Adrian V saca a pasear su larga pirula y seduce con su culazo | The Male Muse
Acaba de conseguir que me ponga de rodillas. Adrian V se ha desnudado por completo, apenas lleva los calcetines puestos, tiene todo el badajo ahí colgando, morcillón, bien largo. Se ha pasado la yema del dedo índice por la raja del cipote y se ha llevado con ella colgando una hilera de precum que se resiste a despegarse entre su dedo y el rabo.
Tranquilo, que ya te quito y esa telaraña pegajosa. Le miro. Pone cara de serio pero interesante. Le cojo las manos. Me encantan sus manos, con dedos largos, masculinas. Se las cojo entre las mías, se las abro y le relamo las palmas. Luego le vuelvo a mirar, saco la lengua. Parece que intuye lo que voy a hacer a continuación, pues su polla brinca de alegría, como si ella supiera también lo que va a suceder.
Acerco la punta de mi lengua a su cipote y lo sostengo sobre ella relamiéndole todo el néctar. La hilera de precum se descuelga por fin y acaba encima de mi lengua, babeando por la comisura de mi boca y por mi barbilla. Guardo la lengua a buen recaudo y saboreo su lechecita. Me levanto y dejo que me seduzca.
Se da la vuelta y me enseña su culito apretado. Es de esos que me gustan, de los que hacen que se me ponga dura tan sólo imaginando la palma de mi mano en una de sus nalgas, rozándola suavemente, dejándome llevar por ese tacto suave y aterciopelado. Dobla las rodillas y se sienta en el puff, lo que hace que su culo quede abierto. Una frondosa raja me llama. Sólo tengo que acercarme unos pasos, metérsela y será mío para siempre.
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fotografías por @The_Male_Muse