
[Lucio Saints] Aslan Asik debuta pajeándose su preciosa polla venezolana
Durante estos días, desde que salió la escena en LucioSaints.com el fin de semana, a través de twitter algunos me habéis preguntado acerca de la condición sexual de Aslan Asik, el que ya es el nuevo talento del estudio y que llega dispuesto a enseñarnos un buen rabo con la intención de ponernos muy cachondos y que le acompañemos en la tarea mientras él también se la toca. Pues aunque forma parte de la entrevista que se le hace al comienzo, sí, Aslan es gay (me imagino ya vuestra sonrisa en la cara, aplaudiendo y pensando en millones de guarradas, so cerdacos que sois). Además en la entrevista habla del tipo de chicos que le gustan, aunque él ya tiene un novio al que le apasiona el porno, sobre su fantasí sexual y es gloria bendita cuando suelta por su boca la palabra «pajearnos» con ese acento venezolano, contando su primera experiencia sexual, que me la pone dura sólo de escucharle pronunciarla junto con todo lo que dice después que pasó con su primo y cómo terminaron con las caras bien mojaditas.
En las distancias cortas es donde uno se da cuenta de lo interesante que es este chico para tener tema, vamos que no dudaría en formar parte de su fantasía, porque cuando mi rabo reacciona como un cabrón ahí abajo mientras le miro la carita atractiva enmarcada por la barbita y el bigote que tan bien le sientan, es que quiere fiesta de la buena. No me extraña que el tio tenga los cojones de plantarse enfrente de la cámara por primera vez y enseñar todos sus atributos, de mostrar al mundo entero cómo un tio como él se hace una paja, porque la maravilla de rabo que tiene guardado uno se pregunta por qué no nos lo ha enseñado antes.
Además el tio se la saca rapidito, debe ser que es tan grande que le aprieta demasiado. Con una mano se levanta las bermudas de un lado, hasta la tela esta que nos ponen a los tios y que sinceramente nunca he entendido el motivo, debe ser por si no queremos llevar calzones para que no nos vaya colgando y estemos con la polla dando bandazos asustando alos nenes por la playa o la piscina. Aslan deja que veamos sus caderas desnudas y de repente aparece un pollón ocupando el plano, agarrado por la manaza que intenta sacarla por el lateral como si fuese a mear.
Cuando por fin la tiene fuera, no se la deja quieta ni un momento, pajeándola a tope, una polla dura y fuerte, muy morenita, ligeramente curvada hacia la izquierda. Me encantan las pollas de una buena pieza y rectas, pero el encanto de un rabo curvadito, la imperfección, también eso es belleza, sobre todo cuando la ves suelta y enorme, cayendo por su peso natural hacia abako o hacia un lado, eso no hay quien lo pague, el momento en que lo ves y desearías ponerte todo lo cerca posible para tocarla con las manos y palparla.
Muy concentrado machacándosela, con la boca abierta y absorto en la paja, tal y como nos pillarían a cualquiera de nosotros si nos grabasen en casa en ese momento íntimo, Aslan Asik demuestra que se le da tan bien con una mano como con la otra, pajote ambidiestro, siendo consciente del tamaño de rabo que tiene, cogiéndose de los huevazos y tirando de ellos para admirar cómo su pollón se empina hacia adelante y al soltarse las pelotas cae de un golpe seco sobre su cuerpo. Le gusta tanto su rabo y sabe que nos gustan tanto las pollas grandes que se marca una bajada de pantalones como nos molan, poquito a poco, poniendo en tesión la pollaza dura hacia abajo mientras se los saca para al final terminar bajándoselos del todo y haciendo que el rabo salga disparado como un cohete rebotando largo y hermoso.
El sudorcito comienza a agolparse en la frente y los pectorales de Aslan, señal inequívoca de que se encuentra en pleno apogeo del pajote y de que se le están cargando las pelotas. Aunque se considera más activo, también da rienda suelta a su condición versátil y no le importaría recibir a un buen invitado que quiera formar parte en su interior durante un ratito. Lo que mola ver a un machote así con una polla tan poderosa y abriéndose de piernas mostrando y acariciándose el ojete peludito. Por la cara que pone y por cómo se muerde los labios mientras se abre la raja del culo con las manos, casi me atrevería a decir que el hecho de haberlo probado menos hace que le guste mucho más. Le veo de cerquita los pelitos formando un aro alrededor del agujero de entrada y no puedo resistirme a imaginar un cipotón gordo acoplándose y abriéndose camino todo apretadito, mmmm, qué rico.
Y aún nos queda el postre, además un postre delicioso, porque a Aslan parece que le va eso de correrse sin manos, de apartarlas justo en el momento en que empieza a notar el característico cosquilleo que te nace de un lugar incierto y que te vuelve loco. Pues así se nos queda el chavalote, tumbado boca arriba, parando la paja, colocándose la palma de la mano en la base de la polla cuando de repente por la raja del capullo empieza a manar la leche espesa y blaca, un buen goterón que primero se le queda encharcándole el cipote y cuando ya se ha acumulado bastante empieza a caer sobre su cuerpo, dejándole un reguero de lefa de cadera a cadera bajo el ombligo. Con la mano se comprime la polla para sacar los restos de leche que aún faltan por salir y es casi obsceno ver la lefa resbalando sin descanso por el capullo hasta caerle encima de nuevo. Imaginad todo eso en los morros de un chaval que sepa disfrutarlo como se merece.