[Fucker Mate] Frank Valencia se folla la boca y el culito hambriento de Ruben Mastin
Anda que no mola conocer a un tio con el que irte a la cama, bajarte la cremallera de la bragueta del pantalón, dejar que se agache y descubrir que está hambriento de rabo y ya no solo de rabo, sino de unas buenas pelotas. Es fácil detectarlo en apenas unos segundos, porque empieza a comer rápidamente como si se lo fueran a quitar, empotrándose toda la polla hasta la garganta hasta llorar y ves cómo cuando se la sacas suelta un chorrazo de saliva, dejándote el rabo brillante con todo su adn encima.
Ruben Mastin siempre tiene hambre de una buena polla y cada vez que aparece en escena a mí me vuelve loquito. Es uno de los tios más guapos y apuestos que existen en el porno, con su toque de personalidad que lo hace irresistible, una guapísima cara con labios que apetecen besar a todas horas, mientras le agarras con gusto la carita deslizando las manos por el cuello, y una mirada que es para perderse, ojos oscuros y penetrantes que consiguen follarte de un flechazo. Parece casi pecado conducir a un tio así hasta tu polla y follarle la cara hasta hacerle llorar, pero es tan guapo que no deja otra opción. Para hacerlo tiene como compañía a un buen macho como Frank Valencia, con un rabo descomunal para hacerle gozar como a él le gusta.
Cuando un tio le mola, Ruben se pone caliente y empieza a besar sin control, enseñando la lengua, lamiendo todo lo que encuentra a su paso y se le pone enfrente, atrapando los labios del otro tio con los dientes, ninguno logra escapar a tantas ganas de hombre como tiene. No deja centímetro de la cara y el cuello de Frank Valencia sin chupar, casi le quita la visión y terminan cayendo encima de la cama ante tanta insistencia. Aunque sobre la cama le pone de lado y empieza a tocarle, el tio se revuelve y se pega a él como un velcro sin dejarle ni un solo segundo, así que Frank se saca el rabo enorme por un lado de las bermudas para distraer su atención un rato.
La maniobra de distracción parece dar resultado y poco a poco Ruben va bajando de la cara, pasando por el torso, hasta posar su lengua y relamer una super polla gorda, larga y gruesa medio dura, que descansa hacia un lado sobre la cadera de su afortunado poseedor. Probando primero el saborcito del cipote suave, pasea la lengua por el contorno de la superficie rugosa de ese pedazo rabo. Sin utilizar las manos, solo con la boca, se la va poniendo recta y cuando lo consigue, se la enchufa dentro de la boca y empieza a mamar con muchas ganas.
No sabe lo que podrá crecer ese monumento cuando esté duro del todo, así que Ruben aprovecha la ocasión para metérsela hasta la campanilla, rellenándose la boca por completo y empujando la cabeza a fondo hasta hacer tope con los cojones, bueno, uno de los dos huevos que está aprisionado y se le sale por la parte de los pantalones al descubierto. Frank Valencia se estremece de gusto al notar la cavidad estrecha por la que está pasando la punta de su rabo y sin querer empotra más al chaval, que suelta una arcada. Si ya lo dicen, que no hay mejor demostración para decirle a un tio que te gusta mucho que comerle el nabo entero. Al escuchar los gemidos, Ruben repite varias veces merendándosela por completo y Frank termina de liberarle las dos pelotas para que el chaval juegue con otra cosa más.
Ruben reparte amor por la boca y mucha saliva para dejar su instrumento brillante. Frank sabe que no va a despegar a este tio de su rabo, así que le coge la cabecita de lado, la deja quieta en el aire con su polla dentro y con un movimiento de caderas suave y rápido se la empieza a follar limpiamente. El chaval no se conforma con la follada de cara, también aporta su grano de arena y succiona ese pollón con la boca para atraparlo. Una boca que no deja de trabajar y vuelve a meter caña, incluso dura es capaz de metérsela hasta el fondo logrando que Frank delire de gusto.
Mientras la mamada sigue, Ruben ya se ha bajado los pantalones de deporte y deja al fresquito su poderoso culo, con una buena hendidura en la raja del culo, perfecta para convertirse en el recipente de un buen palo. Frank se da cuenta y se agarra a uno de los cachetes del culo, pero no va a prescindir de la mamada que le está metiendo. Esa boca no para y es una locura.
Una polla tan grande necesita un buen trabajo de un culo para que quepa enterita. Si hay algo que se le da de puta madre a Frank Valencia es comerse un culito. Atrapa el de Ruben con las manazas y ahora le demuestra que es él el que tiene todo el poder. Lo amasa como si fuese masa de pastelero y coloca el rodillo en el medio rebozándolo suave como si estuviera en harina. Frank tampoco va a despreciar una buena comida de culo, que le encanta. Si no se despegó de su boca ni de su polla, sentir la boca de ese chavalote en el orificio de su culo debe ser lo más grande. Frank lo tiene grande, un pedazo culo impresionante al que Ruben se apresura a pegar unas buenas relamidas para terminar metiéndole el hocico. Menudo pandero y qué buen agujero tiene el cabrón.
