Manuel Skye cubre a pelo el culazo de Seth Cain y le mete la mejor follada de su vida | Cocky Boys
La experiencia era un grado. Fue algo que Seth Cain aprendió esa mañana después de su encuentro con Manuel Skye. Después de aquella follada, jamás podría volver a ver el sexo con los mismos ojos. Lo supo desde el mismo momento en que se puso de rodillas frente a la cama, con ese daddy desnudo y empalmado delante de él. Tenía una polla majestuosa, enorme, larga, cilíndrica, cuya circunferencia le ocupaba toda la mano y le rellenaba de más la boca, saciándole de hambre.
Acostumbrado a chupar y meter con sus compañeros de instituto de su misma edad, a ir a saco, el hecho de recibir tantas atenciones de forma pausada, le hizo sentirse especial. Su primer sesenta y nueve fue pura magia. Dejó su culo en manos expertas, plantándolo delante de la jeta de Manu, posando los cojones calientes entre sus pectorales. Fue un momento muy especial, cuando su ojete se expandió y sintió el roce de la lengua de Manuel a la entrada de su ano.
Fuegos artificiales, una alegría desmedida recorriéndole toda la columna, haciéndole el ser más feliz del mundo. Tras probar esa nueva sensación, le pidió más. Quería que Manu siguiera explorando el interior de su ojete como lo estaba haciendo, mientras él seguía devorando polla con la boca llena.
Hacerlo frente al espejo fue una buena idea. Cuando a Seth le daban por culo, no podía ver al tio que se lo estaba haciendo. De esta forma, pudo ver la cara decidida y el cuerpazo de Manu empujando, abriéndole el agujero con su polla metida dentro de él, completamente a pelo. Luego Manu se subió a la cama con los dos pies en el colchón y protegió el cuerpo de Seth con su torso pegado a la espalda del chaval, inclinado sobre él, enchufándole unos buenos pollazos por el culo, dándole barra, jodiéndole la raja del culo con los huevazos.
Se lo folló bien follado para luego tumbarse sobre la cama, con las piernas mirando hacia el espejo. Seth se montó sobre sus piernas hundiéndose la polla de ese cabrón en el culo. Sólo tenía que girar la cabeza y mirar al espejo para ver cómo ese rabo entraba y salía de su agujero bien calentito. Lo del espejo le moló a Seth, que decidió pimplarse una buena paja cabalgando a Manu pero dándole la espalda, recreándose con lo que veía en el espejo, a un chico saltando sobre la enorme verga desnuda de un caballero. A Seth se le nubló la vista y un reguero de leche salió de sus pelotas recorriendo su polla dura.
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