Jeffrey Lloyd toma posesión del culazo de Allen King follándoselo sin condón | Lucas Entertainment
Take Him To Pound Town
El apetito de Allen King al ver la gigantesca y cilíndrica pollaza de Jeffrey Lloyd sucumbió hasta hacerle caer a sus más bajos instintos. No estaba simplemente mamando ni chupando una polla, se la estaba devorando, metiéndose la tranca, rechupeteándola hambriento, jalando rabo hasta saciarse. Jeffrey lo miró desde arriba con la boca entreabierta, gozando del apretón de esos labios.
Hambre tenía su boca, hambre tenía su culo. Allen se puso a cuatro patas en la cama y Jeffrey le animó a que fuera él mismo quien se abriera el hueco del culo de tal forma que pudiera atravesarle con esa pedazo de mazorca. Allen retuvo en su mente la imagen de esa enorme polla y por ende no se llevó sólo un dedo al ojete, sino varios, tal era la alta estima en que tenía a ese estupendo rabaco.
Jeffrey le ayudó alargando su brazo tatuado, introduciéndole por el culo nada menos que los cuatro dedos de una mano. Antes de que el agujero de su culo se cerrara en banda, le propinó una buena dósis de polla metiéndosela sin condón y le arreó tan fuerte que le sacó despedido de la cama, haciendo que Allen tuviera que parar la caída con las manos en el suelo mientras el cabrón de Jeffrey se lo follaba por detrás, aprovechándose de su precioso culito blanco y redondo sobre le borde del colchón.
Todo por detrás, por la retaguardia. Le taladró, se lo levó hacia el cabecero de la cama y allí tomó posesión de ese culo que creía que le pertenecía por derecho. Allen no podía hacer otra cosa que abandonarse al placer, gemir y gozar de ese estupendo rabo tan largo y grueso que, aunque le diera un poquito de dolor, le estaba haciendo tremendamente feliz.