya indican que ese chaval le mola mucho, desde el mismo momento en que le echa el brazo por detrás y le atrapa como diciendo «ven aquí coleguita que vas a ver lo que sé hacer«, cuando le mete un gapo con tanta saliva que Fabian se queda alucinando y le hace falta hasta un babero porque se le queda colgando y pringando de la barbilla. Pero pronto sale de su ensimismamiento y con toda esa saliva rebosando de la boca la vuelve a retornar a su dueño, pegándole otro fuerte morreo, como si cada uno quisiera comerse al otro, meterse dentro del otro de alguna forma. Ya tendrán tiempo para hacer eso.
Fabian tiene unos jugosos labios para poner a los tios cachondos y lo mejor es que les sabe dar buen uso. Tras pasar por la boca de Viktor, baja lentamente hasta lamerle el sobaco y detenerse en los pectorales peluditos, haciendo circulitos suaves con la punta de la lengua alrededor de sus pezones y después succionándole la tetilla, acoplando los labios a ella como si bebiese un biberón. Si por Viktor fuese le regalaba ya la leche, pero por ahí precisamente no es por donde le va a salir, tendrá que trabajarse otra tetilla mucho más grande y dura que esa para recibir lo que anda buscando.
Según va bajando la cabeza por el torso, comienza a notar el calorcito que desprende la entrepierna de su macho. Viktor se pone tan burro con el roce de esos labios por su cuerpo que coge la parte trasera de los calzones de Fabian, los estruja entre sus manos y se los convierte en un tanga metiéndole la tela por la raja del culo y tirando como si fueran las riendas de un caballo. Se lo quiere montar ya.
Viktor se la saca por un lateral de los gayumbos, pero tan sólo la tetilla, el capullo. Tiene al chaval de lado dándole gusto al cabezón, pero para no hacerle sufrir, se agarra los calzoncillos y se los baja dejando que su herramienta salga como un resorte gorda y potente, desfilando como una diosa por delante de la jeta del chico que se apresura a frenar el rebote de ese pollón asiéndola con la mano y comenzando a probar su delicioso cipote.
Es tan grande que Fabian no sabe dónde colocar las manos mientras chupa, poniendo los dedos en la base, acoplando la mano en los huevos atrayendo ese mazacote hacia su boca. Entre los salivazos que arroja Fabián antes de comérsela y los que le llueven desde arriba, queda la mar de suavecita y Viktor aprovecha para dar unos bandazos con el culo y follarle la cara, para repasar esos morritos guapos y embadurnarlos en su propia saliva e incluso para darle algún que otro hostión con la fuerza de su polla.
Además de guapo y mazao, Fabian tiene un señor culazo de tomo y lomo que Viktor sabe agarrar bien con las manazas y despliega cada globo para dejar al descubierto la hermosa hendidura por la que siente ya la tentación de meter su rabo. Un agujero oscuro y perfecto en el que Viktor mete los morros dando rienda suelta al vicio de su lengua, chupando y rodeando con su saliva las paredes del ojete. Fabian siente el gustillo ahí atrás, la aspereza de la lengua, los dientes, la nariz, los pelillos de la barba rozándole su parte más íntima por la que dentro de poco otro hombre se colará dentro de él hasta leerle los pensamientos.
En carne viva, con toda su piel y al natural, Viktor apunta con su rabo hacia el ojete y se la mete directa y sin condón. Después de tanta saliva entra suavecica, pero el chaval todavía no se la traga entera por el culo. Viktor tiene una buena forma de cascarle la polla dentro hasta los huevos. Comienza con unos disparos certeros, metiendo el rabo hasta la mitad, sacándolo del todo y volviendo a meterlo pero cada vez un poquito más a fondo. Así se abre a un hombre de piernas de par en par. En tres enculadas, consigue acoplarle dentro todo el rabo y dejar que sus cojones noten el roce suave de su entrepierna.
