
[MEN] Leo Domenico le mete todo el rabo a Allen King en «The Business Of Sex, Part 2»
Sois muchos los que me habéis preguntado qué había sido de Leo Domenico. Yo también me lo pregunté. Siento no haberos podido dar una respuesta coherente cuando de repente un día desapareció su cuenta de twitter, hasta su propio dominio en internet y nunca más volvimos a saber de él. Las escenas que aparecían ya no sabíamos si eran grabadas anteriormente a su posible retirada o no, pero tranquilos, que gracias a la segunda entrega de la serie de nuestro estudio español favorito Alter Sin para MEN.com «The Business Of Sex» ya sabemos que no anda lejos.
Los que seguís el blog desde sus inicios ya sabeis lo mucho que me gusta Leo Domenico, fue un flechazo en toda regla a primera vista a través de una simple foto en su cuenta de twitter, con su chupa de cuerpo y vaqueros apoyado contra la barandilla de un puente, un macho chulazo, guapo, sexy, moreno y atractivo, lo tiene todo para gustarme. Por eso es un sueño esta escena, porque a eso le unimos a uno de los chavales que consigue ponerme caliente desde que oigo su nombre. Sólo puedo pensar en su carita de malote y su culito recibiendo todo lo que Leo es capaz de dar a un tio.
¿Qué es aquello de lo que más te puedes arrepentir en un trabajo dentro de una oficina? Aparte de eso de estar soltando por la boca barbaridades sobre tu jefe y que de repente te lo encuentres a tu espalda con cara de circunstancia mientras por dentro dices «tierra trágame», pues más de uno seguro que en su despacho se ha hecho una buena paja sacándose el rabo por la bragueta o incluso bajándose los pantalones aprovechando que los viernes hay menos curro y se acerca la libranza, cuando empiezas a escuchar ruidos de otra presencia detrás de la puerta y, si no te han pillado in fraganti, sí te has visto en dificultades para esconder el bulto del rabo y que la otra persona no se diese cuenta de que algo raro ha pasado ahí.
Allen King va mucho más allá, el chaval es puro sexo y está en una edad «mu mala», así que ha ligado con un compañero de trabajo y los dos están teniendo relaciones sexuales allí dentro como pueden. Lo que no sabe es que hay un circuito cerrado de cámaras que lo graban todo y en una de las revisiones que hace el jefazo Leo Domenico, los pilla en plena faena, con el otro tio merendándole la polla a Allen y el otro a él (pedazo pollas y mamadas por cierto, aunque sólo se vean unos segundos, voy a pedir a ver si me pueden pasar la cinta entera, jeje). ¿Os habéis dado cuenta de quién es el tercero en discordia, el compañero de Allen King? Efectivamente, Robbie Rojo. Si se llegan a marcar un trio los dos con Leo, imaginad.
Una de las primeras veces que podemos ver a Allen King todo arregladito con traje y corbata, auqnue le va a durar poco. La regañina de Leo parace que va a ser fuerte cuando le llama al despacho para avisarle de que hay cámaras grabando, pero cuando Leo se le acerca a la boca y se sienta sobre la mesa mirándole de arriba a abajo, Allen sabe que su jefe quiere otro tipo de guerra y ser el auténtico protagonista de su cinta de vídeo robada, esas que después terminan en las redacciones del Qué me dices y el Sálvame.
Leo Domenico no va a desperdiciar la oportunidad de probar a un empleado tan activo sexualmente. Según se besan y se van quitando las camisas, cuando Allen va bajando por su cuerpazo musculoso lamiéndole, se me pone dura pensando cómo quedará lo que tiene entre las piernas dentro de su boca. A Allen ya sabemos que le gustan las pollas muy grandes y gordas y esta no le va a defraudar en absoluto, lo sabe en cuanto la tiene delante encerrada en los calzones, cuando le pega un buen magreo con toda la mano haciendo un intento de paja sobre la tela de los gayumbos.
No tarda en sacársela y pegarle una agarrada mientras el gesto que hace con la cara resoplando de gusto ya deja claro todo. Le mola, ese tio y esa polla le molan. Llega el momentazo, se agacha y sin pensárselo dos veces, como cuando te tiras de cabeza a la piscina, le agarra el mazo y se hincha la boca. El pollón de Leo sigue sin dejar de crecer hasta alcanzar un tamaño descomunal, es como si a este tio no parase de crecerle la polla, ¿no se supone que cuando cumplimos los 20 ya hemos alcanzado el tope de medida de rabo? Leo parece que se sale de la regla, su rabaco dentro de la boca de Allen forma una imágen imposible de olvidar, se amolda perfectamente a su contorno y cuando la suelta y se escapa, sale toda empinada hacia arriba y hacia un lado que es para marearse de gusto.
