Feliz orgía gay de año nuevo bien lechera con Viktor Rom, Roxas, Willkox, Leo Bulgari, Aiden Tyler, Nando Rey, Bony Babyron, Angel Privvt, Angelo Demonio, Dylan Ferrassa, Neron, Marco Rush, Jericob, Victor Deex y Thomas Sex
Happy Gay New Year
Los cuartos, las doce campanadas y feliz año nuevo!! Se suponía que a partir del primer segundo del 2022 debían ir rotando por la sala donde acababan de cenar y brindar, dándose besos en una y otra mejilla, pero la cosa se quedó estancada y los chicos empezaron a morrearse en toda la boca. La fiesta estaba a punto de desmadrarse y todos, Viktor Rom, Roxas, Willkox, Leo Bulgari, Aiden Tyler, Nando Rey, Bony Babyron, Angel Privvt, Angelo Demonio, Dylan Ferrassa, Neron, Marco Rush, Jericob, Victor Deex y Thomas Sex lo sabían.
Estaban todos bien guapos con sus camisas con corbata y sus vaqueros o pantalones de pinzas, pero las pollas empezaban a apretarles en las braguetas. Sonó el tintineo de los cinturones. Dos se fueron al sofá, se pusieron de rodillas y se dejaron comer los culos, el resto se dividió, unos sentados y otros de pie dando de comer rabo a los que habían tomado asiento.
Si ya estaban requeteguapos vestidos, desnudos todavía más. Algunos torsos se descubrían entre las camisas desabrochadas despertando pasiones, musculosos, fuertes, trabajaditos, con buenos pectorales y tabletas de chocolate que inspiraban a los que estaban tragando polla a comer con más efusividad y energía tragando más de la cuenta.
Algún avaricioso pretendía hacerse con varias, pajeando una mientras se mamada la otra. Algunos rabos morcillones que caían danzando entre las piernas, golpeando la goma de los calzones con toda la potencia de la chorra, otros ya duros dispuestos a cogerse un buen culazo. Mientras algunos seguían dándose el gustazo de llevarse un buen miembro a la boca, otros nom perdían el tiempo y empezaron a penetrar culos sin condones, convirtiendo la fiesta en una orgía multitudinaria donde cada uno cogía lo que le apetecía y donde todos se dejaban.
Nando había dado con la verga más grande de la fiesta, una que le rellenaba toda la boca y le alimentaba como ninguna. Viktor le cogió la cabecita con ambas manos y le ayudó a tragársela. Roxas se la chupó a Leo, el man de la gorrita, el de rojo que te la cojo, que la tenía durísima, no excesivamente gorda pero sí venosa e inclinadita hacia la izquierda, con un pedazo de cipotón abreculos que le hizo volverse loco. Por eso, nada más dejársela llena de babas, se dio la vuelta, miró hacia atrás lamiéndose la palma de la mano y lubricándose el ojete para que ese tio chulazo y pollón le penetrara a pelo.
Aiden, uno de los más guaperas del grupo de colegas, dio el relevo a Nando chupando el trabaco de Viktor y acabó con la cara roja, a lágrima viva y la boca bien follada cuando Viktor le penetró hasta le fondo de la garganta. Ese bigotito espeso y esa barbita que le hacían más guapo, le volvían irresistible y una diana para besar y darle rabo a raudales.
Roxas seguía esperando a su príncipe azul, mirando hacia atrás, esperando a que esa durísima polla le penetrara. Nando se interpuso en el camino y empezó a chuparle la polla a Leo, engrasándola bien para que se la pudiera meter más fácilmente. Por fin Leo se dirigió por la retaguardia hacia Roxas y se la coló por el agujero caliente. Los más dotados y viciosos seguían en pie, dando de mamar rabos y colando las pollas en los ardientes huecos, mientras que a aquellos a los que se les abría el agujerito viendo tanto rabo, estaban a cuatro patas o de rodillas, dejándose follar sin condón o emborrachándose de rabo.
Se acababa de montar una buena orgía en el salón, la mejor forma de dar la bienvenida al nuevo año. El follaje había comenzado y ya no podían parar. Las putitas se dejaban rellenar todos los agujeros y los empotradores no paraban de pasear por la habitación devorando o fusilando con sus mástiles cualquier culo o boca que se les pusieran por delante.
Algunos tenían cola de espera detrás, una fila de chicos masturbándose, esperando su turno para practicar el dulce momento de la penetración. El olor a macho empezaba a inundar el ambiente, con una deliciosa banda sonora llena de gemidos que les calentaban y les hacía volverse locos, mucho mejor que los tradicionales villancicos.
Algunos adoradores de pollas continuaban de rodillas, rindiendo tributo a las más largas y gordas, comiéndoselas a dos bocas compartiendo como buenos colegas. Viktor y el man de la gorrita se estaban pinchando un buen par de culazos en el sofá, compitiendo sanamente mano a mano por ver quién culeaba mejor. Los dos eran buenos en lo suyo y Leo estaba completamente entregado, tapando la boca de su putita particular, haciéndole gozar de lo lindo, que por algo tenía el rabo más cipotón y duro del lugar. Se movía como pez en el agua trincándose un ojete y estaba hecho todo un follador nato.
Las corridas se convirtieron en una auténtica cerdada digna de llevarles a todos al puto infierno por malotes. Pollas que se corrían en las rajas de los culos, degustadores de semen que esperaban a que lo hubieran desperdigado todo para relamer todo con sus sedientas lenguas, otros que chupaban y chupaban sin parar dejando que se les corrieran en toda la boca, con la leche saliendo de las comisuras de los labios pringándoles las barbas de blanco, los mecos cayendo al suelo, chorreando.
Dulces de leche, caritas alegres y sonrientes que esperaban deseosas, con las bocas abiertas y las lenguas por fuera, esperando que los campeones de tiro se las bañaran y regaran con sus lechazos. Leo, además de buen empotrador, era el mejor tirador de todos. Tres caritas tuvo para él solo, esperando a que lanzara todo su esperma. Por si esos chavales no se habían comido las doce uvas, él les metió doce lechazos dejándoles las caras, los bigotes, las barbitas, las bocas y hasta el pelo llenos de nutritiva leche de campeón. Feliz año nuevo cabrones!!