Colby Tucker se folla sin condón al poltergayst Dante Colle y se moja los morros con el ectoplasma de sus cojones | MEN
Poltergayst: Bareback
No exponerle a la luz del sol, no mojarle y lo más importante de todo, nunca, bajo ningún concepto, darle de comer pasada la medianoche. Colby Tucker se sabía al dedillo las tres reglas del Mogwai y el dvd piratilla que un chaval le había dado en mano al pasar por su lado, le recordaba a estas tres normas sagradas de una de las mejores películas del cine de los 80.
Su portada era apenas una caracasa cubierta por un papel en blanco con un mensaje en rotulador. Puso el dvd en el reproductor y pasó la noche de Halloween mirando una peli de terror en blanco y negro… hasta que dieron las doce en el reloj. Entonces las luces del salón comenzaron a temblar, el televisor se quedó sin señal mostrando las típicas chispas que salían en aquellos años, como en Poltergeist, cuando todavía había antenas de radiofrecuencia y un tio buenorro que apareció en la tele como si alguien se lo estuviera follando, traspasó las barreras de la imaginación y, cruzando la pantalla, se plantó en su salón.
Colby se sintió como la pequeña Caroline pero un poco más adulta, como si a esa peli que estaba sucediendo ante sus ojos le hubieran colocado dos rombos. Dante Colle estaba totalmente desnudo y el tio estaba tremendo además de ser guapísimo. El chaval se tumbó en su sofá y Colby empezó a cenarle la minga. Eso, en las reglas Mogwai no suponía nada bueno después de la medianoche y pronto comenzó a sentir los efectos.
Cada vez le entró más hambre y entre sus piernas algo comenzaba a crecer de forma desmedida y sin control. El tio se le puso a cuatro patas, con las piernas ligeramente abiertas y entre las que se le veía toda la huevera y la picha colgando. Unos atributos bastante prominentes que le incitaron a acercarse, liberarse de los pantalones del pijama y meterle una buena estocada por el culo sin ponerse un condón. Se folló bien a gusto a ese poltergeist y hasta probó el esctoplasma de sus cojones.
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