Una polla así se presta a un montón de juegos. El vicio de Allen King no conoce límites, pone la nariz contra la barra calentita, la boca cerca de sus cojones y se reboza toda la carne por la cara como un cerdo, pegándole un meneo de lado a lado, sintiendo la dureza viajando de un lado a otro mientras pase la lengua desde los huevos hasta el capullo para volver a comérsela.
Ver a los dos de pie es insano, a Leo que le saca casi una cabeza de altura, pegándolo contra la pared, y pajeándole la polla al chaval, para después bajar y comérsela. Lo que tiene Allen King entre las piernas es de alucine, super dura y con un buen gancho atrapabocas y un par de pelotas que le cuelgan bien marcadas. Lo bueno de Allen es que es tan cercano que consigue que nos pongamos en su piel, así que la comida que le pega Leo es de otra categoría. Sentir la boca de un tio tan grande despertarte el cipote y lo que no es el cipote debe ser acojonante. Leo es un buen chupapollas y el tio se queda pegadito y disfrutando del contorno del pollón del chaval, relajando su lengua en el capullo y deslizando sus labios por el palo.
En esta situación y siendo los dos versátiles, cualquier cosa puede pasar, pero es Leo el que toma el control, Allen se le pone plantado en la mesa de espaldas con el culo a su disposición y Leo se agacha para preparárselo. El tio mete la cabeza devorándole el agujero y hasta le pega un reventón con el dedo gordo de la mano para comprobar lo apretadito que está. Leo lo relame con mucho gusto y le deja pegada toda su saliva. No quiere que el chavalito sufra cuando le meta todo su amor.
Con el rabo enfundado en el condón, Allen levanta una pierna para recibirlo mejor y Leo le infla el culo. Mira que le han metido pollas a Allen, pero la de Leo está costando, tarda un rato en entrar toda entera hasta que se encaja y empieza a deslizarse dentro del agujero del chaval. Allen reacciona a cada pollazo arqueando la espalda. Leo, todo guapo, elegante y majestuoso de pie, hace lo que tiene que hacer ante un tio así, le empala suave con un buen movimiento de caderas, disfrutando de la suavidad de ese culito tierno.
Lo de Allen es vicio puro, cuando consigue adaptarse a una buena polla siempre quiere más, es incansable el tio. Termina subiéndose por completo desplegando todo el culo hacia afuera y haciendo que su rabo roce la mesa de trabajo. Como para desaprovechar posiciones con una polla de semejante tamaño y dejar pasar la oportunidad de sentir hasta dónde puede rozarte de gusto dentro del cuerpo. Boca arriba sobre la mesa, Leo no es tonto, le encanta sentir el rabo calentito de otro mientras folla, así que mientras se la mete, pasa una mano por debajo del rabo de Allen, le planta la mano en el muslo y deja ese rabo bien pegadito a sus abdominales, sintiéndolo cerquita mientras le revienta el ojete.
Nunca había visto a Allen King en esta situación, de repente por la cara que pone y la mirada a veces perdida y otras fija en su follador, parece que haya traspasado la línea entre actor porno y persona. La follada llega un momento en que parece que no es entre dos actores porno, sino entre una pareja de verdad, alucinante los ojos que pone y la cara de gusto, cómo Leo le coge de la cabecita y la atrae hacia arriba para pegarle un morreo. Hasta ahora Leo Domenico es el macho que ha conseguido dejarle más calladito de lo normal.
No sé si debo avisar del peligro que tiene la siguiente posición que se marcan los dos, porque como tengas la polla a punto se te va a escapar la leche, yo aviso por si acaso, que no quiero que me mancheis el blog si después no me lo enseñáis en imágenes. Leo se tumba sobre la mesa, Allen se sube encima y va haciendo una sentadilla, cogiéndole la porra con la mano por detrás y enfilándola hasta que le penetra por el culo. La visión es para correrse, los dos super dotados, Allen de frente, saltando mientras nos enseña toda la polla dura y enorme rebotando hacia abajo y dándose de hostias contra sus abdominales a cada embestida.
Con todo el gusto dándole por el culo, Allen se pajea con rapidez hasta escupir leche dejándose marcado el estómago y el muslo y dejando también su marca sobre la pierna de Leo. Y tratándose de quien se trata, no podíamos dejar de asistir a una de las acabadas que más nos gusta a los que amamos las corridas en toda la cara. Sabemos lo que ha hecho Leo Domenico con algunas caritas y la potencia que tiene sacando lefa y con Allen King y lo que le gusta, eso no puede faltar. Arrodillado frente al pollón, Leo empieza a reventar leche por la raja del cipote regándole toda la cara y sin dejarle acabar, Allen se levanta, se da un buen repaso con la mano, escupe encima y lo planta en la pared del despacho. Si es que los buenos dejan huella!!
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