Ese día la parejita tenía compañía para ver la peli. Malik Delgaty se moría de ganas por follar. Llevaba toda la semana esperando para ver a su chica Laura Fox y cuando llegó el finde, su colega Trent King se presentó por sorpresa en la ciudad. Un cubo de nuggets de pollo fue la solución que Malik encontró para pasar un buen rato los tres juntos en compañía a la vez que satisfacía sus ganas de mojar rabo.
Aprovechó el cartón para hacer un buen agujero, metió la polla y entre picoteo y picoteo, llegó un momento en que su chica ya no cogió un muslito, sino que empezó a acariciar con los dedos su cipote. Ella sonrió, pensando lo guarro que era su novio, él le hizo un gesto para que siguiera acariciando su rabo y se mantuviera en silencio. Laura le masturbó, le chupó la polla. Trent alargó una mano sin mirar y por suerte cogió un nugget, pero entonces a Malik le rondó una idea loca por la cabeza, se imaginó a Trent también acariciándole la verga.
Laura acabó lo que había empezado. Hizo que su chico soltara bien de leche mojándole las tetas y obligándola a ir al baño a cambiarse. Trent les pilló en el mejor momento y dio la enhorabuena a su amigo por lo bien que se las había apañado, pero reconociendo que los dos eran un par de cerdos por haberlo hecho a sus espaldas. Malik todavía tenía la polla dura. Trent se la sacó del cubo de nuggets y alabó el tamaño de su pene erecto. Era la primera vez que le veía en esa tesitura. La verdad es que Malik estaba bien apetecible, ahí sentado, desnudo de cintura para abajo, con su camiseta de beisbol ajustada a su acojonante musculatura y esa gorrita con la visera hacia atrás que le daba un aire de malote de barrio.
Trent no quitaba ojo de esa mazorca. Era cilíndrica, perfecta, de una buena pieza, bien larga y gorda. Malik le colocó una mano en el cogote y lo atrajo hacia su entrepierna. A ver si él era capaz de quitarle la trempera que llevaba encima. Trent abrió la boca y jaló de lo lindo arropando ese enorme pene entre sus labios, arrastrándolos por ese pollón largo y grueso.
Puestos a comparar mamadas, si Malik tenía que elegir lo tenía realmente difícil. Su chica era más de darle a la lengua y jugar con el cipote, pero Trent sabía cómo jalar la polla a un tio tragando con la boca llena, una sensación más placentera porque era como meterla en un coño suave. Ese cabrón incrementó el ritmo de la mamada y le volvió loco.
Su chica regresó cambiada del baño y para que no les pillase en plena faena, Malik cogió la manta que tenía detrás del sofá y la echó por encima de Trent tapándolo por completo. El hijo puta seguía mamándosela. Malik no aguantó más y se corrió en su boca. Laura conocía bien esa cara en su chico, acababa de correrse otra vez pero en esta ocasión ella no había sido la responsable. Levantó la manta y se encontró a Trent con la cara pegada al pollón de su chico, le hizo responder qué había ocurrido. Trent intentó evitar abrir la boca llena de lefa pero como ella insistía, se llevó como respuesta un boquerón de leche otra vez en todas sus tetas.
La situación se tornó surrealista cuando su chica y su amigo se enzarzaron en una absurda discusión por ver quién la chupaba mejor. Malik lo tenía claro, pero intentó interceder entre los dos poniendo paz de por medio, todavía con la polla bien dura a pesar de haberse corrido dos veces. Tenía la solución perfecta. En lugar de competir, ¿por qué no colaboraban juntos y compartían?
Laura se puso cachonda. se bajó las braguitas y tuvo que reconocer que desde hacía tiemp quería probar la lengua y los labios gruesos de Trent en su chochito. Dicho y hecho. Trent se metió entre sus piernas y le comió toda la almeja. Mientras se la comía enterita, notó cómo Malik le bajaba los pantalones descubriéndole el culo. Trent se incorporó para decirle que por ahí no, pero el poder de convicción de Malik era tremendo. Le bastó un palmeo en las nalgas para decirle que no se preocupara para que Trent siguiera a los suyo mientras Malik mojaba su polla con el único lubricante de un salivazo certero en su cipote. Acarició la raja del culazo de Trent con su verga y se la metió a pelo.
Follándose a ese perro, miró a su chica que estaba justo delante. Joder, qué bueno. Se quitó la camiseta del calor que le estaba entrando. Completamnete desnudo, se quedó como a su novia le gustaba, en pelotas, luciendo palmito, con ese culo blanco y redondito zumbándose un buen agujero, toda la musculatura de su cuerpo serrano al servicio de la follada.
Cuanto más ritmo imprimía Malik a la follada, más rápido le trabajaba Trent el coño a Laura, haciendo que los tres gimieran de gusto al unísono. Malik tomó asiento en el sofá y ella sobre sus piernas, clavándose su duro mástil. Trent se quedó de pie dándola de comer rabo hasta que los dos se pusieron a follar como perros en celo, Malik cubriéndola desde atrás. Entonces Trent se enamoró de las vistas. Su colega Malik, de espaldas, con las piernas entreabiertas y los cojones destacando entre sus muslos, era un aperitivo delicioso.
Mientras él se follaba a su chavala, él se aprovechó del momento para pasear la lengua por el culazo de su amigo, recreándose en los movimientos de ese trasero zumbando de lo lindo. Trent se decidió a dar un paso más allá y coló los morros en la raja, alcanzando con la punta de la lengua su orificio de entrada. A Malik le gustó tanto que frenó en seco la follada, con el miembro todavía dentro de su chica, pero experimentando ese nuevo placer.
Después de ese momento de descubrimiento personal, Malik y Trent se enzarzaron penetrando a fondo los agujeros de Laura, uno por detrás y el otro por delante, sin darle descanso. Trent se corrió en su cara y su boca. Malik se puso de pie machacándosela duro y para esperar su corrida tuvo a dos buenos fans de rodillas esperando calcio. Laura y Trent, con las bocas abiertas, recibieron una buena descarga de lefazos que les mojaron los labios y los morros. Los dos colaboraron para chuparle la polla con los labios húmedos. Los tres se quedaron desnudos compartiendo sofá y peli. Malik seguía con la polla bien dura, inagotable. El cuarto asalto no tardaría en caer.