Pranksters (Bromistas) 14: El de la broma del dildo dentro del culo en el que Jake Porter se deja follar a pelo por el rubiales Blake Ryder en el gym | MEN
Todos esos tios con el semblante serio, en las máquinas, dedicados en cuerpo y alma a mejorar sus músculos, turnándose para trabajar piernas, torso y brazos. El jovencito cabroncete Jake Porter quiere ver cómo reaccionan, sacarles de su rutina, cuando les pida ayuda con las pesas y al hacer una sentadilla o estiramientos, se le caiga de entre las piernas un dildo.
La reacción de algunos tios es bastante graciosa, salen despavoridos. Ni que hubieran visto un monstruo, si seguro que deben estar aburridos de que sus novias usen esas cosas cuando ellos no dan la talla en la cama. Otros sonríen y se quedan mirando un ratito. Porque Jake no quiere ser malo en esas situaciones, pero sabe distinguir a un hetero curioso a la legua.
Hay un rubiales que le encanta. El tio es la comidilla del gimnasio y las chicas que van a pilates adoran sus ricitos de oro. Es verle y mojan las bragas. Aprovecha que está haciendo curl con mancuernas al lado del banco para hacer elevación de tronco. Jake sube las piernas, se baja los pantalones dejando a la vista su precioso trasero con el rabo de goma dentro de su culo y cuando escucha el estruendoso ruido de las mancuernas golpeando el suelo del gym, se ríe como un perrete.
El dildo sale disparado y Blake Ryder, que es muy educado, lo recoge para devolvérselo a su dueño, pero no sin antes preguntarle si no prefiere una polla de verdad, mucho más larga y más dura. Jake le pone ojitos. Blake toma esa mirada como una afirmación, así que se baja los boxer a la altura de los huevos para que el chavalín le coma la verga.
Las chicas perdiendo el coño y a él lo que le gustan son los rabos, porque menudo festín se pega con el de Jake, quién lo diría, pegando fuertes lametones alrededor de la base de la larga polla del jovenzuelo, convirtiéndola en la hélice de un helicóptero, toda engrasada con sus babas. Cuando Jake se sienta sobre las piernas de ese hombretón piensa «mirad chicas quién se está divirtiendo con vuestro príncipe azul«.
El cabroncete salta sobre el rabo, completamente a pelo. Le queda ajustado como un guante dentro del culo. Tiene al tio dándole por culo sudando ya de tanto ejercicio. Jake se pone boca arriba sobre el banco de curl y se abre de piernas para dejarle pasar. Le encanta observar ese cuerpo tatuadito, con algo de pelo, fuertote y musculado. Nada como follar en un entorno tan masculino, entre barras de acero y olor a hombre.
Una de las chicas de pilates ha salido a hacer un pis y se los ha encontrado follando. Jake aprovecha para darle envidia. Pone a Blake en su lugar, le da la espalda y se sienta sobre su polla, dando saltos sobre ella, dejando su pedazo de chorra libre y rebotando como una loca junto a sus hermosos y colgantes huevos. La muy zorra se mete los dedos por los panties. Parece que le mola ver a dos tios dándose el lote.