Viktor Rom, Axel Max, Koldo Goran y Hung Valencia se follan sin condones y a la ruleta rusa a Oliver Hunt, Dann Grey, David Pool y les meten una preñada
Látigos, una jaula, una camita de cuero suspendida del techo. Magic Javi pasea nervioso por la sala, metiéndose de vez en cuando un agarrón a ese abultado paquete que se le marca por debajo de los pantalones cortos vaqueros. No puede esperar a que lleguen los chicos y hacerles disfrutar de todas las perversiones que les tiene preparadas.
Con un chasqueo de dedos mete a Oliver Hunt, Dann Grey y David Pool dentro de la jaula y envía a cuatro pedazo de machos empotradores para liberarles. Pero a cambio de que Viktor Rom, Koldo Goran, Hung Valencia y Axel Max les abran la puerta, deberán arrodillarse y empezar a tragar polla. Si piensan que va a ser un camino de rosas, están muy confundidos, ya que estos cuatro hombres tienen unos rabos descomunales que les van a hacer pasarlas putas a la vez que darse el placer de degustar una buenas trancas.
Oliver se come la del valenciano, esperando sacarle toda la horchata, David se come la del jefazo, la más gorda y Dann Grey, el más listo de los tres, se queda de pie, cogiendo con cada mano un buen pollón y observando su grandeza mirando de lado a lado mientras les soba y les masturba las pijas a Koldo y Axel. Pronto comienza a hacer calor dentro de la jaula y el olor a polla inunda las napias de esos tres cerdetes, que en cuanto ven la gigantesca pija de Koldo y la del valenciano colándose entre los barrotes, portentosas, se ponen cachondísimos y se entregan en cuerpo y alma a esos cuatro machos.
Dann cede ante las caricias de Axel, los dos musculosos, guapos, de cuerpos atléticos, haciendo buenas migas. Se agacha y le desvirga la trompeta, dejándola pasar a través de su garganta. La tiene larga el cabrón y además tan bonita que invita a comérsela hasta los mismísimos huevos. Contiene la respiración y una arcada al notar su cipote atravesándole la tráquea y se la deja llena de saliva.
David es todo un glotón. Con una no tiene suficiente. Se pone en medio de Viktor y Koldo y mira a los dueños de esas exageradas pijas desde abajo a la vez que les ama las vergas a base de unas virtuosas mamadas. Pasa de la morenita y gorda del jefazo a la polla de caballo del mejor dotado del grupo. Han jalado tan bien las vergas que se han ganado la libertad.
Libertad para ser follados. El guaperas de Dann, objeto de todas las miradas, se gana el mejor lugar en medio de la camita suspendida. Con las piernas abiertas, el valenciano le agarra de los muslos, se las separa un poco más e inserta su gigantesco rabo a pelo entre sus nalgas perforándole el agujero del culo. Su boca también tiene dueño. Viktor se la ocupa con su gordísimo rabo, convirtiéndose en sparring de su aliento y sus gemidos.
Axel se encarga de bombear el culazo del más jovencito del grupo mientras que David sigue reclamando lo que le pertenece, dejando que el espacio entre sus piernas lo ocupe el mejor dotado de todos. Tres putitas bien folladas sin condones. Como si estuvieran jugando a la ruleta rusa, los chicos giran en el sentido de las manecillas del reloj. Tiene pinta de que todos van a meterla en todos los agujeros, de que esos tres caramelitos van a experimentar lo que es tener cuatro pollas enormes cubriendo sus culos en una sola tarde.
La forma en la que Viktor encula al joven Oliver es casi indecente. Un tio que le saca el doble de envergadura, metiéndole toda la tranca hasta partirle el culo. Los gestos de su cara denotan que está recibiendo más de lo que merece y se convierte por un momento en el alma de la fiesta, gimiendo bien alto por encima de sus compañeros. Lo que Koldo hace con su polla sobre la cara guapa de Dann es igual de indecente, tanto que da para hacerse paja y sacarse la leche al momento, cuando reboza su larga anaconda por encima de su carita.
Después de estar con el culo en pompa un buen rato, Oliver y David se dejan caer sobre la cama hombro con hombro y piernas abiertas. Un par de giros de reloj más tarde, los chicos vuelven donde empezaron, después de haberla metido por cada uno de los tres agujeros, pero la rueda no para ni va a parar hasta que esas jodidas y enormes pollazas se pongan tan calientes que exploten de puro placer.
El que no ha descubierto todavía su mejor dote, empieza a enseñar la patita. El culazo de Dann gana protagonismo y se convierte en el gran atractivo, el torso musculado y potente de Axel deslumbra con su maravilloso six-pack y Oliver les muestra a todos esos vergones que él también está muy bien dotado, sacándose la polla erecta, larguísima y enorme por un lateral de los calzones.
Tanta boquita mamona, tanto agujero apretado, hace que los chicos empiecen a dejarse llevar. Koldo es el primero en descargar. Preña el culazo caliente de David y saca lentamente la polla pegajosa arrastrando consigo todos los pelillos alrededor de su ano. Axel se concentra, aunque para él va a ser fácil hacer lo mismo con Dann, puesto que entre ambos hubo un feeling especial en la jaula. Le preña, se retira un paso hacia atrás y mira orgulloso el colgajo de semen colgando entre sus cachas.
Tras escuchar cómo sus amiguetes han sido preñados, Oliver se prepara para ver venirse al macho que le ha tocado en suerte en el juego de la ruleta. Hung encula fuerte, se retuerce, se deja el alma follándose ese culo apretadito por última vez y frena en seco, dando espasmos involuntarios e inflando ese ano con su esperma. No se retira hasta que su enorme picha se pone algo blandita y morcillona y se aprovecha del culito del más joven metiéndole los dedos, haciéndolos resbalar entre sus semen.
Leche en los culos y leche en las bocas. David ha tenido la suerte de que el jefazo ha caído de su lado, así que se va a llevar doble ración. Viktor se la menea duro y le llena la boca con su semilla. Tanto amor merece ser compartido. David gira la cabeza y se encuentra con la boquita hambrienta de Oliver. Le mete un morreo con lengua y entre los dos se dividen la miel del éxito. Los cuatro machos se retiran a su guarida y las tres putitas preñadas se quedan casi hipnotizadas todavía en la sala, los ojos cerrados, respiraciones profundas, como si por sus mentes estuvieran pasando los mejores momentos.