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Malik Delgaty se folla a pelo el apretado culito de Cristiano en la lavandería con su enorme pollaza | MEN

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A veces en las lavanderías ocurrían cosas maravillosas como la que Cristiano estaba a punto de presenciar. Un día cualquiera dejó de serlo cuando Malik Delgaty cruzó la puerta del establecimiento directo a una de las centrifugadoras. Cristiano se fijó en todo él. En cómo los pantalones de deporte de algodón se amoldaban a su trasero al camirar dando forma a un portentoso culazo. En los biceps que se le marcaban con esa camiseta de tirantes que llevaba puesta y que también echó a la cesta, provocando suspiros al mostrar su musculado torso.

Dando por hecho que tiarrones como ese jamás se fijarían en un chico blandengue como él, Cristiano se sacudió las malas ideas de la cabeza e intentó regresar a su rutina habitual, con tan mala suerte que se dio un hostiazo contra una de las puertas abiertas de las lavadoras y cayó al suelo. Al despertar vio la imagen de un Dios semi desnudo. Malik se había acercado a prestar ayuda y le ofreció su mano. Cristiano se incorporó y se encontró de bruces con el paquete más grande que había visto en su puta vida.

Le ofrecieron la mano y él cogió la polla. Lo primero que hizo fue bajarle los pantalones, descubriendo que ese paquetón se correspondía con el de un rabo bien empalmado, seguramente de su chaval que le esperaba en el piso de arriba para dejarse meter unos buenos pollazos. Aferrándose a la premisa de que cualquier tio no podría negarse a que le hicieran una mamada y que esa pollaza estaba bien rica, Cristiano se la zampó metiéndosela dentro de la boca.

La reacción de Malik fue de sorpresa, pero en cuanto vio que no había moros en la costa y estaban solitos, agarró con cariño la cabeza del chaval y le ayudó a comerse su enorme butifarra, todo un pollón alucinante, cilíndrico, largo y grueso. Le dio unos pollazos en los morros, le clavó la pija hasta ver cómo se le inflaban los mofletes con su cipote, le cogió con una mano del cogote y la otra por debajo de la mandíbula y le folló la boquita a toda hostia.

En el momento más dulce, cuando la polla se le estaba enderezando tant que estaba a punto de correrse encima de su jeta, apareció la dependienta para saber si iba a tardar mucho puesto que iba a cerrar. Malik cogió una toalla que había cerca y la puso como parapeto enfrente para que no viera al chaval comiéndosela de rodillas. Era demasiado peligroso, además todos se conocían en el barrio y su novia acabaría por enterarse si cometía un desliz así.

Pidió perdón al chaval, agradeció la mamada y siguieron a lo suyo, pero para Malik, la idea de follarse el estrecho culito de ese mamón le rondaba por la cabeza y no podía quitársela de encima. Si subía, su novia como siempre nunca le dejaría metérsela por detrás. Haciendo de tripas corazón, arriesgándose a que alguien les pillara, se acercó por detrás al chaval, le bajó rápidamente las bermuditas y se la metió a pelo.

Tan apretadito como esperaba, quizá más, Cristiano se puso en modo receptivo y tuvo la decencia de no mirar hacia atrás. Sabía perfectamente quién se lo estaba follando sin condón. Y ese tipo la tenía gorda, grande, exageradamente grande, dura y caliente. Menudo macho empotrador. Tenía la pirula más grande que le habían metido jamás por el culo y encima de cojones andaba sobrado, podía notarlos rozando el interior de sus muslos cada vez que le jodía el culo con la trompa.

Menuda máquina de follar. Incansable. Malik levantó una piernecita y se impulsó hacia adelante haciendo que el rápido plas plas de sus caderas chocando contra el culazo del chaval se convirtiera en una sinfonía cargada de auténtica lujuria. Fue excitante para Cristiano tenerlo tan cerca. Podía notar el calor de su torso a la espalda, su aliento, la mirada sobre él, sus manos cogiéndole por las caderas y metiéndole rabo sin parar.

Malik le desgarró la camiseta. Cuando se ponía a follar era un salvaje sin rumbo. Cogió al chaval en brazos, se lo llevó a la mesa que había detrás, lo puso bocarriba y le metió rabo. Era la primera vez frente a frente y Cristiano no podía creer el santo varón que tenía delante. Su atractiva cara enfrascada en la follada, su potente cuerpo dándolo todo. Sus pectorales, abdómen, brazos, músculo y belleza mirara donde mirara.

De la mesa pasaron al suelo y entonces Malik comenzó a hacer cosas que nunca hubiera imaginado. Cristiano estaba a cuatro patas y él cubriéndole por detrás, cuando de repente Malik se apoyó sólo con los brazos en el suelo, la polla dentro del culo y su torso pegado a la espalda de Cristiano. Malik se fue desplazando con las manos sobre le suelo en círculos, todo esto con el rabo metido dentro del agujero y le metió a Cristiano una follada 360.

Frenó en seco y volvió a cubrirle por detrás encajando dentro del ano su hermosa polla, dejando caer sus enormes huevazos sobre su raja. Se tumbó, le empaló en su rabo y le metió una culeada desde abajo. Fue en esa postura, cabalgando sobre esa enorme montura, cuando Cristiano se dio por vencido y se corrió encima.

La mala suerte de Malik no se separaba de él ni en ese momento, justo cuando iba a sacar la polla para correrse. Hacía unos minutos le había pasado lo mismo en casa. Su chica se había quedado a gusto corriéndose y cuando había llegado su turno, a ella se le ocurrió mandarle a la lavandería cortand todo el rollo. Por eso había bajado empalmado. Y ahora aparecía la dependienta y le pillaba follándose a un tio. Su relación a tomar por culo, porque tarde o temprano su chica se enteraría.

Por suerte, Malik era un tio que siempre aprendía a sacar tajada de las oportunidades y no pensaba dejar que la mala suerte de esa noche le venciera. Si todo estaba perdido, pues a disfrutar. Se puso de pie, agarró por los pelos a Cristiano, se pajeó la polla encima de su cara y se corrió encima metiéndole un buen lefazo que salió disparado hasta el pelo rizado del benjamín dejándole toda la gomina, seguido de una buena propulsión a chorro de leche blanca y espesa con la que decoró los morros, la nariz y la boca del chaval, que se relamió y comió todo su esperma con mucho gusto y una sonrisa de felicidad en la cara.

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