Torsten Ullman se folla el rico culazo de Jens Christensen sin condón después de mamarse las pollas | Bel Ami Online
Los chicos propusieron a Torsten Ullman y a Jens Christensen que se unieran a ellos en el jacuzzi, pero ellos tenían ya planes para ir al gym. En cuanto lo mencionaron, los demás se quedaron mirándose. Todos sabían que esos dos harían de todo menos pesas. Y no les faltó razón. Los dos tenían unos cuerpazos de escándalo y haciendo pesas era imposible que no se les pusieran duras al mirarse, con los cuerpos semidesnudos y sudaditos. De hecho Torsten envidiaba la tableta de Jens.
Para qué conformarse con solo mirarla si tenía alguna oportunidad para tocar la e incluso rozarla con sus labios. Cogió a Jens en brazos y se lo llevó a la camita, le bajó los pantalones y se deleitó con su cuerpo de arriba a abajo, primero besando sus labios, luego internádnose entre sus pectorales, después recorriendo el excitable sendero de sus marcados abdominales hasta llegar a ese pedazo pollón que se gastaba, grande y gordo, tanto que obligaba a abrir la boca más de la cuenta, más de lo que uno esperaba.
Le hizo una mamada a lo bestia, tragando todo el trozo que pudo. Torsten iba bien ditado también. Se había desnudado y su rabo tieso no paraba de mecerse entre sus muslos, entre sus pies por la posición en la que estaba, rozando las sábanas. Jens lo veía a lo lejos, tan grande, con esos pelitos en la base y se estaba empezando a poner bien cachondo.
Jens le devolvió la mamada. Era incapaz de saber quién de los dos la tenía más grande, pero estaba seguro de una cosa, de que jamás se había llevado a la boca un cipote tan bonito y grande como ese. Además, mientras que la suya era un buen mazo, la de Torsten tenía su gracia, con una caidita de lo más sensual cuando se quedaba ahí dura y colgando, ligeramente curvadita.
Mientras se la chupaba, Torsten deseó el culazo de Jens. Se inclinó para amasárselo entre las manos, para abrirle la raja y descubrir el precioso ojete que se ocultaba entre medias, decorado con sus pelitos rubios, perfecto para hacer guarradas. Se lo llevó de nuevo a la cama, se lo acicaló con la lengua, paseó la yema de sus dedos por la entrada, rosácea y tierna, y se la clavó hasta los huevos metiéndosela sin condón.
Super ajustada, su rabo durísimo entrando y saliendo, los pelos rubios del culo de ese cabrón rozando su pene cada vez que le estimulaba el ano. Le dio por culo, su polla gruesa colgando, pesada. Le hizo la cucharita en la cama y pudo ver cómo Jens se masturbó y salpicó todo su six-pack con su propio semen al correrse, a chorro limpio. Al verlo, a Torsten también le entraron las ganas, sacó la verga y disparó contra su ojete abierto.
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