En otoño, las hojas de los árboles se caerían, pero lo que permanecía en su sitio y poniéndose bien duro era el rabo de Seth Lion viendo pasar a chulazos por la calle como Cristian Sam. Si alguno le molaba y veía que había conexión con alguna miradita, le seguía por el parque y terminaba dándose el lote con un buen morreo. A menudo caía alguna paja calentándose las manos mutuamente metiéndolas por el frontal de los vaqueros, pero con Cristian necesitó un lugar para hacer algo más.
Estaba demasiado bueno y al notar su erección supo que ahí abajo había algo grande, muy grande. Ya en el apartamento, vio cómo se sacaba la chorra de los gayumbos. La tenía larga, gorda y morcillona, toda descapullada con un cipote despampanante. Se enamoró de la polla y de la cara varonil y atractiva de su dueño, todo un conjunto que le hizo sentir mariposas por todo el cuerpo.
El tiarrón encima estaba cachas y fuerte. Se fueron a la camita e intercambiaron pajas. Tú me coges la mía y yo la tuya.Con lo larga que la tenía Seth, se sorprendió viendo cómo la mano fuerte y grande de otro tio hacía que hasta pareciera más pequeña. Sin embargo su mano apenas podía abarcar todo ese rabaco grueso de gran calibre.
Al llevársela a la boca se pegó el festín padre. Teniendola enfrente de la cara, no sabía por dónde empezar a comerse esa figa enorme. Abrió la boca y apenas pudo digerir el cipote de lo gigantesca que era. Ojos abiertos como platos, mirando a Cristian, con los morritos llenos de babas de chupar minga, alabando lo grande que la tenía.
Cristian dio la vuelta a Seth, le abrió el culito, le escupió en el ojete y se lo empezó a agujerear con la punta de la lengua. Se la metió sin condón toda dura y caliente, apaleándole las nalgas con sus pedazo cojones colgando. Seth recibía cada pollazo con la boca abierta exhalando gemiditos de sorpresa, dolor y placer. Cuando Cristian se la sacó del culo pensó que iba a correrse, pero le vio cómo se tumbaba y se abría de piernas para que ahora fuera él el que se la metiera. Con mucho gusto, Seth penetró ese culo de macho y se pasaron toda la tarde intercambiando pajas, folladas y unas buenas corridas. Para Seth sería difícil olvidar la barba de ese machote con su semen encima.