
[MEN] Dato Foland, Colby Keller, Jessy Ares y Gabriel Clark se follan al macho alfa Paddy O’Brian en «Howl 4»
La luna llena se alza en el cielo y, mientas el resto de los mortales descansan y sueñan sobre las camas y permanecen totalmente al margen de lo que se mueve en la oscuridad, los hombres lobo completan una nueva fase, la celebración del ciclo de los 28 días, aunque esta vez mucho más especial, ya que solo una vez cada año se celebra la noche de Halloween. El macho alfa Paddy O’Brian espera junto a sus dos cachorritos iniciados, Gabriel Clark y Jessy Ares, la llegada de un nuevo miembro recién convertido por él mismo, Colby Keller, que ya ha tenido la oportunidad de iniciarse junto a Dato Foland en la caza.
Nadie hasta ahora había entrado en la intimidad de los hombres lobo. Bajo su apariencia hostil, en la camada intentan complacer siempre a sus hermanos y mayores dando muestras de afecto, dejándose llevar por el instinto animal que llevan dentro, sobándose las pollas, su punto más caliente, el que consigue volverles locos de placer y a la vez calmarles en una proporción de sentimientos encontrados inexplicable. Casi parece como si no se hubieran dejado de follar desde que descargaron la última vez, Dato enseguida se llena la boca con el rabo gigante de su hermano Colby, sosteniéndole las pelotas gordas con la mano, mientras Gabriel y Jessy atacan de nuevo al macho alfa en un nuevo juego.
La cueva pronto se llena de sonidos de macho excitado, de esos que si uno cerrase los ojos se sentiría con la imaginación completamente follada, de bocas chupando, gargantas atragantándose con rabos enormes, labios desatascados cuando sueltan el último centímetro de polla y dejan escapar un suspiro de gusto, gemidos apagados que tienen como orígen el placer de sentir unos buenos labios adaptándose a tu barra caliente. Y cuando la imaginación queda follada, para eso está la realidad, para abrir los ojos y disfrutar de esos sonidos hechos realidad.
Gabriel y Jessy se turnan llenándose la boca de la polla del gran jefe y Dato hace lo propio con la de Colby para él solo, desplazando a cabezazos la boca sobre ese rabo enorme, sacando por debajo la lengua cada vez que se la mete hasta el fondo, saboreándola y dejando hueco para alimentarse mejor. El cachorrito Gabriel vuelve a hacer de las suyas, es tan joven que está deseando probarlo todo enseguida sin esperar su turno, así que se agacha y se merienda los rabos de Dato y Colby cogiendo cada uno con una mano, rechupeteando el cipote de uno y después del otro como si se lo fuesen a quitar.
Es tan travieso que no para quieto. Cuando Jessy pone al macho alfa Paddy con el culo abierto y le coge de los huevos para disponerse a prepararle el culo, Gabriel pasa de comer pollas a devorar culo en un segundo. Parece que la novedad y el placer de tener su boca siempre ocupada en lo que le mola, le están convirtiendo en un auténtico animal sin control. El olorcito a rabo les inunda y terminan todos sobre la cama como lo que son, lobos, olisqueándose el culo y mamando pollas. Dato y Gabriel boca a boca, cara a cara practicando una felación al rabo de Colby. Paddy que no para de mirar a Dato y en cuanto puedo lo pone a cuatro patas y le llena el agujero del culo con la lengua, antes de meterle toda la polla y petarle.
Tener dentro el pollón del líder, infunde energía a Dato para mamarle la polla a Jessy como si le fuera la vida en ello, ensalivando y chupando desde los huevos hasta la punta. A un metro de allí, Colby se deja encantar por el largo palote del cachorrito pegándole unas caladas como si fuese un polo. Todos le tienen mucho cariño al más pequeñajo y nada les molesta. Paddy lo acoge por detrás cuando le planta el rabo duro y gordo sobre la espalda, cuando lo deja aprisionado mientras folla. Como regalo, saca la polla del culo de Dato y le da de comer. Dato mientras tanto se convierte en el recipiente, el culazo abierto por el gran macho abre el camino para todos y Colby ocupa su lugar.
Llega el gran momento de iniciar el ritual, cuando el macho alfa abre su culo y deja que toda la manada le meta rabo sin parar. Jessy es el primero en abrir el agujero, hace un par de días ya pasó con éxito la prueba de iniciación y ahora está viviendo el momento importante para el que se ha estado preparando todo este tiempo. Le abre el culo a pollazos mientras el cachorrillo cerca de allí le imita poniéndiose a prueba y usando para ello el culo de Dato Foland. Lo hace tan bien que Jessy le cede el hueco para que cumpla de nuevo sus sueño como ya hizo en la iniciación. Aunque sea el menor de la camada, tiene una bunea polla entre las piernas, larga y de buen grosor, que consigue meter directa en el culo de Paddy.
Mientras la mete y la saca, al cabroncete se le pone más dura. Todos los demás empiezan a hacer cola para seguir la tradición. Dato es el siguiente en adaptar sus caderas a los dos globazos que le esperan enfrente. Dobla un poco las rodillas, ajusta el cipote al agujero y la mete tiesa como una estaca de abajo a arriba en diagonal. Para calmar la espera, Gabriel se arrodilla y les come la polla a sus hermanitos. Paddy necesita un descanso, pero su manada no le deja levantarse fácilmente, Colby le pilla en un renuncio, le empuja para que se agache y abra el culo otra vez y se la mete doblada, enterita y ajustada como un guante, dejando que sus huevazos bailen por debajo introduciéndose entre sus piernas al salir y dando un buen mandoble en el culazo de Paddy al entrar.
El ritual de la luna llena está a punto de completarse y ningún humano había podido presenciarlo antes. El macho descansa tumbado boca arriba mientras su camada le rinde tributo sobre él, con las pollas tiesas y pajeadas. Jessy se la machaca con rapidez y expulsa su lefa que termina resbalando por el brazo de Paddy. Al ver el reguero de leche, Gabriel no puede contenerse y el cachorrito termina corriéndose también. Dato es el siguiente y empieza a soltar chorrazos de semen salpicando de la raja de su polla en dirección al torso y el hombro y por último Colby se la agita hasta dejar caer la lefa blanca y pringosa sobre los muslos y los cojones. Relleno de semen, pajeándose el pollón, con la lefa de Colby encima de los huevacos desplazándose por el meneo que se está metiendo, el macho alfa se descarga las pelotas encima del cuerpo sudado, goterones de leche espesita y blanca tan grandes como su rabo.
Y así, bajo la luna llena de una noche oscura, mientras el resto de la humanidad duerme, cada año una manada de cachorros se folla a su líder para poner el sello final a una tradición que viene de un tiempo muy lejano. Pero la lucha entre humanos y hombres lobo no ha hecho más que comenzar. O eres carnicero o eres ganado…
>> MIRA CÓMO ACABA EL RITUAL DE APAREAMIENTO CON TODOS FOLLÁNDOSE A PADDY O’BRIAN EN «HOWL 4»