Jordan Starr y Kosta Viking se vician metiéndose un flip-fuck sin condones | Lucas Entertainment
Chasing Some Dick
Lo de tener a Jordan Starr en la cama era para Kosta Viking como tener un caramelito a la puerta de un colegio, sin poder resistirse a quitarle el envoltorio y chuparlo bien chupado. Sacó la lengua y se entretuvo un buen rato comiéndole los pezones. Todavía estaba el chulazo con las bermuditas rojas y ceñidas cuando Kosta se bajó las suyas y se quedó expuesto con la polla dura y tiesa como nunca, esperando a que la boquita mamona de ese guaperas le hiciera el resto del trabajo.
Pero cuanto más se la chupaba, más guapo le veía y más ganas le entraban de comérselo todo, así que le tumbó en la cama y se zampó su enorme pollaza, que era más grande y más gruesa de lo que cabía esperar en un primer momento. Se esperaba a un guaperas pasivo y con una verga de tamaño medio y se encontró con un pollón flipante que le hizo ponser a cuatro patas.
Jordan resultó ser un dominante de cojones, nunca mejor dicho, porque el placer que daba el colega cada vez que la metía por el culo a fondo, era inigualable, sólo posible para aquellos tios a los que les colgaban bien las pelotas. Eso de sentir la polla abriéndose hueco por el agujero y llevarse de regalo las caricias de las pelotas rebotando justo en esa zona sensible por debajo de las bolas, cerca del ojete, era una puta delicia.
Por supuesto ese chulo no se iba a largar de allí sin su merecido. Nada le apatecía más a Kosta que mirarle de frente, dejarse penetrar por sus ojos mientras él le penetraba fehacientemente y a conciencia el culazo sin condón y volvía a entregar su cuerpo a ese tio guapo sin dudarlo un solo segundo, cabalgando sobre su polla, pajeándose mientras saltaba y dejando ese cuerpazo bañado con su semen encima.