Fabian, que al principio da muestras de que algo muy grande, demasiado grande, se le está colando por detrás, poco a poco se va relajando y se acomoda a cuatro patas sobre la cama dejando que el gusto exquisito de ese pollón le rebane el culo. Pero precisamente cuando más cómodo se pone, Viktor hace que el chaval se levante de nuevo sobre su espalda cuando le enfila toda la polla a una velocidad de crucero, con los huevazos pesaditos y cargados impactándole en la base del ojete y toda la saliva que le metió antes rebosando y saliendo a escupitajos a cada pollazo que le mete.
Es una gozada ver por debajo esa barra grande y caliente acompañada de unos generosos huevazos que se bambolean cargaditos de lefa, esperando su momento para descargar toda la mercancía. La cadena de oro en el cuello de Fabian rebotando me recuerda uno de mis fetiches. Siempre me han gustado los tios así de fuertes, de corte militar, me pone cachondo ver la cadena sobre el cuerpo desnudo, que la cojan apretándola bien entre los dientes a medida que el gusto de la clavada aumenta y también cuando son ellos quienes meten rabo, ver cómo se menea al ritmo de la follada.
Una polla tal grande y dura necesita un buen culo que le meta una paja. Si antes Viktor le tomaba las riendas, ahora ya sí es el momento de montar a caballo al trote. Fabian le coge el rabo por detrás como el macho que es, sin contemplaciones, apuntándo el cabezón hacia el interior de su culo y metiéndosela a saco toda a pelo, dejando caer el peso de su cuerpo sobre esa mazorca y empalándose una y otra vez. Se la saca y vuelve a hacer lo mismo pero esta vez dándole la espalda mientras Viktor suelta toda clase de guarrerías por la boca de lo mucho que está disfrutando con ese chaval. Llega un momento en que se mete tal rebotada que parece que Fabian vaya a emprender el vuelo. El tio se queda literalmente en volandas con las piernas colgando y controlado por esa polla en su interior.
Fabian sabe que ese macho tiene mucha energía contenida todavía para darle por culo y decide ponerse en una postura irresistible, boca arriba, con las piernas abiertas y las rodillas elevadas hacia el pecho, abriendo bien el ojete, agarrando a su hombre de la cabeza con las dos manos y manteniéndole la mirada. Viktor le devuelve tanto cariño reventándole el culo a pollazos, follándoselo de rodillas y elevando los brazos marcando biceps, dando un grito al techo como si acabase de ganar un combate de lucha libre.
El sudor ya le resbala por la cara y se pone tan cerdo que el instinto le hace sacar la lengua y dar un repaso con ella a la cara de su chaval de lo rico que está. Boca arriba, con las piernas flexionadas y ligeramente separadas, Viktor le prepara un trono de lujo en forma de V con un buen palo en medio. De espaldas, Fabian toma asiento y todo su enorme y precioso culazo encaja a la perfección en el asiento improvisado. Entre los dos terminan en una postura de lo más placentera, Viktor con las piernas encima de los muslos de Fabian y el chaval forzando el rabo hacia afuera mientras le mete una paja con el culo.
De nuevo follándoselo boca arriba, Viktor anima al chaval a que se saque la leche y Fabian se la termina echando encima con ligeros chorros blancos surcando su piel morenita. Viktor se la recoge del cuerpo con la mano, le exprime el rabo para sacarle lo que queda y se embadurna su propia polla con ese semen. Más lubricante natural para follarle el pandero poniéndolo a cuatro patas sobre la cama. A Viktor le hubiera encantado correrse de otra forma, pero el gustillo le viene de imprevisto y en una de estas que le saca el pollón del culo, no consigue frenar las ganas y le descarga todos los huevos. Otro se hubiera quedado quieto mirando las últimas gotitas salir de la raja, pero Viktor se mece con el cuerpo hasta que el rabo se le queda blando, hacia adelante metiendo polla a ese culazo, haciéndola resbalar con el semen que lleva incorporada y hacia atrás sacándola del agujero, así unas cuantas veces hasta que se queda agustito y relajado del todo.