Top Monster Cock se saca el pollón y se hace una paja de campeones con sus guantes de portero de fútbol | The Male Muse

3 enero, 2024

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Los chicos tenemos nuestros propios problemas entre las piernas y a menudo los compartimos. Cuando se nos pone dura en una situación o lugar inapropiados y tenemos que buscarnos la forma de esconder la erección para que no se nos note. Los que tenemos los cojones bien colgando y a veces los calzoncillos que usamos de pata no son lo suficientemente largos como para hacer que se den de sí y de repente al subir un escalón de una acera notes los cojones calientes saliéndose y acariciándote la parte superior del muslo, haciéndote andar con dificultad.

Lo de Top Monster Cock va un paso más allá. La tiene tan jodidamente larga y grande que no sabe dónde meterla ni hacia dónde calzar cuando le crece dentro de los gayumbos. Se suele poner cachondo cuando se prepara para salir a jugar una pachanga al fútbol con los colegas. Mirarse al espejo con la camiseta del equipo, los calzones marcando atributo antes de ponerse los pantalones. Él a menudo es el portero y los guantes son una de sus señas de identidad.

Cuando los lleva puestos, aprovecha para acariciarse el rabo y calmarlo, pero lo único que consigue es enderezarlo todavía más. Lo frota sobre la tela, apretándolo contra su muslo izquierdo. Se le marca todo el cipote descapullado y al vérsela se le pone todavía más dura. Llega un momento en que todo hombre sabe cuándo va a caer una paja.

Se levanta la pernera y descubre el cipote. Es grande y hermoso, está moradito de estar tan encerrado. Con el guante se encarga de arrastrar la tela de los gayumbos sobre el pene. Arriba y abajo. Qué gustito. Se marca paquetón y se baja la goma, deteniéndose antes de sacarla a paseo para admirar lo dura que la tiene, los pelazos negros de la base. La virilidad.

La deja suelta. Sale danzando como un platanaco enorme cayendo por su propio peso, colgando entre sus piernas, balanceándose suavemente de lado a lado. Como puede se saca los calzones de las piernas. El jodido pollón se hace notar. Pesa. Esta paja que va a caer va a ser diferente. Acerca la mano con el guante con el que para penalties a su rabo, lo sostiene, lo empuña y tira millas. El caldo de cultivo cae frente a sus pies con los calcetos puestos, dejándolo todo mojado, hasta los pantalones del equipo, con lamparones.