A falta de apenas unas horas para la boca, Dani Robles no sería ni será el primer y el último hombre en preguntarse si lo de casarse sería una buena idea. Con las nupcias, seguramente acabaran ciertas libertades y era eso lo que traía precisamente de cabeza a Dani, al que el sexo le privaba demasiado y a veces frecuentaba compañías que su novio no habría visto con buenos ojos, sobre todo esas que se ocultaban detrás de agujeros en locales de noche y que sólo mostraban una parte de su cuerpo.
Se aflojó el nudo de la corbata en la fiesta de despedida y se retiró a la piscina del spa donde la estaban celebrando. Las dudas y el estrés se estaban apoderando de su mente. Se desnudo y se quedó dentro del agua con la camisa blanca abierta, los pantalones bajados, el rabo flotando entre sus piernas. Respiró la poca libertad que aún le quedaba. Justo en ese momento apareció su amigo Justin Jett preocupado por que se hubiera marchado.
Su prposición fue clara. O salía ahora mismo de ahí y volvía con los demás o era capaz de meterse con él, con traje y todo, en la piscina. La respuesta de Dani fue del todo clara. Agarró a Justin del brazo y le tiró al agua. Ya se habían visto antes desnudos muchas veces, pero nunca de esa forma. Como si necesitara despejar sus dudas y el tiempo del sexo libre se esfumara por momentos, se levantó y se mostró desnudo ante Justin, que siempre le había resultado muy atractivo y le propuso hacer allí mismo cosas de hombres.
Le descorrió la cremallera de la bragueta, se arrodilló dentro de la picina y le comió toda la polla. Le sacó por encima los huevos para vérselos bien y se la empezó a jalar a bocados. No le quitó ni los pantalones. Le dio la espalda, le agarró la pija y se sentó encima de ella sin condón, pajeándosela de lo lindo con su hermoso culazo. Se echó hacia atrás pasando un brazo de amigo alrededor de los hombros de su colega y le miró intentando discernir e su mirada y en las expresiones de su cara si le estaba gustando.
Pues claro que le gustaba y se lo demostró poniéndole a cuatro y dándole por culo con toda su fuerza. Luego abriéndole de piernas y follándoselo en el borde hasta hacer que se corriera. A Dani le estaría costando una boda, pero a Justin un matrimonio de años. Justin se fijó en los calcetines de ejecutivo de Dani. Nada le daba más morbo. Le sacó la polla del culo y se corrió encima de ellos.
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