PJ Knox satisface con su grandioso culazo los pollones de Apolo Adrii, Igor Lucios, Blessed Boy y otros cinco machos | Raw Road Nation
PJ Knox Cum Dump
Una alfombra roja de hombres desnudos pajéandose y mirándole desde el fondo del pasillo. Jovencitos y maduros, todos con una buena verga en la mano, rabos de todos los tamaños y colores. Sí, se la estaban meneando por y para él. Esos tios solían meterse a solas en una sala para gozar, pero PJ Knox quería conseguirlos a todos. Se dio unas palmaditas en el culo y el primero entró a saco, metiendo su descomunal polla a pelo dentro de su enorme culo peludo de macho y bombeándolo por detrás.
Los tres más jovencitos se animaron a entrar. Desde el fondo de la sala, Apolo Adrii, Igor Lucios y Blessed Boy, a cada cual más guapo, habían presenciado la follada y ahora estaban interesados por ver el agujero que ese tio le había dejado en el ojete. Tres pares de manos jóvenes y curiosas plantadas en su pandero, abriéndole las nalgas para ver su agujero rosáceo recién penetrado. Después sus labios mordiéndole suavemente y besándole las cachas, las lenguas juguetonas recorriendo la dulzura de su punto de entrada.
PJ estaba cachondísimo con esos tres manoseándole. Apolo le molaba con esa cara tan atractiva y su enorme pollón, Blessed era un cerdo redomado, pero el que atacó primero fue el chavalito guaperas, el que tenía la chota más grande de todos, Igor le echó un pulso por la retaguardia que PJ aceptó de buena gana y es que el chico tenía un estupendo culazo blanco y redondito de futbolista con el que rematar a degüello a portería.
También consiguió con ello hacer entrar al resto en la sala. PJ se puso de rodillas y les comió la polla a todos. Duró poco rodeado de varones dándole minga y es que enseguida empezaron a follárselo uno a uno, sin compasión, todos metiéndole la polla desnuda con rabia. Y mientras uno se la metía, los demás se pajeaban delante de su cara.
Los chicos querían espectáculo, ver un culo bombando sus pollas en primera línea. Se tumbaron todos, cuatro a un lado y cuatro al otro, cara con cara. PJ se hizo un tour alrededor del colchón chupándoselas y luego se enfrentó a ese campo de nabos. Les dio la espalda, se metió la primero polla por el culo y comenzó a pajearla. Así hizo una por una. Podía sentir la excitación de esos ocho tiarrones. Los nervios al saber que les llegaba el turno y que por fin iban a sentir el apretón de ese culazo.
Le rodearon de nuevo y fueron tomando su culo en posesión. Escuchó el sonido de la capucha de un rotulador. Tras un gemido desgarrador, su culo se inundó de leche y le dejaron dibujada en la nalga izquierda la primera línea, a esa le siguió otra y otras séis más. Antes de meterla, se quedaban unos segundos observando cómo el semen rebosaba por su ojete y chorreaba por sus pelotas. El sonido del chapoteo. Ocho hombres preñándole, corriéndose dentro de él.