Dante DeMoro se folla un culito de goma con su potente polla bien lubricada | Bentley Race
Apoyado con el codo en el colchón, de lado sobre la cama, lubricando bien la rajita de un apretadísimo culazo moreno de goma, con las zapas y los calcetos puestos, pero el resto del cuerpo totalmente desnudo, preparado para realizar la penetración, Dante DeMoro estaba buenísimo. Ben inmortalizó ese momento con una instantánea. Sus piernas varoniles, su polla tiesa deseando meterse por un agujero, la mirada de Dante observando ese lugar suave y acogedor que daría cabida a su polla.
Se tumbó bocarriba, cogió el culo con las dos manos y lo hizo saltar sobre su verga larga y gorda, lubricada. Cuando se hubo acostumbrado a esa suave pajilla, apretó las nalgas de goma con las manos por cada lado imprimiendo mayor fricción sobre su sobradísimo pene. Ben acercó la cámara. Era casi hipnótico ver ese culo subiendo y bajando por toda esa barra de carne.
Tiró el culo sobre el borde de la cama, lo preparó dándole la vuelta, se masturbó encima de él y volvió a meter la polla dentro, tan adentro que ya sólo se veían sus cojones colgando por fuera. Se inclinó sobre el colchón y empezó a bombear con el culo, metiendo y sacando rabo, gozando de esa follada ficticia pero tan placentera.
En plena acción, se dejó tocar el culito, las pelotas, la base del pene que entraba y salía. Tenía la cara pegada contra las sábanas, gemía como un puto animal en celo, su rostro era el de un cabrón follador que no pensaba parar hasta exprimir todo el gusto que llevaba dentro. Entonces su frente se relajó, los ojos en blanco del puto gusto, la boca entreabierta, su culo y sus piernas enmudecieron y temblaron. Del agujero del culo de goma empezó a brotar leche blanca. Acababa de meterle una buena preñada.
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