Alexander Rajesh y Bastian Moreyra se follan a Rodrigo El Santo sin condones en el spa | Latin Leche

The Spa’s Special Room

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Lo que pasa debajo del agua, se queda debajo del agua. Rodrigo El Santo acababa de darse cuenta de que Bastian Moreyra le había tendido una emboscada llevándolo al spa, donde Alexander Rajesh, una cara que le sonaba demasiado, quizá por algún encuentro en alguna sauna, les estaba esperando en pelotas. Los tres hundieron la mitad inferior de sus cuerpos bajo el agua y enseguida Rodri se vio inmiscuído en un bocadillo de besos y toqueteos.

Bescaban rico, sabían cómo hacerlo. Se le puso dura al que más, ellos se dieron cuenta y le masturbaron pija en mano. Aunque la transparencia del agua no dejaba lugar a dudas de que el juego de manos y rabos estaba cogiendo fuerza, los reflejos y la luz dispersándose en el líquido dibujaban una acuarela en la que algunas partes quedaban a la imaginación.

Poca imaginación hubo que echar cuando Alexander salió del agua con todo el pito tieso, largo, gordo y con unas buenas pelotas colgando, chorreando agua por la bolsa de los cojones, poniéndole toda la dote en la cara a Rodri y pillándole por sorpresa, una muy grata en cuanto giró la cabeza y se encontró con esa pedazo de minga que fue directa a la boca mientras Bastian se enamoraba de los cojonazos de Alex acariciándoselos con la mano.

En el spa Bastian había aprendido que a veces daba mucho más morbo mirar de cerca y tocar que participar, esperando a que llegara su turno. Se acercó a un palmo de la cara de Rodri y vivió la mamada en primera línea como si él la estuviera haciendo, mirando con atención la forma en la que el rabo era succionado por esos labios. Paseó la mano por el torso velludo de Rodri y luego la internó bajo el agua para agararrle la polla y pajearlo antes de volver a sacarla, agarrar en pollón de Alex y conducirlo hacia la boca de Rodri una vez más.

Rodri acababa de ponerse a cuatro patas, sacando su tremendo culazo de macho como un flotador en la superficie. Al verlo, Bastian no se pudo resistir y fue directo a recrearse con ese par de bombonas, paseando las dos manos por sus nalgas, haciendo que poco a poco su larga pirula se le pusiera bien durita y venosa. El turno de Bastian había llegado.

Estaba sentado al borde de la piscina, dando rabo entre los dos a Rodri, cuando acabaron él y Alex cruzando pajas, Bastian se fijó en el tamaño de la descomunal verga de su compañero y acabó inclinándose para hacerle una buena mamada. Rodri fue a ayudarle. Uno le comió el palo y el otro las bolas, dejándolo bien servido y preparándolo para meterla.

Los tres se dirigieron hacia la zona de las taquillas, un estrecho pasillo que tenía un único fin, hacer amigos en tiempo record. Y es que como uno estuviera abriendo una de las taquillas, como pasara por detrás un tio, no le quedaba más remedio que frotar su miembro contra tu culo. Entonces se hacía la magia. Allí fue donde Bastian ejerció de mamporrero, chupando el pijote de Alexander, sintiendo el calor de sus pelotas golpeándole la barbilla, dejándola bien cargada de saliva mientras Rodri esperaba impaciente con el culo en pompa a que se la metieran a pelo.

El momento llegó y fue bestial. Ver de perfil a un tio guapo y apuesto como Alex sumergiendo su enorme polla en ese culazo, con el pelo rapadito, to guapo, cachas, con los pezones de las tetillas duros, bien armado, abriéndose camino dentro de otro hombre y regalándole todo su amor. Bastian se puso en la pared de enfrente. Quería sentir el aliento de Rodri mientras se lo follaban, sus besos, su deseo.

Acercaron un banco bloqueando el pasillo. Alex tomó asiento y encima de él Rodri dispuesto a cabalgar sobre su verga. Las manos de Alex tomando su pandero en posesión. Rodri se sentó en el banco y les chupó las pijas antes de volver a poner el culo, esta vez arrodillándose sobre el banco y con un nuevo tio penetrándole por detrás, Bastian, que también supo darle un buen uso a su larga polla.

Se turnaron para follárselo, aunque Bastian estuvo más tiempo fuera de juego, observando de cerca que era lo que más le gustaba y ponía cachondo. Un giro del destino hizo que acabara detrás de Alexander, que reclamó su rabo. Acabaron los tres en mitad del pasillo haciéndose un trenecito sin condones. Alex sin margen de maniobra, con un Bastian y un Rodri que cada vez se lo ponían más difícil, uno porque echaba el culo hacia atrás y el otro porque arremetía con fuerza.

Acabaro a pajas allí mismo, Rodri sentado en el banco esperando lefa y esos dos a cada lado a punto de disparar. El primero en lanzar fue Bastian y lo hizo de forma brillante. Aunque Rodri abrió la boca y sacó la lengua para cazar, el chorrazo salió despedido con potencia hacia el frente, disparando a bocajarro sobre su rival, Alex, que acabó con el brazo lleno de leche amiga.

Envalentonado, pollón en mano, tras preguntar a Rodri si quería leche, Alexander dio un paso al frente y le soltó todo el calcio acumulado en los huevacos en los pelazos negros del pecho y el torso. Viendo su cuerpo regado de semen, chupando una polla y luego otra, Rodri se abandonó a una gustosa paja, se echó hacia atrás y se corrió encima. Alex y Bastian miraron el cuerpo lleno de lefa de Rodri, deseando repetir.

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