Viktor Rom penetra a pelo el apretadísimo culazo del dotado Gabriel Paxxeco | Fucker Mate
Paxxeco's Grand Debut
Qué buen recibimiento. Nada más entrar por la puerta, Viktor Rom se encontró a Gabriel Paxxeco de rodillas sobre la cama alardeando de rabo. Y menuda cola, larga y bonita, estilizada, con un buen cipote. Viktor hizo lo que debía hacer un hombre, acercarse y, en lugar de dar un apretón de manos a ese nuevo amigo, meterle el apretón en la polla cogiéndola por debajo y acariciándola.
El tacto era tan delicioso y estaba tan calentita que Viktor no pudo contener la erección que se acrecentaba en el frontal de sus calzones, tan fuerte que se le salió la polla por encima de la goma. A gorda no le ganaba nadie. Paxxeco lo notó enseguida, como para no verlo. Aunque intentó que no se notara en exceso el hambre que tenía, dirigiéndose poco a poco a la entrepierna entreteniéndose en los pezones, acabó con el pollón de Viktor en la mano, pajeándolo, asombrado por su enorme tamaño.
Estrujó el cipote contra sus napias esnifando y aspirando el aroma a rabo y lo cobijó entre sus labios amoldándolos a la forma grande y cilíndrica. Viktor sabía bien de tios como ese, que cuando te chupaban la polla parecía que estuvieran tomando de un biberón y esa forma de mamar le encantaba porque le ponía bien cachondo, con los labios bien apretados contra el pene, succionando con ganas.
Le encantaba la boca de ese cabrón, cómo desvió la cabeza para cogerle los huevos entre las piernas y estirárselos para después seguir chupándosela. Cuando más lo hacía, más hambre tenía y más devoraba. Viktor siguió disfutando de esa boquita mientras se inclinaba sobre él y comprobaba el culo que se iba a follar a pelo. Tras comprobar lo delicioso que estaba, metió los morros en la raja y le dio cera, relamiendo el ojal con la lengua y luego intentando metérsela.
Se lo llevó hacia el fondo de la cama y allí le elevó el pandero y le abrió de piernas, le comió todo el ojete y le bajó el culo poniéndolo a tiro de rabo. Qué gemido pegó el tio cuando le metió el cipote y parte de la polla bien gorda. Paxxeco colocó las manos en los muslos de Viktor intentando frenar la empotrada. Le pidió a su papi que fuera poco a poco, que la tenía muy grande, pero en el fondo quería que le jodiera el culo a placer.
Entre que Viktor la tenía enorme y Paxxeco el ojete apretadísimo, costó lo suyo que entrara, pero siempre había un camino y Viktor sabía que terminarían encajando a la perfección. Era cuestión de tiempo y de darle amor al asunto. A base de pico y pala, de no dejar de intentarlo una y otra vez y animado por el morbazo que le daba inclinarse sobre ese tio y ver cómo gemía, cómo se abría de piernas y las abrazaba a su espalda junto con sus brazos, logró penetrarlo sin condón y empezar a follárselo a pelo como un auténtico perraco.
Ahora que había conseguido meter toda la polla dentro, lo último que quería era sacársela. De hacerle el amor a cucharita, lo colocó cabalgando sobre sus piernas. Al agarrarlo por las caderas, sintió el pollón de Paxxeco rozándole la mano. El cabronazo la tenía tan jodidamente larga ahora que se le había puesto tiesa, que se le había posicionado como una banana, curvadita y larguísima, sobresaliendo a un lado por la cadera.
Con lo que le había costado meterle apenas la punta hacía unos momentos y ahora lo tenía sentándose con fuerza sobre sus muslos, pegando fuertes culeadas hacia abajo al sentarse, intentando meterse todo el pene dentro del culo a la fuerza. A ver si aguantaba el siguiente movimento. Viktor le cogió por las axilas y lo empujó hacia atrás dejándole en volandas sobre su torso, plantó los pies en el colchón doblando las rodillas y enculó desde abajo con rapidez.
En un renuncio, Paxxeco se echó hacia adelante y dejó que Viktor disfrutara de las vistas del culo tragándose toda su polla. Si a todos los tios les molaba ver cómo su rabo se hundía en un culazo, supuso que Viktor no sería diferente a los demás en ese sentido. Y no se equivocaba. Le dejó con la boca abierta y gozando. Retozaron por toda la cama y a Viktor se le ocurrió una postura nueva que no había probado antes.
De rodillas en la cama, sentado sobre sus talones, esperó a que Paxxeco le rodeara las caderas con sus piernas y se sentara sobre su rabo. Bien juntitos, el largo pollón de Paxxeco entre los dos, contoneándose de lado a lado. Menuda cola, entraban ganas de fortarla como una varita mágica a ver qué salía. Cucharita, cabalgada, misionero, por detrás. Lo hicieron de todas las formas posibles.
Paxxeco volvió al redil cabalgando la polla, pajeándola con su santo culo. No iba a ser Viktor el que lo frenara si él no quería. Le avisó con la cara que estaba a punto de correrse y le sorprendió que Paxxeco no se retirara, así que se dejó ir dentro de él. Al retirar el culo, un hilo de leche salió de su ojete. Viktor le penetró para sacarla toda y dio por finalizada la follada, pero Paxxeco todavía tenía ganas de más mientras Viktor todavía la tuviera dura.
Se acercó a él junto a la ventana, se abrazó con las piernas a sus caderas y se dejó follar en volandas. Se quedaron los dos de pie, uno al lado del otro, besándose. Paxxeco se la pajeó duro, cada vez más excitado, jadeante. Entregó su leche sobre el pollón de Viktor y frotaron los rabos uno sobre otro, acariciando la suavidad de ese néctar de los dioses.
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