Con un rápido movimiento se da la vuelta y le vuelve a regalar rabo. La boca de Ruben sigue hambrienta y vuelve a merendarse la salchicha. Ante un hombre tan hambriento, no se puede dejar pasar la oportunidad de dárselo todo. Frank se pone de pie y le planta toda la pija y los huevos en la boca, dándole de hostias y dejando que le coma lo que quiera, barra libre para el chico. No sabe si podrá saciarle, pero también le revienta la cara contra la cama empotrándole toda la polla y deslizándola por su garganta. La cabeza de Ruben queda aprisionada entre la cama y el culo y los huevazos de ese macho. Sin espacio por el que moverse, ahora sí le está dando de comer de la hostia, hasta para coger aire se ve obligado a abrir la boca a tope mientras ese rabo calentito no para de introducirse en su interior y los cojones le taponan la nariz.
Como el culito de ese tio sea como su boca, no va a tardar en correrse. Lo planta encima de la cama a cuatro patas con el culo en pompa y se la mete, atravesándolo con toda la estaca gorda. Frank sabe muy bien lo que quiere y cómo lo quiere. Coge al chaval con mucha soltura y le recoloca para follárselo de lado, con una pierna apoyada sobre la cama y la otra por encima de su rodilla, dejando el espacio justo para introducir su culo por el lateral y meterle el pollón. Le va a dar la vuelta como un pollo en una barbacoa, primero boca abajo, después de lado y ahora Ruben se revuelve con la polla dentro, quedándose boca arriba para que se la siga metiendo. Frank le abre bien el culo y le sube las piernas presionándolas fuerte contra su torso mientras sigue restregándole la barra dentro de todo el culo.
Le entra super apretadita y en lugar de sacarla y meterla a saco, Frank se decanta por conservarla casi toda dentro y pegar los meneos justos para sentir placer y que el chaval se la sienta toda dentro de él. Ruben consigue llegar a ese punto de placer y dolor que lo hacen gritar y gemir como un loco. Ese cuerpo suave y tierno de antes, de repente se convierte en un cuerpazo musculoso, con los abdominales en tensión y completamente sudado. Su culo no habla, pero su bocas ahí está para pedir más mediante un insistente «sí, sí» que incita a Frank a meter más adentro. Lo tiene completamente encima, un gran macho musculado, tatuado y pollón atravesándole el culo.
Volviendo a la posición original, Fran se planta de nuevo a Ruben a cuatro patas, un culazo para él solito con unos buenos cojones colgándole entre las piernas. Le tiene el agujero ya tan abierto que eso entra como la seda. Ha conseguido amoldarlo a su tamaño y ya es la hora de tomar el trono con una buena cabalgada. No hay escena tan guapa como la de ver un buen culo tragón y un rabo enorme encontrarse en una sentada. Ruben deja caer su culo sobre el mástil y todavía con él dentro se pone de lado para sentir cómo ese gancho duro le roza por dentro en zonas donde pocos tios son capaces de llegar. El tio sigue dándose la vuelta con todo dentro y se coloca frente a la cámara con todo el pollón y los huevazos colgando para deleitarnos la vista.
El sonido de la fricción de la polla con el condón resbalando y metiéndose por el agujero apretado es para volverse locos. Frank adopta una postura más salvaje con ese culo ya dominado y lo pone boca abajo sobre la cama, apretándole la espalda con las manos y metiendo unos buenos meneos de culo empalándole de principio a fin hasta chocar todos los muslos contra su culazo. De nuevo boca arriba y con todo ese chaval para él, se la sigue clavando mientras con la mano le pega de hostias en la cara y los pectorales.
Entre pollazo y pollazo, Ruben avisa que se va a correr y empieza a soltar lefa por el rabo cubriéndose el estómago y el muslo y salpicando leche hacia todas partes mientras se la menea. Una leche blanquita y apetitosa que apetece relamer. Frank elige para correrse una parte poco común, la espalda del chaval. Pegándose un buen pajote, le lanza unos buenos escupitajos de leche ensuciándosela desde la parte baja del culo hasta casi el cuello. Frank aprovecha toda la cantidad de leche que le ha salido por la polla para esparcirla con la manita y bajarla hasta su culo, dejándole el cuerpo brillante por detrás recubierto de semen. Ruben termina como un pollo follado y embadurnado con leche de dos sabores, la suya por delante y la del otro por detrás. Así se cocina vuelta y vuelta a un hombre hambriento.
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Fotografías por Mano Martínez