
[Fucker Mate] Hugo Arenas debuta metiéndole su pollón cubano y gordo sin condón a Alejandro Dumas
Prometo que un día os contaré el veranito sexual que pasé en la Manga del Mar Menor, cuando cada día así recién levantado en la mañana me bajaba a la playa que tenía justo debajo del apartamento y todos los días veía flotando algún condón tamaño XXXL. Eso ya me ponía cachondo y a tope todo el día, imaginando las cacho pollas que habían ocupado ese espacio tan gigantesco. Y no sé por qué me venían a la mente pollones de tios cubanos, será por eso de que tienen la fama de gastar un buen tamaño.
Cada cual celebra las cosas a su manera, unos prefieren con un desfile, otros con un día de fiesta y en Fuckermate han dicho que para celebrar el día de la liberación de Cuba, pues van a ver cómo se lo montan dos machos cubanos fuertes y de pelo en pecho, el guapetón Alejandro Dumas y Hugo Arenas, para el que es la primera vez que va a meter su deseada manguera entre las piernas de otro tio delante de las cámaras.
Unas cerezas no son más que la excusa perfecta para saborearse los labios. Los dos tienen buenas bocazas para besar y Alejandro empieza a ponerse tontorrón sintiendo el aliento y el calorcito que desprende cada centímetro del cuerpo de Hugo. Mientras le da un buen repaso a la boca con los ojos cerrados dejándose llevar por el deseo, la manita ya la tiene trabajando más abajo, sacándole la polla por encima de la cinta de los slips y empuñándola como un joystick.
Joder, estábamos deseándolo, ver la medida real de esa polla delante de la boca de un tio, porque a solas puede parecer una cosa, pero entre los tios, cuando nos la comparamos, ahí se ve quién la tiene más grande. Más grande y gorda de lo que parecía en su escena a solas y a pesar de eso Alejandro sabe comérsela muy bien pegando anchos bocados que parece que se la vayan a quitar de un momento a otro. Hugo acompaña la mamadita desde arriba y no se limita a mirar, sino que lanza saliva hacia abajo para lubricar, saliva que se le queda colgando y se posa en su barra como si fuesen hilitos de semen bien ricos.
Tanta hambre abre el apetito de Hugo, que lo pone de vuelta con el culo a disposición. Hugo es de los de sacar la lengua, chupar como si fuese un polo y taponar el ojete y a la vez te hace una especie de vacío con los pedazo labios que tiene. Es su forma de conseguir abrir el culete a los tios si quiere que después les entre sin problemas. No necesita mucho tiempo para conseguir que Alejandro dilate el agujero. Un primer intento de entrada con la polla para acostumbrarle y al final y sin ayuda de conducirla con las manos ni apretar mucho, consigue metérsela enterita y sin condón, toda peladita.
Hugo Arenas es ese macho del que todos nos colgaríamos del cuello como monos, dejando descansar nuestro culo haciendo palanca con su rabo hasta que nos la metiese. Impresiona ver ese grosor agujereando un culo desde cualquier punto de vista, con un buen par de cojones bien acoplados a la base de la polla, no son de los que cuelgan, tampoco de los que se arrugan y se hacen casi invisibles, están ahí siempre, son marcaditos, duros y consistentes y hacen su trabajo, esperar pacientes a cada metida de polla para conseguir rozar con la piel el contorno del culete. Y os aconsejo no perderos ni un minuto de la escena, porque esos cojones van creciendo de tamaño a medida que se van cargando de leche y eso mola!
¿No os pasa que veis a un tio potente sentado y seríais felices quitándole toda la ropa o simplemente sacándole la polla de la bragueta y sentandoos encima? Hay tios sobre los que da gusto sentarse, sobre todo si son fuertes y tienen buena tranca. Alejandro va un paso más allá y además de sentarse sobre Hugo, deja el culo en el aire para que el otro levante la pelvis y se la clave sin parar. Qué bien se la acopla el tio dentro del agujero, toda tal y como vino al mundo, peladita y sin condón.
Alejandro Dumas está encantado de ser el primer agujero de una nueva polla gorda, hace hasta malabares si es necesario para ser el ojete del vicio del novato, el agujero de la descarga de adrenalina. A cambio se lleva un buen gustito, un tio metiéndose en su interior y el placer de unas vistas inigualables, las de un chaval musculoso y guapo rabiando por metérsela. De vez en cuando Alejandro levanta la cabeza estando boca arriba y se queda mirando casi sin poder creerlo, con todo ese pollón de un diámetro descomunal apretándole el ojete, entrando y saliendo. No le queda otra que echar la cabeza hacia atrás de nuevo y decirse a sí mismo que no puede ser real. Pero sí que lo es por fortuna.
Hugo termina convirtiendo ese culazo en su juguete particular, le encanta metérsela sin ayuda de las manos, dejando que su capullo busque la entrada solito y se cuele dentro, sacarla y repetir de nuevo. Ha llegado el momento de que esas pelotazas regresen a su tamaño natural. Con unos cuantos gritos de guerra y como si estuviese exprimiéndose la polla por la base, buscando casi correrse sin manos, empieza a salpicar y rebosar leche encima del culo de Alejandro. Increibles los últimos lefotes pegados a la raja del cipote, resitiéndose a salir del todo, tanto que necesita restregarsela contra los pelos del culete para despejar la abertura.
El encuentro cubano no acaba ahí, mensaje especial para todos los que disfrutais como yo como guarretes de lo que se puede hacer con la lefa una vez te has corrido. Imaginad el dedo de Hugo rebañando la leche del culo y poner ese dedazo entre su boca y la de Alejandro mientras los dos se ponen las botas con el banquete blanco. Pues ale, cabrones, a disfrutar de la comida! Vivan los cubanos!